<!DOCTYPE html> Un número mudo cargado de energía y sangre, eso es lo que nos entregan Jonathan Hickman y Nick Dragotta. La sincronía de Dragotta con el colorista Frank Martin permiten que este número resulte tan bien como lo hace. Básicamente es un gusto que Hickman y Dragotta se dan, pues si bien hace progresar la historia — sin duda habrán graves consecuencias tras los hechos de este número — , perfectamente podrían haber contado lo mismo en un par de páginas. Pero que esto sea así no significa que el número no valga la pena, al contrario; la habilidad narrativa de Dragotta es todo un goce que te deja con ganas de mucho más. No hay mucho más que agregar, ni siquiera Hickman se atreve a estorbarle a su compañero. Simplemente quedo enormemente ansioso por leer próximo número. Qué grande es East of West. Dos números atrás la historia comenzaba con fuerza y viendo la segunda parte aquí, este arco tiene un gran potencial. Explotando el potencial de los multiversos, enriqueciendo a los personajes y dándoles una mirada fresca desde un punto de vista diferente. Las ideas de Zac Gorman son un tanto clichés, pero su misma naturaleza son parte del chiste; de hecho, aprovecha la personalidad de Rick para burlarse de ellas. CJ Cannon hace un buen trabajo como siempre, aunque debo decir que la mirada al interior de la Rebelión se sintió algo decepcionante… no sé si esa fue la intención de los autores o simplemente no les resultó. Como sea. La historia de complemento es breve y directa, con una curiosa reflexión sobre la vida y la muerte, con Marc Ellerby en los lápices. Lo mejor del cómic es que nos permite sobrellevar mejor la enorme espera que tenemos por delante para la próxima temporada. Que siga por muchos números más. Casi un año tuvimos que esperar para que llegara una segunda miniserie de Doctor Mirage. De la mano de Jen Van Meter, Roberto De La Torre y David Baron, el mismo equipo de la primera miniserie, por fin tenemos la continuación de las aventuras del matrimonio de Shan y Hwen. Al final de la miniserie anterior, Shan lograba recuperar el espíritu de su fallecido esposo Hwen; ahora, ayudados por su manager, buscan un pergamino que tendría un ritual para que el espíritu de Hwen pueda ser tangible y así marido y mujer puedan volver a abrazarse una vez más. Pero las cosas se complicarán cuando una copia del pergamino oculte más de lo que nuestros héroes esperan. La relación entre los personajes es muy entretenida, tienen una química sumamente natural, realmente se sienten como una pareja trabajando junta, a pesar de su estado actual. Los aspectos esotéricos también están muy bien llevados, incorporándolos de forma lógica en la trama, sin restregarte términos rimbombantes en la cara solo para simular una erudición ficticia; a Doctor Mirage, lo que diga le crees. Respecto al arte, la escena de la boda es un tanto confusa en cuanto a narración visual, pareciera que Roberto De La Torre no quiso preocuparse demasiado al respecto y a ratos perdía el foco de atención en cada viñeta. De entrada me chocó lo poco prolijo de su trabajo, al menos en las primeras páginas; su estilo se caracteriza por tener cierta suciedad y poca definición intencional, pero la gracia es equilibrar esto con un resultado satisfactorio, y aquí no siempre lo cumple, algunas viñetas parecen bosquejos sin terminar. Con todo, De La Torre sigue siendo un buen artista y el balance final resulta positivo, los personajes se ven interesantes, fluyen a través de la página y sus expresiones son naturales; cuando le sumas los colores de David Baron el resultado final es, dentro de todo, satisfactorio. Al final del día, es un bienvenido retorno de Shan Fong-Mirage. Van Meter y De La Torre prometen una nueva entretenida miniserie. Increíble final para “The Hunt”, un número cargado de acción, sangre, pólvora y una excelente caracterización de personajes. Los puntos fuertes de Jeff Lemire son llevados con estilo a través de cada página, haciendo incapíe en la redención de Ray Garrison, su sacrificio al asumir el manto de Bloodshot y el apoyo que significa Magic para él, mientras la detective Festival queda en medio del fuego cruzado. Partamos por lo negativo. Butch Guice pierde la precisión de los primeros números, lo más seguro por los plazos de entrega, lo que resulta en figuras y detalles con un acabado un tanto descuidado. Guice es preciso en las poses y expresiones, sin fallar en proporciones anatómicas, por lo que el único gran problema es la definición final. El arco de la detective Festival queda a medio camino, esperemos que para ser retomado en historias futuras. Es un personaje con una historia atractiva y con potencial para buenas historias. Lemire le da un cierre satisfactorio a este arco, que si bien puede resultar un tanto predecible, es coherente con el desarrollo de nuestro protagonista en estos nueve números. Es interesante que con lo poco que cambia Lemire del personaje logra darle una identidad mucho más humana y fácil de empatizar, a pesar de seguir siendo a grandes rasgos el mismo de siempre. Son los detalles los que hacen la diferencia. Ahora se viene “The Analog Man”, un arco ambientado en el futuro y se ve la raja. ¡Que llegue pronto! Las piezas del dominó comienzan a caer en un espectacular cierre al arco actual. New Japan y Father se enfrentan al ataque decisivo y simultáneo de distintas facciones en diversos sectores de la megalópolis flotante, con consecuencias impactantes. Algo que me llama la atención de las decisiones tomadas por Matt Kindt es el poco protagonismo que tuvo Rai en este tercer arco. Puede que la serie se llame Rai, pero el número de personajes involucrados es considerable, tomándose su tiempo para profundizar de forma homogénea en todos. Por otro lado, la evolución del trabajo de Clayton Crain es notable, ganando confianza y soltura número a número. Su estilo digital es perfecto para la historia, e incluso en ambientes naturales logra desenvolverse con soltura. Otro potente final de arco argumental en Rai, cerrando “The Orphan” en una nota alta y dejándonos con el tremendo cuello hasta abril del próximo año, cuando la editorial lance el evento del año: 4001 A.D. Primero, quisiera aclarar que mi compañero Zombi Rodros ya reseñó varios de estos cómics por aquí. Este soy yo poniéndome al día con mi querida editorial. Otro poderoso final — esta semana me tocó revisar muchos finales — nos deja Valiant. Esta vez también es el final de la serie, quedándonos con una bonita maxiserie de 12 entregas y un futuro Deluxe que ya veo tirando pinta en mi librero. Fred Van Lente cierra de forma redonda un relato emocionante, lleno de energía, imaginación y humor, pero sobre todo de poderosos momentos emotivos entre los protagonsitas Ivar Anni-Padda y Neela Sethi. El guionista se desenvuelve con naturalidad entre la comedia, acción y drama, cambiando entre éstas con una facilidad refrescante. El trabajo de Pere Pérez se mantiene en correcto, ya que no destaca en ninguna característica en especial, pero tampoco tiene ningún problema particular. Sus personajes son, por decirlo de alguna manera, perfectos en su simpleza. Probablemente lo que mejor trabaja Pérez sean las expresiones, lo que sin duda es un agregado importante en los momentos emocionales a la vez que permite venderte de mejor manera las bromas. Ahora, Van Lente se nos va de la editorial. Esperemos que vuelva pronto, para seguir narrando las aventuras de los hermanos Anni-Padda. Se extrañará su buen sentido del humor y sensación de la aventura. Segunda entrega de las aventuras del Eternal Warrior en el otro mundo, el lanzamiento del momento en la editorial. La historia avanza muy poco, pero a cambio profundiza en el pasado de Gilad y su familia, el peso emocional que cada integrante carga y lo difícil que es la odisea que espera a nuestro héroe, no solo por los monstruos a los que deberá enfrentarse, sino por los sacrificios que deberá hacer para regresar al mundo de los vivos y seguir luchando por un mundo mejor. Gilad Anni-Padda se perfila como el héroe definitivo, dispuesto a renunciar a una vida en su paraíso personal y atravesar el mismo infierno con tal vez luchar por los demás. Antes ya me resultaba un personaje interesante, ahora tiene todo mi respeto y admiración. El arte secuencial de Raúl Allén — asistido por Patricia Martín — destaca nuevamente, cargando la mayor parte del peso narrativo con viñetas mudas y transiciones elegantemente ejecutadas. La mayor parte de la información, sobre todo emocional, nos llega a través del arte; si les gusta el estilo de David Ajá, tan de moda últimamente, entenderán más o menos por dónde van los tiros. Un buen guion sumado a un impecable trabajo artístico no dejan lugar a dudas, Wrath of the Eternal Warrior es una lectura más que recomendada. Ansioso por leer más. Joshua Dysart continúa impresionándome con una historia arriesgada y brillantemente ejecutada. El imperio que construyó Toyo Harada se vino abajo cuando los Renegades de Peter Stanchek lo expusieron a todo el mundo; ahora, su jugada final se ve en peligro cuando debe entrar en su bóveda de sueño por 24 horas y los Vine Plantings toman la oportunidad para desatar a LV-99 y desplegar un ataque a gran escala en su contra. El castillo de cartas de Harada tiembla peligrosamente. Las páginas de CAFU son bastante buenas, en general es un narrador visual correcto y en la primera mitad del número se mantiene contenido en un estilo muy simple; pero cuando Sasha comienza su plan y desata a LV-99, CAFU lo hace con él. La acción, destrucción y energía en las últimas viñetas son emoción pura. Lo mismo ocurre con los lápices de Juan José RyP, su representación de LV-99 es brutal, retratando la naturaleza salvaje del monstruo Vine. Con otra excelente entrega, Imperium se mantiene como mi serie favorita de la editorial Valiant y una de mis lecturas imperdibles. [/sucolumn] Comienza “Operation: Deadside”, el nuevo arco argumental de Ninjak. Tras perder a 20 hombres en una misión al Deadside — una dimensión donde vagan los muertos, espíritus errantes y otros seres diabólicos — el MI-6 le encarga a Ninjak que se aventure para recuperar un activo robado por una criatura mágica. La premisa es excelente, principalmente porque vaticina el esperado regreso de Shadowman tras su última miniserie a mediados del 2014. El número está narrado por Neville Alcott mientras entrega en retrospectiva a sus superiores los detalles de la misión realizara por Ninjak, acompañado de una “especialista” en la materia, Punk Mambo, hechicera vudú creación de Peter Milligan durante su breve etapa en Shadowman. Lamentablemente, este recurso narrativo resulta en una historia un tanto fría, restándole emoción a las acciones a medida que las va contando Alcott. Pero no todo está perdido, la historia en sí misma es entretenida, el arte de Doug Braithwaite es realmente excelente — logra un mucho mejor acabado en lápiz que sus últimos trabajos, que sufrían con la falta de entintado — y la química entre los personajes da para mucho. Como historia de complemento en los ya clásicos The Lost Files tenemos “The Legend of the Magpie”, narrándonos la leyenda de un ser que busca artefactos de poder en el Deadside para Master Darque… El destino de Shadowman tras la miniserie End Times. El arte de Juan José RyP, a estas alturas un habitual en Valiant, es como siempre excelente, con un nivel de detalle muy enriquecedor. El nuevo diseño de Shadowman se imponente en sus lápices, muy cargado a lo tribal y alejado de la simpleza y elegancia del diseño tradicional. El balance final es bastante positivo. La historia central se siente un tanto blanda por el tipo de narración empleado, pero esperemos que el próximo número se afirme con más dosis de acción. Pero lo que realmente esperamos es otra cosa: que Ninjak se cruce con Shadowman. Can’t wait!! Sentimientos encontrados. Es lo que mejor resume esta entrega. Como número final de la serie, la editorial decidió armar una antología con varias historias breves realizadas por distintos autores, conmemorando a los personajes y el concepto de Unidad. Comenzando por Quantum & Woody y pasando por Eternal Warrior, Livewire, Ninjak y X-O Manowar, son historias breves cargadas de humor y compañerismo. Hay tantos estilos diferentes que cuesta destacar uno. Probablemente con los que más me reí fueron las intervenciones de Daniel Kibblesmith y Karl Moline, con chistes de una página estilo documental educacional con nuestros héroes incentivando a niños a conductas cuestionables. Lo genial es que con tanto autor hay para todos los gustos, de verdad creo que es difícil que no les agrade este número. Pero lo mejor del número es el broche de oro con el que cierra un número, una historia escrita e ilustrada por Matt Kindt, guionista de la serie. Es su emotiva despedida a la serie, los personajes y sobre todo a los lectores. El número se puede leer sin problemas sin haberse leído los números anteriores, así que los invito a echarle un vistazo a la muestra de talentos y personajes que representa este número. Es una entretenida y agradable presentación un lector novato. Hasta pronto, Unity.MicroReseñas Indies 047
MicroReseñas Indies 047
East of West #022

Rick and Morty #009

The Death-Defying Doctor Mirage: Second Lives #001

Bloodshot Reborn #009

Rai #012

Ivar, Timewalker #012

Wrath of the Eternal Warrior #002

Imperium #011

[/surow]Ninjak #010

Unity #025
