Episodio 1: Diario de Discursos. Carta de la Primera Presidencia e Introducción

¿Qué es Diario de Discursos?

El Diario de Discursos es una recopilación que consta de 26 volúmenes de sermones, lecciones, y ensayos en su mayor parte de los primeros líderes de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. En lo personal solo se que estos documentos se encuentran disponibles en ingles, y actualmente la iglesia ya no los publica de forma oficial ni tampoco los reconoce como una fuente explicativa para la doctrina mormona, aunque sigue siendo fuente de información para discursos de autoridades generales en sus discursos y de forma explicita en los manuales de instrucción religiosa de la iglesia para jóvenes y adultos. Hay copias digitales en la internet, siendo creo yo la mas fiable la que entrega BYU en su Index Scriptures.

El blog apologista “Grupo de Estudios SUD” señala que: “Aunque imperfecta esta obra, es considerada una fuente primaria que nos permite conocer las ideas y enseñanzas de los primeros lideres de la Iglesia. Esta fuente es muy utilizada por los anti mormones para definir según ellos cual es nuestra doctrina.”

Y es de esperar, debido que al parecer existen algunas declaraciones de apóstoles e incluso profetas que son dignas de critica y de análisis.

En estos episodios pretendo presentar en español todos estos discursos, lamentablemente para algunos con mis comentarios a lo largo de la presentación, así que si esperaban que fuera un audio libro lamento decepcionarlos.

Las publicaciones de este Diario, se hicieron mediante secciones publicadas de forma periódica en el diario local con todo el respaldo de los lideres de la iglesia, incluso con una carta invitando a apoyar económicamente el proyecto.

¿Qué dice la Iglesia hoy en día sobre estas publicaciones? Dice que Diario de discursos o Journal of Discourses no es una publicación oficial de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Se trata de una recopilación de sermones y otros materiales de los primeros tiempos de la Iglesia, que se transcribieron para su posterior publicación. Contenían algunas instrucciones doctrinales, así como consejos prácticos; algunos de ellos son de naturaleza especulativa y algunos sólo de interés histórico. Información adicional El contenido de Journal of Discourses se transcribió, a veces de manera inexacta, y se publicó entre 1854 y 1886 en Inglaterra. Esta recopilación contiene ciertas declaraciones doctrinales así como otros materiales de interés para los Santos de los Últimos Días que vivían lejos del centro de la Iglesia. Aparecen discursos pronunciados en ocasiones diversas, como funerales, informes de misioneros al terminar su misión, oraciones y las actas de un juicio. Journal of Discourses se elaboraba bajo la dirección de las personas que transcribían el material, entre ellos George M. Watt, David W. Evans y George W. Gibbs. George M. Watt, que tenía habilidad para la taquigrafía, había transcrito muchas conferencias y sermones para Deseret News. Apenas recibía remuneración por su trabajo. Dado que, en general, Deseret News no se hallaba disponible fuera de los Estados Unidos, Watt le propuso a Brigham Young la idea de publicar este material vía suscripción. Este programa pondría los materiales a disposición de más miembros de la Iglesia y permitiría que el élder Watt se ganara la vida con esta labor. El presidente Brigham Young apoyó el plan y en el primer ejemplar se incluyó una carta de la Primera Presidencia en la que se alentaba a los miembros de la Iglesia a cooperar en la “compra y venta” de este diario.

Carta de la Primera Presidencia Ciudad del Gran Lago Salado, Territorio de Utah, Junio 1, 1853.

A Elder Samuel W. Richards, y los Santos extranjeros.

Queridos hermanos- Como es bien sabido para muchos de ustedes, que el Elder George D. Watt, por nuestro consejo, ha pasado mucho tiempo en medio de la pobreza y las dificultades para adquirir el arte de informar en fonografía, que de forma fiel y plena ha logrado; y ha estado reportando los Sermones Públicos, Discursos, Conferencias &c., entregada por la Primera Presidencia, los Doce, y otros en esta ciudad, por cerca de dos años, casi sin tarifa ni recompensa. El Elder Watt ahora propone publicar un “Diario” con estos reportes, en Inglaterra, para el beneficio de los Santos en general, y para obtener los medios que le permitan sostener su muy útil puesto de reportero. Ustedes percibirán de inmediato que se trata de un trabajo de beneficio mutuo, y les pedimos con alegría y calidez su cooperación en la realización y venta del antes mencionado “Diario”, y deseamos que todos los beneficios lucrativos que se deriven de ella estén bajo el control del Elder Watt.

Brigham Young Heber C Kimball Willard Richards Primera Presidencia de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Introducción A los Santos extranjeros-

Este Diario de Discursos aparece en una hoja semi-mensual de 16 paginas, sobre un buen papel, y un estilo plano y redondo que las personas mayores puedan leer con facilidad, y en forma de Volúmenes de casi 400 paginas. Es un placer para mi poner a vuestra deposición las palabras de los Apóstoles y Profetas, tal como hablaron en las Asambleas de los Santos en Sion, el valor de las cuales no puede ser determinado por el hombre, ni siquiera en las grandes exposiciones del conocimiento y elocuencia mundano, así como la doctrina pura, simple en estilo, y extensa cantidad de verdad teológica con la que se desarrollan. Al darme cuenta del beneficio moral e intelectual que los santos en casa obtienen de ellos, he deseado fervientemente el momento en que tú también te enriquezcas con el mismo placer incalculable. A aquellos que no están familiarizados con la Doctrina de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, que están envueltos en la oscuridad de las edades, cuya mente está hundida en las sombras casi impenetrables del error, la incertidumbre y la duda, pero que desean sinceramente para conocer la verdad, estos Sermones resultarán una fuente de luz, información y alegría. Particularmente para los Elderes que están esparcidos por la faz de la tierra, lejos de aquellos que son los únicos que pueden instruirlos en las palabras más exaltadas del evangelio eterno, estos Sermones serán sumamente valiosos, como un indicador de doctrina, una regla de rectitud, y un guia de vida, proporcionando al mismo tiempo un extenso depósito de información histórica. Que el Señor prospere en todos los aspectos de Su obra y en todo esfuerzo loable de Sus siervos para instruir a los ignorantes, edificar y establecer a los fieles y reunir a los honestos de corazón de entre todas las naciones que viven en Sión. En el límite del Nuevo y Eterno Pacto, sigo siendo tu hermano y tu compañero de trabajo.

G.D. Watt

¿Se considera Canon? La exactitud de algunas transcripciones se ha puesto en tela de juicio. No se disponía de la tecnología ni los procesos modernos para comprobar la precisión de las transcripciones, lo cual llevó a que se hayan documentado errores importantes. Diario de Discursos contiene enseñanzas interesantes e ilustrativas de los primeros líderes de la Iglesia; no obstante, no constituye en sí mismo una fuente fidedigna de doctrina de la Iglesia.

El mismo blog que mencione al principio además cita del libro apologético de un tal Stephen E. Robinson, “¿Son los Mormones Cristianos?” donde dice:

… es cierto que muchos Santos de los Últimos Días, desde los presidentes de la Iglesia y miembros del Quórum de los Doce, hasta miembros que puedan escribir libros y artículos, han expresado sus propias opiniones en asuntos doctrinales. No obstante, hasta que estas opiniones sean presentadas a la Iglesia en conferencia general, y sostenidas por el voto de la conferencia, no son doctrina obligatoria ni oficial de la Iglesia. Las críticas a la doctrina SUD rara vez reconocen esta diferencia vital. Más bien, si algún Santo de los Últimos Días, especialmente uno de los líderes, alguna vez dijo algo, estos críticos lo toman para representar al “mormonismo”, sin tener en cuenta el contexto de esa declaración en particular, y sin Importar si algún otro miembro de la Iglesia alguna vez lo dijo o lo creyó. A menudo los Santos de los Ultimas Días mismos son culpables de cometer el mismo error e Investigar el Diario de Discursos, como si éste fuera una especie de Talmud Mormón, buscando “nuevas” doctrinas, que no se hallen en las obras corrientes de la Iglesia, y no se enseñen en ella hoy día.”

Ahora, en que punto se considera algo como doctrina o no, recordando los primeros dias de la iglesia en los que dudo mucho que JS halla presentado a votación sus revelaciones. Simplemente se presentaban como tal y asi es como el señor lo ha mandado. Al fin y al cabo el Señor ha mencionado que “ya sea por mi voz o por la voz de mis siervos los profetas, es lo mismo”. ¿es esto asi? Según el Elder Brigham Henry Roberts pareciera que no:

“No es suficiente citar dichos supuestamente expresados por José Smith o Brigham Young sobre temas doctrinales. Nuestra propia gente también necesita Instrucción y corrección respecto a esto. Es común escuchar a algunos de nuestros hermanos mayores decir esto “El Hermano Brigham lo predicó, yo lo escuché.” Pero ésta no es la cuestión. La cuestión es: ¿lo ha dicho Dios? … ¿Estaba el Profeta hablando oficialmente? … Para los discursos impresos aún de los Hermanos que dirigen, se mantiene el mismo principio. No constituyen el tribunal de última Instancia sobre doctrina. Pueden ser muy útiles como aclaración, y son generalmente muy buenos y bien fundados en doctrina, pero no son la fuente fundamental de doctrinas de la Iglesia. La regla a este respecto es: Lo que Dios ha hablado, y lo que ha sido aceptado por la Iglesia como la palabra de Dios, en esto y sólo en esto fundamentamos la doctrina.”

No olvidemos que Elder Roberts fue el editor del famosos registro “History of the Church” Entonces, si Dios habla mediante sus profetas, será doctrina solo si la Iglesia lo acepta como la palabra de Dios.

¿Fue el Diario de Discursos uno de los “libros canónicos” de la Iglesia? El sitio apologista FairMormon amplia un poco mas este tema. Algunos que critican a la Iglesia a menudo usan el Diario de Discursos para mostrar tanto a los no miembros como a los miembros lo que la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días supuestamente “cree” que es doctrina oficial sobre temas que se han considerado controvertidos o delicados por los miembros de la Iglesia. Un ejemplo popular usado a menudo en la comunidad anti-mormona es la teoría de Adán-Dios. Los críticos insisten en que los miembros de la iglesia alguna vez consideró el Diario de Discursos como una “obra estándar” o similar a las escrituras.

El Diario de Discursos no es una “obra estándar” según la definición actual de “obra estándar” de la Iglesia. George Q. Cannon, en la introducción al 8vo volumen de Diario de Discursos: Diarios de Discursos se clasifica merecidamente como una de las obras canónicas de la Iglesia, y todos los santos de mente recta ciertamente recibirán con gozo cada Número que surja de la prensa como un reflector adicional de 'la luz que brilla desde la colina de Sión.

Los críticos usan este párrafo para argumentar que el Diario de Discursos fue una vez una publicación oficial para los miembros de la Iglesia. Este es un buen ejemplo de la falacia del equívoco: el argumento se basa en el hecho de que los miembros modernos de la Iglesia no usan el término “obra estándar” de la misma manera que los miembros del siglo XIX.

FairMormon recalca que además, debe tenerse en cuenta que la Iglesia nunca ha publicado el Diario de Discursos. Cuando se publicó en serie en forma de revista, George Watt lo hizo en forma privada.

Según la entrada de la Enciclopedia del mormonismo “Diario de Discursos”:

Después de 1852 Watt transcribió discursos de conferencias de la Iglesia para Deseret News. Pero debido a que News no estaba generalmente disponible fuera del centro de Utah y debido a que Watt recibía poca paga por su trabajo, propuso publicar en forma privada y vender números quincenales de dieciséis páginas del Diario de Discursos que contienen sermones seleccionados de las Autoridades Generales. La venta de estos a los santos en general le permitiría a Watt ganarse la vida con su habilidad de taquigrafía. En esta propuesta recibió el apoyo de Brigham Young, quien le autorizó a imprimir sus sermones.

Osea, que uso su tiempo para publicar estos documentos en beneficio para la iglesia.

Con respecto a que el Diario de Discursos se considera una “obra canónica de la Iglesia”, es importante señalar que en 1855, las “Obras canónicas” de la Iglesia incluían el Libro de Mormón, Doctrina y Convenios, Voice of Warning, Obras de Orson Pratt, Clave para la ciencia de la teología, Perla de gran precio, Cartas de Spencer, Libros de himnos, “Y una variedad de publicaciones periódicas, debates, defensas, tratados”. La definición actual de “obras canónicas” comprende solo los cuatro volúmenes de las Escrituras: Biblia, Libro de Mormón, Doctrina y Convenios y Perla de Gran Precio.

El problema en el que se encuentran los críticos es que quieren tener su pastel y comérselo también: quieren utilizar fuentes escritas o derivadas de fieles mormones y líderes de la Iglesia SUD para maximizar el valor de impacto de lo que presentan; pero tampoco pueden resistir la afirmación de que “la Iglesia oculta y/o manipula su historia”.

En este caso, los dos enfoques tienen propósitos contradictorios y se anulan entre sí: la Iglesia no ha ocultado el Diario de Discursos, pero tampoco ha hecho que su contenido sea vinculante para los miembros. Menos aún ha hecho la Iglesia las afirmaciones de los críticos (generalmente distorsionadas o eliminadas del contexto) vinculantes para los miembros; nuestra doctrina es para que nosotros la declaremos e interpretemos, no los críticos.

Por lo tanto, el crítico debe insistir en que la Iglesia había tratado (en el pasado) el Diario de Discursos como una doctrina vinculante en el nivel de las Escrituras y que esto se ha ocultado al miembro moderno. Y según FairMormon, ninguna de las dos afirmaciones es cierta.

Este es otro buen ejemplo de cómo los críticos fundamentalistas (ya sean religiosos o seculares) intentan imponer su forma de pensar a la Iglesia y sus miembros. Los críticos no pueden entender cómo la Iglesia puede tener profetas que no son infalibles; asumen que estos hombres no deben ser profetas, o que los miembros deben considerarlos a ellos y a todas sus declaraciones como infalibles.

FairMormon concluye que “ninguna conclusión es correcta.”

A pesar de todo lo anterior, el mismo Diario de Discursos se publico POR BRIGHAM YOUNG, Presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, SUS DOS CONSEJEROS, LOS DOCE APÓSTOLES Y OTROS, INFORMADO POR G. D. WATT, Y DEDICADO CON HUMILDAD A LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS DE TODO EL MUNDO.

¿Cómo veían los líderes del siglo XIX el Diario de Discursos? Las declaraciones de los líderes SUD muestran cómo vieron el material publicado como el Diario de Discursos. El presidente George Q. Cannon explicó que las Escrituras son la única fuente de doctrina oficial, junto con la revelación a los profetas posteriores que se han presentado y sostenido a la Iglesia:

Tengo en mi mano el Libro de Doctrina y Convenios y también el libro La Perla de Gran Precio, cuyos libros contienen revelaciones de Dios. En Kirtland, Doctrina y Convenios en su forma original, tal como se imprimió por primera vez, se envió a los oficiales de la Iglesia y a los miembros de la Iglesia para que votaran. Como se le han hecho adiciones por la publicación de revelaciones que no estaban contenidas en la edición original, se ha considerado prudente enviar estos libros con su contenido a la conferencia, para ver si la conferencia votará para aceptar los libros y su contenido procede de Dios y nos vincula como pueblo y como Iglesia.

Brigham Young también señaló:

El hermano Orson Hyde se refirió a algunos que se quejaron de no recibir revelaciones. Haré aquí una declaración que se ha presentado en mi contra como un crimen, quizás, o como una falta en mi vida. No aquí, no me refiero a nada por el estilo en este lugar, sino a los consejos de las naciones, que Brigham Young ha dicho “cuando envía sus discursos al mundo, ellos pueden llamarlos Escritura”. Digo ahora, cuando son copiados y aprobados por mí, son tan buenas Escrituras como se expresa en esta Biblia, y si quieres leer la revelación, lee los dichos de Aquel que conoce la mente de Dios, sin ningún mandato especial a un hombre. Ir aquí, y a otro ir más allá, o hacer esto o aquello, o ir y establecerse aquí o allá.

Brigham Young dejó en claro que su declaración anterior no debería significar que nada de lo que dijo fuera escritura, sino solo lo que tuvo la oportunidad de corregir y enviar a los santos como escritura. Lo curioso sigue siendo que dichas palabras están respaldadas en el tomo 13 de Diario de Discursos y que el mismo autorizo la publicaciones de sus sermones.

Fiabilidad de Diarios de Discursos Uno podría asumir, basado en cómo los críticos citan el Diario de Discursos, que es algo que debe ser evitado y generalmente ignorado. De hecho, tiene algunos errores. Sin embargo, muchos de estos errores pueden atribuirse al hecho de que los discursos dados por los hermanos no siempre fueron revisados por ellos en busca de errores (muchos dieron sus sermones improvisados, especialmente Brigham Young). Por supuesto, esto hace que sea mucho más difícil determinar la intención del hablante. Cosas como juegos de palabras, sarcasmos y énfasis en diferentes partes de una oración (que a menudo pueden cambiar el significado de una oración) son muy difíciles de detectar cuando se leen sermones que no habrían tenido en cuenta a una audiencia que nunca escucharía los discursos. En muchos casos, las Autoridades Generales cederían a la especulación en sus conversaciones.

Si bien las Autoridades Generales de nuestros días tienen mucho más cuidado de no compartir sus creencias personales en los discursos públicos, las Autoridades Generales en el período inicial fueron menos cuidadosas. Después de todo, prácticamente todos eran miembros de la Iglesia en Salt Lake City y las áreas circundantes en ese período. No necesitarían excusarse cuando especularan como Orson Pratt tuvo cuidado de hacer en la cita anterior. Esto hace que sea más difícil detectar cuándo los Hermanos no estaban hablando de los principios verdaderos y establecidos de la Iglesia, sino que estaban especulando. Y en estos casos, el lector que tenga un conocimiento sólido de las doctrinas de la Iglesia y un testimonio seguro no tendrá dificultad en descartar estas citas como especulaciones.

Sin embargo, algunos de los escritos del Diario de Discursos son más inquietantes y no son excusables como interpretación privada. Uno de los más comunes es la expiación de sangre de Brigham Young. Citas como estas a menudo se vuelven perturbadoras porque el lector no comprende el período de tiempo o no ha leído el pasaje circundante para comprender el contexto.

Conclusiones ¿Es Diario de Discursos es Canon? Yo creo a todas luces que si, a pesar de los esfuerzos apologistas por indicar lo contrario y que la misma iglesia afirma que está tratando de “distanciarse completamente” del Diario de Discursos.

Si bien el Diario de Discursos se declara que no es, y “nunca ha sido considerado como escritura” ni oficialmente vinculante en sí mismo, los miembros de la Iglesia han tenido una amplia exposición al Diario de Discursos en sus manuales del sacerdocio y de la Sociedad de Socorro que se enfocan en las enseñanzas de los presidentes anteriores de la Iglesia. Ósea, de igual forma forman parte de la enseñanza eclesiástica de la misma.

Fuentes https://contentdm.lib.byu.edu/digital/collection/JournalOfDiscourses3/id/1918 https://www.churchofjesuschrist.org/topics/journal-of-discourses?lang=spa https://gesppp.wordpress.com/2015/06/20/journal-of-discourses-diario-de-discursos-talmud-mormn/ (B.H. Roberts,Deseret News 23-7-1921. sec.4, pág. 7) https://www.fairlatterdaysaints.org/answers/Journal_of_Discourses#Was_the_Journal_of_Discourses_one_of_the_.22standard_works.22_of_the_Church.3F George Q. Cannon, introducción al 8vo volumen de Journal of Discourses. George Q. Cannon, “Comments,” Millennial Star 42 no. 46 (15 November 1880), 724. (10 October 1880, General Conference) Brigham Young, “Texts for Preaching Upon at Conference—Revelations, etc.,” (6 October 1870) Journal of Discourses 13:264-264. John Dehlin, “Why People Leave the LDS Church,” (2008).