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MicroReseñas Indies 069


MicroReseñas Indies 069

The Legacy of Luther Strode #006

El enfrentamiento final entre Luther Strode y Cain, ese que nos han estado prometiendo desde el final de la primera miniserie, por fin ha llegado. Curiosamente, es menos sangriento de lo que esperaba — de eso se encargó el número anterior — pero no por eso menos espectacular. Lo interesante es que la vertiginosa pelea es la comparsa para el trasfondo de esta historia: Luther Strode, creyendo necesitar ser mejor por fuera, se convirtió en esta máquina de matar que lo llevó por un camino sangriento y oscuro, solo para darse cuenta que el verdadero cambio debía ser interior, momento en el que comienza su camino de redención. El mensaje final de Justin Jordanes que, para volver al mundo un lugar mejor, uno debe ser mejor. Podemos ser mejores, y con nuestro ejemplo influiremos en nuestras personas alrededor nuestro.

Sí, curioso mensaje para una historia llena de músculos, peleas a muerte y galones de sangre. Pero todo esto fue accesorio para la evolución de Luther, pasando de un flacuchento víctima de bullying en el colegio a esta imparable máquina de matar, para finalmente cambiar desde su corazón. El final de Cain tiene su cuota de justicia poética, a pesar de que realmente esperaba eso no lo hubiera matado y se volviera a levantar.

Debo decir, aunque la historia tiene una cuota de intriga y mitología que la hacen entretenida, lo que realmente me enganchó a la Saga de Luther Strode es el impresionante trabajo de Tradd Moore. Su estilo visual, su trazo pulcro y orgánico, su dinamismo y energía, su excelente narrativa visual, todos estos elementos se unen para entregarnos un trabajo único y visualmente disfrutable. Estoy convencido que la asombrosa labor de Moore es capaz de soportar hasta el guion más mediocre y hacer de él una experiencia increíble. ¿Qué onda con este apellido que engendra a tantos genios en el mundo del cómic?

Un final satisfactorio para una entretenida saga, a la altura de lo que había entregado hasta la fecha. Ahora, ¿con qué nos deleitará Tradd Moore?


Tokyo Ghost #007

Cuando Mr. Flak se prepara para irse con un selecto grupo y abandonar New Los Angeles, Debbie, apodada como Tokyo Ghost, deja caer su ataque al barco tematizado en “El Espíritu de Tokio”. Pero mientras el Constable Led Dent intenta darle caza tras haber sido ciegamente convencido que Debbie fue quien acabó con todos en Tokyo, ella se infiltra en la habitación de Flak. A pesar de sus objetivos justicieros, sus acciones podrían ser su perdición cuando el hacker Davey Traumaentre en escena.

El excelente trabajo de Sean Murphy junto a los colores de Matt Hollingsworth han sido una constante en esta serie, entregándonos visuales ingeniosas de este futuro distópico, cargado de picardía al retratar a una humanidad sumida en sus propios vicios y perversiones. Sus excelentes tintas nos mantienen en las sombras de una sociedad falta de sensibilidad, donde las luces y colores de la tecnología no son más que adornos para una empañada cáscara sin vida. El trazo fino y meticuloso nos entrega un hermoso y desesperanzador retrato de un indeseable futuro.

Acompañando a Murphy, los guiones de Rick Remender están cargados de sorpresas y giros en cada vuelta de página. Su habitual pesimismo se ve maximizado en esta historia, con nuestros protagonistas víctimas de un mundo que se fue hace rato al carajo, intentando cambiarlo desde dentro y sufriendo en cada paso.

Cuando parece que Tokyo Ghost verá su fin en tres números más, Remender sube las apuestas en la recta final. Conociéndolo, deberíamos prepararnos para lo peor.


East of West #026

Se podría decir que no pasa mucho en este número. Tras varias entregas en que nos prometen el encuentro de The Chosen para escuchar una nueva profecía, finalmente vemos a todos llegando al punto de reunión. Y eso es todo. Pero como es habitual con Jonathan Hickman, bajo esta simpleza encontramos un trabajo de personaje tan entretenido como intrigante, pues las personalidades de los Elegidos son explosivas, siempre tramando algo y manipulando a los demás a su conveniencia. El choque de todas estas personalidades es lo que vuelve a este número tan entretenido, y es solo el comienzo. El cierre de este número así lo demuestra, cuando vemos a Bel Solomon y The Ranger llegar. Nada bueno saldrá de esto.

Por otro lado, tenemos a Death buscando a su hijo, Babylon. La cobardía de Hunter termina costándole la vida, pero sus acciones tendrán importantes repercusiones: ha enviado a cuatro de los mejores mercenarios disponibles a matar al hijo de Death.

Un número sin acción, íntimo si se quiere, que refuerza lo que ha destacado siempre en la serie: los personajes. Si a esto le sumamos un siempre excelente Nick Dragotta en los lápices, no hay dónde perderse.


Imperium #016

El fin de “Stormbreak” profundiza en la relación de Toyo Harada con Amanda McKee a.k.a. Livewire. Ya sabíamos que Harada había acogido a Amanda desde pequeña, volviéndose su protegida y favorita desde el principio, por lo que el quiebre de relaciones de parte de Livewire con Harada, la Harbinger Foundation y su sueño, siempre ha sido un tema delicado y doloroso para ambos. Más interesante aún es enterarnos que Amanda aún cree en Harada, pero que siente se ha llevado al límite al verse acorralado y realizando decisiones precipitadas. Convencida que su camino actual lo llevarán a su autodestrucción y a una potencial Tercera Guerra Mundial, su enfrentamiento final tiene una capa emocional poderosa y trágica.

Al mismo tiempo, Harada está convencido que su misión le hará un bien al mundo, arrebatándoselo de las manos de aquellos incompetentes que nos mantienen en la mediocridad. Pero para ello hará lo que sea necesario, y durante esta serie lo ha dejado más que claro. Las medidas que toma para detener a Livewire son sucias, no se detendrá ante nada ni nadie, ni siquiera ante su querida Amanda.

Por otro lado, también conocemos un poco más de Mech Major, o como le gusta llamarse a sí mismo, Sunlight on Snow. Su desarrollo interno — lo más cercano a un desarrollo “espiritual” que una máquina podría tener… because sci fi — es tan complejo e intrigante como frustrante, cuando pensamos que Harada lo tiene completamente aislado del internet y cualquier otra red que le permita interactuar con sus símiles; al igual que con LV-99, Mech Lajor es un monstruo aislado, obligado a obedecer los antojos de un megalomaniaco superpoderoso.

La cuidada labor de Joshua Dysart continúa impresionándome. Sus guiones son inteligentes, meticulosos, pero por sobre todo, impulsados por los personajes. La ambición de Harada es el motor central de toda esta historia, que se desarrolla alrededor de una colección de personajes sumamente ricos en profundidad, con sus propios conflictos internos, motivaciones y visiones de lo que esta cruzada significa para ellos y el mundo.

Lamentablemente para mí, Khavi Evans se encargó de este arco, un artista que me parece muy limitado en recursos. El uso de fotografías con filtros de Photoshop para retratar el océano, barcos y aviones demuestran una carencia importante por parte de Evans, dejando en claro que probablemente no era el artista adecuado para este tipo de encargo. A pesar de esto, hay que reconocer que el trabajo con los personajes es relativamente satisfactorio; sí, Khari Evansmantiene sus tics al dibujar bocas pequeñas y mejillas hinchadas, pero las expresiones de los personajes transmiten las emociones correctas, algo esencial en una historia tan emocional como esta.

El balance final por suerte es positivo. Ignorando las falencias artísticas la unión de un excelente guion con unos personajes expresivos logran concretar una intrigante historia, con una cuota muy personal para los involucrados.


Bloodshot Reborn #013

¡¡PUTA MADRE LA WEA BUENA!!

Ejem…

Ninjak y Bloodshot se dirigen a Los Angeles para enfrentarse finalmente a The Man in the Tower e intentar detener el avance del goo tecnológico que se ha apoderado de la ciudad costera. Pero cuando extraños recuerdos comienzan a bombardear la fracturada mente de Ray Garrison, su lucha se volverá interna. ¿Quién es el Hombre en la Torre? ¿Y qué relación tiene con Bloodshot?

Desde el comienzo, el arco “The Analog Man” nos ha presentado un futuro distópico con varios misterios en posición, los cuales han ido in crescendo junto a la tensión de la historia. Aquí finalmente tenemos la resolución de casi todos estos misterios, develándose poco a poco a medida que uno va avanzando en cada página; los flashbacks que parecen no calzar con lo que conocemos van aumentando en intensidad, mientras el caos se va apoderando de las páginas.

El trabajo que ha hecho Lewis LaRosa en las tintas — asistido por Stefano Gaudiano — ha sido increíble, manteniendo el excelente nivel artístico que ha tenido la serie hasta ahora. El coloreado de Brian Reber sobre los grises de LaRosa es otro acierto visual, permitiéndonos navegar a través de la narración en varios niveles, realizando un contraste de colores entre los incendiarios flashbacks y la frialdad del presente.

Por otro lado, se nota que Jeff Lemire ha desarrollado su historia con sumo cuidado, plantando semillas en cada arco y conectando todo en una progresión lógica. ¡Y lo mejor de todo es el final! No diré más, porque la emoción y sorpresa de este número han sido geniales, lo disfruté como cabro chico y espero que cuando lo lean — porque si no lo hacen, no sé por qué están perdiendo su tiempo aquí 😠 ¡partieron a leer! — lo disfruten tanto como yo — y mi compañero Zombi Rodros — .

“Bloodshot Island”, come get some!


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