<!DOCTYPE html> Tras los blandísimos tie-ins con “AXIS”, donde lo único interesante que ocurrió fue la resurrección de Cassie Lang… ¡y nadie lo tomó en cuenta!, en Avengers World #017 nos situamos antes del salto de 8 meses que tomaron las series vengadoras de Jonathan Hickman. Este número se centra en Izzy Kane a.k.a. Smasher y Sam Guthrie a.k.a. Cannonball, la joven y esperanzadora pareja que Hickman nos presentó durante su épica “Infinity”. Para los que estén al tanto con Avengers y New Avengers, aquí nos enteramos cómo es que ambos vengadores se encuentran en el Imperio Shi’ar al empezar “Time Runs Out”. Es un relato ligero, una historia unitaria de manos de un ascendente Frank Barbiere que aprovecha un cameo de los Starjammers para meterle más contenido a un guion algo débil, principalmente en las motivaciones iniciales de Izzy. El lado más fuerte se encuentra en el arte de Marco Checchetto, siempre una carta segura. Unas dosis de acción, algo de desarrollo para la relación y futuro de estos personajes y un arte de calidad sostienen esta entrega un mes más. Próximo número: Sunspot. A ver… Problemas. Legendary Star-Lord #009 sufre de las dolencias clásicas de un crossover: falta de un desarrollo real y consciente de los hechos, en lugar de una simple concatenación de situaciones; números entre series intercambiables, homologándose entre las involucradas sin aportar señas propias de identidad al conjunto; un ritmo acelerado y a tropezones, sin tiempo para la reflexión o contemplación realista de parte de los personajes; y consecuencia de esto último, los personajes se convierten en meras fichas en un tablero que los lleva del punto A al punto B para avanzar la trama, entre otros problemas formales. El arte de Paco Medina es impecable, lo único que no me convence es el coloreado de Juan Vlasco, pero en términos generales funciona. Tema aparte son los rediseños de varios personajes, que de seguro levantarán muchos comentarios negativos pero que por la naturaleza del crossover tienen toda la pinta de ser temporales (aunque la verdad, desearía que el de Gamora se quedara). Pese a todo, esta entrega se siente mucho más equilibrada que The Black Vortex: Alpha #001 del mismo Sam Humphries, a quien le quedó grande la tarea de presentar todo en un solo número. Aquí se le ve algo más cómodo, a pesar que el elenco innecesariamente numeroso se nota más un estorbo que un plus. En definitiva, un número modelo de crossover, con todo lo malo que uno podría esperar… y aún así sosteniéndose en un mínimo aceptable. Quién lo diría, la serie que tenía la pinta de ser la más “challa” de los recientes spin-offs de los Guardians of the Galaxy ha resultado ser probablemente la mejor equilibrada. El humor que Skottie Young imprime en sus guiones calza perfecto para Rocket Raccoon (personaje y serie). Es un buen equilibrio entre el ácido humor de Keith Giffen en su reintroducción al personaje y la desenfadada interpretación de Bradley Cooper, sin caer en los excesos de ninguno y que creo dejará a los fans de los cómics y las películas satisfechos por igual. Cómo no, tenemos el ya imprescindible “I am Groot” ocasional, del cual por suerte Young sabe no abusar. De hecho, en este y el número anterior Groot queda fuera de la acción (aunque permanece central en el motor de esta historia) y pasamos a acompañar a Rocket junto a Jink, una guerrera del gélido planeta en que se desarrolla esta historia. Young es suplido en la mesa de dibujo por Filipe Andrade, un excelente artista que junto a los colores del habitual Jean-François Beaulieu logra imprimir su propio estilo a la serie sin desentonar con el de Skottie. Poseedor de un pincel muy expresivo, logra que momentos de quietud y mera conversación mantengan tu interés, retratando un escenario familiar a la vez que ajeno, siempre recordándonos que estamos en un planeta lejano al nuestro. Las escasas escenas de acción están muy bien tratadas, poniendo énfasis en el impacto y dinamismo de los golpes más que en la narrativa secuencial misma, logrando efectivas páginas rompedoras con el ritmo visual general. Me molestó el pseudo-retconeo sobre la primera vez que se conocen Groot y Rocket, insinuando que fue en una ocasión diferente a lo visto en Annihilation: Conquest — Star-Lord, pero creo que puedo vivir con ello. Creo. En definitiva, un relato en dos partes bien construido y con un apartado artístico de lujo. Honestamente, si Andrade se quedara en lugar de Young no me quejaría en absoluto.MicroReseñas Marvel 004
MicroReseñas Marvel 004
Avengers World #017
Legendary Star-Lord #009
“The Black Vortex: Chapter 3"
Rocket Raccoon #009