<!DOCTYPE html> Me pasó algo curioso con Onyx. Leyendo el prefacio entendí más claramente lo ocurrido el número anterior que leyendo el cómic mismo. Puede que la historia sea buena — y lo es — , pero desde el primer número que siento que a Chris Ryall le falta pulir más sus guiones, a ratos muy expositivos, a ratos un tanto confusos. Saliéndome de esto, que es la gran crítica que le tengo a la serie, la historia progresa rápidamente a un buen ritmo. Gabriel Rodríguez hace un excelente trabajo, y mi única queja es que Jay Fotos usa una paleta a ratos algo aburrida. Solo queda un número, lamentablemente. Considerando la trama de la historia quedaría cerrada, pero aún así cruzo los dedos por que a futuro veamos más de Onyx. Es un gran personaje, con potencial para más. 8House #005 genera muchas más dudas de las que ya teníamos, sin ninguna respuesta a cambio. Yorris se encuentra en un mundo extraño a causa del parásito oculto en la Curse Stone que utilizaron en ella. Esto nos lleva a conocer a Aulian, Yu-Reye y The Hyden. También conocemos a un grupo de pintorescos personajes, parte del manicomio donde fue enviada Yorris. ¿Cómo conecta todo esto con nuestro relato central? Lamentablemente, habrá que esperar hasta la próxima entrega, que lamentablemente no sale hasta el próximo año. El trabajo de Fil Barlow y Helen Maier es visualmente impresionante, al igual que en el número anterior, así que si bien no entendemos mucho de lo que ocurre al menos podemos disfrutar a concho cada página. El número trae como complemento una reimpresión de “Aquarine”, una historia corta publicada en Dark Horse Down Under #001 el año 1993. Barlow crea, improvisando página a página, un relato que evoca la mitología creacionista, con una suerte de diosa guardiana guiando a la humanidad y otorgándole el conocimiento para evolucionar como cultura. Intrigante historia de 8 páginas, con un arte hermoso. Un buen complemento para una, francamente, confusa historia. Mientras Tess Solomon planea una forma de liberar a Lord Vine-99 para que cumpla su objetivo final de eliminara a Toyo Harada, su madre Sasha, antigua miembro de la Vine Planting Liberation Army, le cuenta al resto de los vine plantings — y de paso a nosotros, el lector — cómo ocurrió el primer encuentro entre Harada y un Vine. El arte pasa de CAFU en el presente a Juan José RyP en el pasado, quien ha estado trabajando bastante para la editorial. Yo feliz. CAFU es cumplidor como siempre, haciendo un trabajo bastante correcto; por otro lado, Juan José nos muestra un relato crudo y violento, con la crudeza de las guerras en que ha intervenido Harada. Otro mes más que caigo ante los encantos de Joshua Dysart. ¡Qué gran guionista! Con el poco espacio que hay, creo que James Asmus hace un buen trabajo en reflejar la personalidad de cada uno de los protagonistas, manteniendo una coherencia temática con lo que hemos visto hasta ahora en el equipo. Recupera un cabo semi-suelto de las Armor Wars y se las ingenia para crear una amenaza con una presentación, desarrollo y desenlace satisfactorios en apenas 2 números, lo que no es menor. Por supuesto, no es el mejor número de la serie, mucho menos en el arte. Karl Moline y Mark Pennington no pasan del aprobado en cuanto a narrativa, a pesar de un resultado muy tosco, con líneas gruesas y figuras a medio definir. Pese a ello es un arte con personalidad, así que no todo es negativo. Ahora solo nos queda el número final de la serie, que promete ser extra-grande y cargado de humor. ¿Qué depara el futuro para el equipo Unity? Solo el tiempo lo dirá. La tensión crece cada vez más en Bloodshot Reborn. A un número del final de “The Hunt” el peligro asecha a Magic, mientras Ray intenta llegar a tiempo para ayudarla. Los detectives Festival y Hoyt descubren más sobre el pasado de Bloodshot y consiguen una pista que los lleva al último objetivo, pero ¿podrá Ray llegar a tiempo antes que ocurra un desastre? En el apartado artístico Butch Guice mantiene un buen trabajo, pero más desprolijo que el visto en el número anterior. La química con los colores de David Baron no es mala, pero de nuevo, podría ser mejor. El gran mérito de Guice es que hace personajes creíbles, figuras con gravitas, lo que suma muchísimo al trabajo de construcción que hace Jeff Lemire. El número tiene muchas revelaciones sobre los orígenes del Project Bloodshot, pero que curiosamente poco y nada afectan sobre lo que nosotros como lectores percibimos de nuestro protagonista. Aún no sabemos su verdadero origen, quién fue en su vida pasada ni cómo llegó al proyecto, y tampoco creo que sea realmente necesario averiguarlo. Lemire ha sabido jugar con esto de forma que el misterio y las motivaciones de Ray se mantengan relevantes para el lector, e incluso ahora que Magic y él mismo saben la verdad, nosotros seguimos sin conocerla… y la lectura no se ve afectada en absoluto. No tengo idea cuándo nos revelarán finalmente estas verdades, pero a diferencia de lo que pensaba en la etapa anterior del personaje, bajo la pluma de Lemire no estoy apurado en conocerlas. Gran serie. Grandes autores. Si aún no la lee, no sé qué mierda espera.MicroReseñas Indies 042
MicroReseñas Indies 042
Onyx #003

8HOUSE #005
“YORRIS Part II”

Imperium #010

Unity #024

Bloodshot Reborn #008
