Days of Hate (2018) #006
Days of Hate es la historia de un Estados Unidos en un futuro cercano, donde la radicalización política detonó en una polarización extremista, con numerosos atentados luchando contra un estado que roza el totalitarismo. Aleš Kot nos da pequeños vistazos de cómo ha cambiado el escenario global. Tras una breve contextualización, somos lanzados en la acción y seguimos a los protagonistas y vemos el país a través de sus vivencias, percibiendo así un mundo completamente realizado que sirve como tapete para esta historia.
Amanda Parker y Arvid Nafisi son dos personas radicalizadas a raíz de violentas vivencias recientes, buscando desestabilizar el gobierno y la sociedad con una serie de ataques a puntos estratégicos. Paralelamente, Peter Freeman encabeza una investigación de la Unidad de Policía Nacional para materias de terrorismo doméstico, la cual busca encontrar y capturar a Amanda, su única sospechosa de diversos atentados, y para ello interroga a Huian Xing, ex-esposa de Amanda y única pista concreta.
La historia es una sucesión de pulsos psicológicos entre Peter y Huian, mientras Amanda y Arvid avanzan la acción en cada entrega a medida que vamos conociendo sus historias. Aleš Kot juega con Peter, así como con la percepción del lector, en una serie de mentiras sobre verdades que no permiten dilucidar si Huian y Amanda están realmente trabajando juntas o si Huian está traicionando a Amanda. Las sutilezas son la clave, y el guionista originario de República Checa las maneja con habilidad. Esta entrega es el cierre del primer arco y marca el ecuador de la serie.
Lo mejor son los diálogos. No es que hayan intercambios brillantes, no son conversaciones armadas como relojería suiza estilo Aaron Sorkin, ni hay frases para estampar en una polera o que vayan a redefinir la vida de algún adolescente por sus próximos cinco años mientras se siente especial y ajeno a sus pares; en cambio, tenemos simplemente diálogos… naturales, muy humanos, sinceros, cotidianos. Tal vez suene a nada, pero Kot tiene la habilidad de que sus personajes tengan una voz propia, creíble, que no viene filtrada por la intención de ser cool o “clever”.
Otro aspecto que disfruto es el rotulado del indio Aditya Bidikar, quien dibuja a mano los globos y recuadros en lugar de utilizar herramientas vectoriales, lo cual se ve poco hoy en el medio y me recuerda al trabajo del siempre excelente Sean Phillips. Otro que recuerda a ratos a Phillips es Danijel Žeželj, compatriota de Kot que hace un excelente juego con las sombras y un pinceladas duras, con líneas que esconden pequeños detalles que finalmente le dan vida a los personajes. La guinda de la torta es Jordie Bellaire, quien conjuga todos estos elementos en un espectáculo visual que no encontraremos en otra parte. A un vistazo rápido puede que se vea un trabajo tosco y descuidado, pero son los detalles que se observan al acercarse los que hacen la diferencia.
Todo esto se resume en que Days of Hate es una gran serie con un excelente equipo creativo detrás suyo. Una lectura recomendada para todos en general, pero especialmente para los que busquen historias que exploren la condición humana en los tiempos de hoy.
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