<!DOCTYPE html> Tradd Moore es todo lo que importa. Las páginas de apertura, con un histórico Samson masacrando toda una legion de filisteos son para quedar sin haliento. Ok, no del todo. The Strange Tale of Luther Strode fue el comic que inició la carrera en los comics de Justin Jordan. Desde entonces ha estado trabajando en DC Comics y haciendo más comics creator-towned. Su historia de un joven debilucho que, siguiendo el entrenamiento de un libro (“The Hercules Method”), se vuelve un ser hiper-musculoso, hiper-veloz e hiper-sensible a su entorno, pudiendo ver la composición muscular de las personas y más allá. La última vez que vimos a Luther Strode y Petra Dobrev fue en The Legacy of Luther Strode. 5 años después, nos reencontramos con ellos, con Petra vuelta una experta en el manejo de armas de fuego, mientras Luther parece haber ganado un control aún mayor de sus extraños talentos. Juntos deciden ir tras otros con talentos como él, para intentar hacerlos entrar en razón y detengan la carnicería. Lo que sigue es una serie de secuencias que no dejan otra opción más que arrodillarse a los pies de Tradd Moore. El guion se vuelve un conducto para que Tradd despliegue su talento, transmitiendo una energía apabullante, donde cada golpe se siente con firmeza y el dinamismo te contagia la euforia y velocidad de la acción. El coloreado de Felipe Sobreiro es perfecto sobre los lápices de Moore, compenetrándose en este arco como nunca antes lo hicieron en las dos miniseries anteriores. 40 páginas de contenido son una excusa para ver a Tradd hacer lo suyo la mayor cantidad de páginas posible, y este número lo logra. Ya llegaremos al meollo de todo este asunto, es claro que Jordan tiene una mitología construida que promete revelar por fin en esta última serie de Strode. Pero mientras, disfrutemos los lápices de Moore. Es como si el apellido viniera con talento. Se agradece que a Ales Kot le guste hacer guiones tan cabezones, siguiendo la idea de ciencia ficción donde la realidad en la que viven los personajes puede que no sea más que una simulación. Poco a poco Kot rompe la cuarta pared con sus personajes y de alguna manera se comunica con ellos de forma directa, dialogando con ellos desde “fuera” del relato mismo. Langdon Foss sigue una narrativa muy correcta, entrelazando la realidad aparente con la alteración que poco a poco va sufriendo esta misma. El velo de la realidad ya fue traspasado, pero lo que nos muestra no es la verdad misma, sino lo que posiblemente los protagonistas quieren que sea. ¿Pero quién dice que esta es una realidad menos válida? Jordie Bellaire da el toque final, como siempre coloreando de forma perfecta. kot apuesta a lo grande, expandiendo sus ideas en el material complementario que engrandecen este universo de ficción. Con solo dos números ya tiene una realidad completa en sus manos. Lo divertido será ver cómo poco a poco la vuelve pedazos.MicroReseñas Indies 011
MicroReseñas Indies 011
The Legacy of Luther Strode #001
The Surface #002