<!DOCTYPE html> A pesar que no he disfrutado esta nueva vida que están teniendo los Guardians tras su taquillero debut en la pantalla grande, quise leer The Black Vortex: Alpha #001 con buenos ojos, buscando las bondades de su propuesta. Lamentablemente, no encontré ninguna. El cómic se siente sumamente cliché en su planteamiento, en su desarrollo y en su cliffhanger. De punta a cabo, no me sorprendió nada. Bueno, hay una cosa que me agrada: el nuevo traje de Gamora, que se siente mucho más fiel al que estuvo usando durante la etapa de DnA a la vez que se aleja de los prototipos de fémina letal semi-desnuda en la dirección correcta, pero por la naturaleza de su origen temo que no dure mucho. Tal vez con eso logren sorprenderme, conservando el traje. Pero si un traje es lo único bueno que rescato de un cómic, estamos mal… Menos mal el artista es Ed McGuinness, que aunque tenga un ejército de entintadores y a Kris Anka supliéndolo en varias páginas (¿en serio, Ed? ¿te toca el lanzamiento de un crossover y ya necesitas ayuda?) su trabajo siempre luce bien. Pero no solo falta de interés sufre este primer número, sino que su ritmo es accidentado, llevándonos desde una historia en el distante pasado, narrándonos el misterioso origen del Black Vortex, al presente con Star-Lord explicando el problema que tienen entre manos a los X-Men y los Guardians… quienes se reunieron más o menos de la nada. Sam Humphries desperdicia páginas en diálogos “chistosos” e innecesarios o splash-pages, mientras debe condensar otras cosas más relevantes, como la reunión de ambos grupos y una discusión más profunda sobre su situación… todo por un par de chistes a costa de Rocket Raccoon, Groot y Iceman. Lamentable. A pesar de todo, debo reconocer que despierta mi curiosidad cómo progresará la historia, por lo que me mantendré expectante por lo que puedan ofrecer entregas futuras. Veremos. La portada deja una cosa clara: el Universo Ultimate es el foco de este número, comparativamente más calmado que los anteriores, llevando la historia poco a poco a su destino. Por una parte tenemos a Ultimate Reed… no he seguido su evolución actual, pero bajo la pluma de Jonathan Hickman en su corta estancia en The Ultimates resultó un personaje realmente fascinante; aquí U-Reed se perfila como un importante jugador en este Juego de Mundos, del cual los imperios galácticos del Universo 616 acaban de tomar consciencia. Hickman poco a poco está moviendo las piezas del tablero para la jugada final: “Secret Wars”. Visualmente es un cómic con un buen ritmo narrativo, ocultando lo lento que son realmente los hechos. Esto, junto a los siempre afilados diálogos del californiano, consiguen que un número algo escueto en sucesos se sienta contundente, especialmente por el par de revelaciones que carga. Mike Deodato ha sido uno de los tantos artistas habituales en la etapa vengadora del guionista, así que nos encontramos con un arte consistente y unas figuras imponentes, con la impecabilidad habitual del artista brasileño. Creo que a estas alturas no les estaré contando nada nuevo: Hickman entrega otro número sólido, pavimentando el camino a la incursión final.MicroReseñas Marvel 002
MicroReseñas Marvel 002
Guardians of the Galaxy & X-Men — The Black Vortex: Alpha #001
“The Black Vortex: Chapter 1"
Avengers #041