<!DOCTYPE html> Ay, Abnett… Tan poquito que avanzas. La historia se ve entretenida, pero — culpa de las historias de complemento — esta vez contó con apenas 15 páginas para continuar con lo suyo. Damn it, Marvel, si no es una cosa es otra. Los Guardians 1.000, 2.000 y 3.000 se acercan a lo que podría ser una explicación sobre el extraño fenómeno espacio-temporal en el que se metieron, pero la amenaza parece ser más de lo que los tres equipos galácticos pueden manejar. Aunque Dan Abnett se esfuerza por darle su espacio a cada personaje, manejar tres equipos en tan pocas páginas se torna dificultoso, y la historia sufre por ello. Además, la verdad Carlos Barberi no me emociona mucho, así que el balance aunque no es malo tampoco me deja demasiado satisfecho. Le tenía muchas ganas a esta serie, pero el desarrollo ha sido pobre y deja que desear. Aún no pierdo las esperanzas, quiero que esto mejore. Por otro lado tenemos la historia de complemento, de la mano de Darryl “DMC” McDaniels y Edgardo Miranda-Rodríguez. Sí, el de Run-DMC. Es una ligera historia de Groot y Ben Grimm en las calles de New York, en las calles que Ben — y Darryl — se crió y creció. Es una historia bastante inocente, de hecho me imagino una así viniendo en las cajas de cereales, donde el principal objetivo es dar un mensaje positivo al lector, en este caso el de respetar y apreciar tus raíces. A pesar de lo simple, logra cautivar con su encanto. Mención especial a la divertida portada de Gary Choo.Guardians of Infinity #003
Guardians of Infinity #003