<!DOCTYPE html> Un cagadero de risa es lo que nos trae esta miniserie de 4 números. Cuando ya estamos a la mitad de la historia tenemos un montón de situaciones, cada cual más ridícula, donde nuestros protagonistas se ven en el foco del público y los medios, sorprendentemente de forma positiva; todos los admiran, la gente los ovaciona y la prensa los ama. El peor duo de la historia se encuentra trabajando como superhéroes de arriendo (divertido cómo rodean el término “Heroes for Hire” de Marvel con adjetivos similares) y les va bastante bien. Mientras Quantum se encuentra enormemente feliz de por fin llevar la vida que siempre quiso, luchando por ayudar a las personas y hacer la diferencia mientras gana dinero por ello (a pesar que a veces sean casos un tanto dudosos), Woody se siente preocupado porque sabe que en cualquier instante arruinará el gran momento de su hermano, como siempre lo hace. Pero tras esta excelente racha se oculta entre las sombras una organización de ciudadanos que se han visto afectados de forma personal por la estupidez e incompetencia del par de superhéroes. Cada uno ha sufrido de alguna manera por culpa de ellos, ya sea perdiendo su trabajo, un ser querido o sufriendo un accidente. La buena voluntad de Quantum y Woody choca con su ineptitud a la hora de enfrentar a los malos y controlar sus poderes, y esta vez parece que les terminará pasando la cuenta… O puede que no, porque si Quantum y Woody son unos inútiles, las artimañas de quienes quieren hacerlos caer resultan en momentos delirantes, donde todo lo malo que podía ocurrir termina revertiéndose en algo positivo para ellos. Ni quedar mal les resulta bien. Los guiones de James Asmus son divertidísimos e ingeniosos, con constantes diálogos punzantes que explotan el sinsentido en el que se encuentran constantemente nuestros protagonistas. Y no hay que olvidar, entre ellos dos también se encuentra una cabra. Que es su padre. Y está embarazada. Yep. Steve Lieber, por otro lado, repite los aciertos conseguidos en The Superior Foes of Spider-Man, con gags visuales y easter-eggs por doquier, secuencias muy dinámicas y en general, un tono visual perfecto para esta serie. Sin duda es una de las lecturas más divertidas que se pueden encontrar hoy en día en el comic gringo. Completamente recomendado. Las apuestas se elevan en Imperium #2, mejorando lo visto en la primera entrega. Aquí conocemos a Gravedog, un nuevo operativo de los H.A.R.D. Corps de Project Rising Spirit, quienes están armando terroristas insurgentes para enfrentar a Toyo Harada y su Harbinger Foundation, que se ha tomado un pequeño territorio de Somalia y secuestrado el portaaviones USS George W. Bush, emputeciendo a los EE.UU., las Naciones Unidas y media África en el acto. Gravedog es el líder de un pequeño grupo de H.A.R.D. Corps, alguien frío y aparentemente falto de ambiciones, quien solo busca mantenerse con vida y realizar su misión. Pero tras esta fachada de desinterés oculta planes inesperados, que darán un giro al enfrentamiento, volviendo la situación cada vez más impredecible. El guionista Joshua Dysart se encarga de mostrar la actitud mundial ante los actos de Harada, donde nadie sabe qué hacer ante el poderoso psiot y sus pupilos, dispuestos a todo por defender su nuevo territorio y sus ideales. Esta desesperación los lleva a hacer tratos con el diablo, poniendo en duda ante el lector la legitimidad de la ONU y dándole credibilidad al militante actuar de la Harbinger Foundation. Mientras, Doug Braithwaite nos da paneles muy detallados y eficientes, si bien sigue sin convencerme su acercamiento a colorear sobre los lápices, sin pasar por tintas. Aún así las escenas de acción son bien conseguidas y logra dar dinamismo a potenciales páginas estáticas de conversaciones. Estoy seguro que con un entintador el arte se elevaría mucho más, pero aún sin esto el nivel es muy bueno. Imperium #2 se asegura que nunca sabremos con qué nos encontraremos al girar la esquina, algo que es de agradecer dado el nivel de realismo con el que se acercan a esta trama, donde política y superpoderes se entrelazan para ofrecernos un relato fascinante.MicroReseñas Indies 006
MicroReseñas Indies 006
Quantum and Woody Must Die! #001–002
Imperium #002