<!DOCTYPE html> Sin reino. Sin reina. Sin heredero. Sin haber leído (aún) la serie Inhuman, este número cero cumple su trabajo en presentarnos a Blackagar Boltagon como un rey caído en desgracia. Tras los eventos ocurridos en “Infinity”, la ciudad flotante Attilan fue destruída y las Nieblas Terrígenas esparcidas por todo el mundo, dando inicio a una nueva era para los Inhumanos, narrada en la serie Inhuman. Black Bolt va en busca de su hijo perdido, encontrándose en el camino con Kang the Conqueror, a mi gusto uno de los mejores villanos del Universo Marvel. Si es lo que nos encontraremos en la serie regular, me anoto con entusiasmo. Tras colaborar con el guionista en la reciente muerte de Wolverine, el aclamado Steve McNiven se encarga de este número (extrañamente, no pude encontrar confirmación si se haría cargo de la serie regular, pero lo dudo mucho). Mostrando su nivel habitual nos entrega unas páginas bastante atractivas, especialmente cuando entran Medusa y Kang en escena. Pero más allá de esto no hay una dirección clara. Sabemos que Black Bolt es parte de los Illuminati y debe lidiar con el inevitable fin del multiverso junto a su hermandad ya-no-tan-secreta, además de las repercusiones que su decisión durante “Infinity” causó en su gente y su familia… ¿Pero qué viene ahora? ¿Qué es lo que veremos junto al Rey Inhumano? ¿Es acaso su camino hacia la redención frente a su pueblo? ¿Es la búsqueda de aceptación ante su familia? ¿Busca proteger a su expandida raza desde las sombras? ¿Qué? De todas maneras Charles Soule nos ofrece un buen guion, presenta algunas interrogantes y nos deja un interés por seguir a Black Bolt. Ahora dependerá de la dirección que tome para poder juzgar si su acercamiento es el acertado o el buen sabor de boca se diluye en un amargo recorrido futuro. ¡Grata sorpresa! Un muy divertido número inicial con olor a nostalgia que da gusto. “Ultron Forever” es una historia consistente en tres one-shots: el presente Avengers: Ultron Forever #001, seguido de New Avengers: Ultron Forever #001 y finalizando con Uncanny Avengers: Ultron Forever #001. A la espera de las otras dos, la primera parte resulta ágil en su desarrollo, presentando rápidamente a los protagonistas, la razón de su extraña reunión y el problema a vencer. Los fieles seguidores de Jonathan Hickman (y de mis MicroReseñas ¿?) recordarán que durante el arco “Original Sin” de la serie Avengers, el bueno de Steve Rogers recobraba su memoria y enfrentaba a Tony Stark, terminando en un viaje temporal a causa de la Time Gem. Uno de sus paraderos temporales era un futuro donde Ultron dominaba el mundo, y es el escenario que utiliza como base para esta historia Al Ewing. Un misterioso Doctor Doom recluta a varios Avengers de distintos momentos en el tiempo, para que lo ayuden a defender a los refugiados y detener a Ultron. Lo más interesante del número es la interacción entre estos personajes de distintas épocas, especialmente un conmovedor momento entre ambos Thor, presente y pasado. A propósito de Thors, no es casualidad que este ecléctico equipo tenga a dos Dioses del Trueno, como veremos al final de esta entrega. En el apartado gráfico tenemos a un Alan Davis en plena forma, quien debe ser uno de los artistas ochenteros que mejor se mantiene a día de hoy (sorry, John Byrne). Es precisamente Davis quien aporta la cuota nostálgica con su grafismo tan propio de los ochenta, logrando que una historia que podía parecer caprichosa y alocada se valide en la historia Marvel, otorgando así gravitas al relato. Y es que otra de las inspiraciones de esta historia es sin duda Avengers Forever de Kurt Busiek, Roger Stern y Carlos Pacheco. Cuando comencé a leer este número no esperaba nada y al terminarlo quedé muy satisfecho. Es una lectura muy divertida que se enriquece de la historia Marvel, posee un ritmo enérgico y tiene varios hallazgos que, en definitiva, vuelven Avengers: Ultron Forever #001 un cómic que vale la pena leer. Como era de esperarse, este número ofrece más respuestas a algunas de las interrogantes que van quedando. Por fin sabemos qué ocurrió con Tony Stark tras la derrota de Namor y The Cabal. Continúa el ataque a gran escala de los imperios cósmicos contra la Tierra y, cómo no, nuestros héroes hacen lo posible por defenderla. En perspectiva, uno no puede evitar preguntarse dónde rayos están los X-Men, que tan poca participación han tenido en estos eventos de escala planetaria, pero son concesiones que uno tiende a aceptar en este tipo de historias para lograr centrarnos en algunos personajes clave y que no se vuelva un embrollo mayor del que ya tenemos, considerando que el cast de Vengadores que ha utilizado Jonathan Hickman ha manejado desde el principio. Fuera de eso poco más hay que decir. Los héroes se comportan como uno esperaría, con varios momentos emocionantes y pequeñas victorias para el lector, además de recuperar algo de dignidad para un Iron Man venido en menos. En este sentido, creo que el enfrentamiento final, vaticinado durante “Original Sin”, entre Stark y Steve Rogers será realmente emocionante. Mike Mayhew cumple de forma correcta en el arte, aunque se ve algo más plástico y empaquetado en comparación a otros artistas de la serie. Ya no queda nada. A esperar con impaciencia. Aunque la historia avance a ratos de forma un tanto lenta (consecuencia de llevar tantas tramas a la vez) nos encontramos ante una excelente nueva etapa de Uncanny Avengers. Gracias a Kirby que Rick Remender sigue manteniendo el nivel. Que la acción transcurra en Counter-Earth le otorga la libertad que Remender requiere para su historia, pudiendo hacer y deshacer a voluntad sin preocuparse por asuntos de continuidad más allá de sus protagonistas inmediatos. Tras un número sin saber de él, The Vision se encuentra en una situación que podría comprometer sus lealtades y (ejem) visión de lo que debe hacer… pero como siempre ocurren en estas situaciones ya sabemos que el héroe elegirá “lo correcto”. La sorpresa sería, de hecho, si ocurriera lo contrario. Veremos. Por otro lado seguimos con los gemelos Maximoff, quienes conocen a la nueva adición a la familia. Y son derrotados miserablemente. Creo que aquí es cuando las cosas se pondrán verdaderamente emocionantes, pues el gran conflicto entre el High Evolutionary y los refugiados del Low Evolutionary parece inevitable. Como siempre, el arte de Daniel Acuña es impecable, se adueña del cómic y lo hace suyo más que el mismo Remender. Su paleta de colores es distintiva y marcan el tono de la historia. Una gozada tenerlo mes a mes. Si el equipo mantiene este nivel al menos por unos 6 números me declaro satisfecho con la serie. No sé si es que a fin de cuentas no soy fan de los team-up o John Layman guatea un poco, pero pese a estar mejor balanceado, este número me pareció tan poco destacable como los anteriores. No es que sea derechamente malo, pero no se lo recomendaría a nadie en particular. Gamora es perseguida por tener una recompensa sobre su cabeza y termina estrellándose en New York. Los cazarrecompensas espaciales buscan a su sospechosa de piel verde… y la confunden con She-Hulk. Eventualmente ambas féminas se conocen, unen fuerzas y derrotan a los malos de turno. Fin. Algo que sí me gustó fue el arte de Otto Schmidt, dinámico, expresivo, adaptándose bien a esta historia. Muestra a ambas chicas fuertes y sexys sin caer en exageraciones burdas, aportando un look más casual para un guion ligero y en clave de humor. Dan Abnett, espero por ti. Cuando Skottie Young se encarga sólo del guion pueden ocurrir dos cosas: o tiene un excelente artista como Filipe Andrade para suplirlo y elevar el cómic, o tiene un artista regular como Jake Parker que se equipara al nivel regular de los guiones. Y es que la mayor fortaleza de los primeros números fueron el arte de Young, su humor visual complementaba estupendamente sus diálogos; cuando lo reemplazó Parker, el cómic se resintió bastante. Andrade mejoró el nivel porque su arte es simplemente excelente, pero aquí tenemos otra vez a Parker y a Young se le notan las costuras. No niego que la serie tenga su encanto, a fin de cuentas Rocket Raccoon es un personaje atractivo en sí mismo, pero Young aún se nota algo verde para mantener una serie número a número sin que comience a sentirse repetido y algo cansado. Por suerte, esta inexperiencia la suple con mucha acción y diversión, que logran darle algo de dignidad y nos mantienen entretenidos por un mes más, a la espera de un regreso de Andrade o Young a los lápices. Lástima que el próximo número sea un tie-in de “The Black Vortex”. Seguiremos esperando. Pero a propósito de Black Vortex… WHAT THE HELL, BENDIS?!! HALA???!!! Ok, este número es bastante relevante, por un hecho en particular. Mientras mi amigo personal Brian Michael Bendis hace el amague de tener alguna remota idea de lo que ha estado haciendo todo este tiempo guiño guiño con un Beast digievolucionado dándose cuenta del daño que causó trayendo a los X-Men originales del pasado, lo realmente importante es lo que ocurre con Hala, planeta capital del Imperio Kree y ubicación de la Supreme Intelligence. …Pero poco más. Nuevamente, el número se encarga de llevar a nuestros héroes de un punto A a un punto B, aderezado con diálogos para contrarrestar. Eso sí, ahora quiero ver cómo rayos se harán cargo de esto. ¿Se harán los weones, con la excusa que viene “Secret Wars” y (tal vez) hay borrón y cuenta nueva? Se nos fue Andrea Sorrentino, pero tenemos al gran Valetio Schiti, que de hecho se mezcla mucho mejor con los demás artistas del crossover, así que no me quejo en eso. Da gusto ver el cómic, páginas muy luminosas, enérgicas, donde la acción fluye como debe. Lástima que se desperdicien en esto. Next! WHAT THE HELL, DUGGAN?!! THANE???!!! Ok, ok. Este número resulta más divertido que la mayoría, ciertamente Gerry Duggan le tomó el pulso a Sam Alexander y se peina con sus diálogos. Duggan acertadamente centra la acción en su personaje y lo involucra de manera personal en los hechos, mostrándonos todo desde su punto de vista particular, infantil e ingenuo, pero bondadoso; súmenle la breve participación de su mamá y hermana, tenemos un número muy Nova y menos “The Black Vortex”, lo cual se agradece. A mi juicio las series que participan deberían aportar parte de su identidad a la macro-historia y enriquecerla, no mimetizarse y resultar intercambiables. Además, la inclusión de The Collector tiene sentido, es divertida y aporta a aligerar un poco esta historia donde todo es tan serio y grave y digievoluciona, pero al final (no nos engañemos) seguirá todo casi igual. Hablando de digievolucionar… creo que esto se nos está yendo de las manos. Tenemos a los 5 lacayos de Mr. Knife, a Ronan, a tres de nuestros héroes… y pareciera que cada vez se suman más. Como sea, a pesar que este número fue, sorpresa, otra historia más para llevar esta vez al Black Vortex del punto A al punto B, sí aporta a la historia de forma significativa, al ofrecer la perspectiva de Nova en todo este asunto y darnos un poco de calma y diversión en medio del caos. Next! WHAT THE HELL, HUMPHRIES?!! SPARTAX???!!! Esta vez nuestros héroes van del punto A hacia… la órbita del punto A. Lo que realmente nos narra Sam Humphries es la horrible historia de amor de Kitty Pryde con Peter Quill, relación que cada vez compro menos y menos. Por lo demás, Spartax sufre un horrible destino, los héroes se reagrupan y se preparan para pelear. Fin. Paco Medina mantiene su buen nivel, entregando algunas splash pages bastante atractivas. En términos generales, podría repetir lo mismo que dije en Guardians of the Galaxy. Siendo justos, sí, la historia avanza algo más; tenemos una explicación de por qué Mr. Knife se había aliado a Thane y cuál era el trato que había hecho con la reina Broo. Pero más allá de ese punto seguimos igual: el Black Vortex saltando de unas manos a otras, cual episodio de Scooby Doo, mientras nuestros héroes siguen sin tener puta idea de qué hacer, dispersos y en desventaja. Al final, el meollo del asunto se puede resumir en que Mr. Knife se choreó por culpa de Star-Lord, quiso usar el Black Vortex, los héroes se metieron al medio de todo y quedó la grande. Next! WHAT THE HELL, LAYMAN?!! CYCLOPS???!!! No estoy seguro si la conclusión que debemos extraer de este número es que la fuerza interior de Scott Summers es admirable… o el chico está volviéndose loco. Cyclops, Iceman y Groot están en la cárcel de la fortaleza flotante de Mr. Knife. Y no, no es el comienzo de un mal chiste, aunque bien podría serlo. La historia se basa en que Scott espera que su padre Corsair los rescate, pero cuando eso no sucede deciden escaparse ellos mismos. ¿Por qué no lo hicieron antes? Ni idea. Además de eso, Cyclops y Iceman reciben seguramente las digievoluciones más horribles que hemos visto hasta ahora. Por contra, la de Groot es la raja porque homenajea a sus inicios como monstruo del mes. Kudos para Javier Garrón. Y sí, los tres digievolucionan. Les dije que esto se estaba saliendo de las manos. Pero con tanto cambio, de seguro alguien destruirá el Black Vortex y todos volverán a la normalidad… una solución así de simplona no me sorprendería en absoluto. A ver si me equivoco, ¿apuestas? Como positivo puedo decir que John Layman aporta algunos diálogos divertidos entre los dos pequeños, aunque a ratos su guion se siente bastante cursi. Por otro lado, Garrón se luce como siempre con unas bellas páginas, muy brillantes y enérgicas… aunque, si es que son suyos, falla estrepitosamente en los diseños de Cyclops y Iceman “mejorados”. Aún quedándonos cuatro números para terminar (ugh), veremos qué nos depara este emocionante crossover para finalizar. Wiii…MicroReseñas Marvel 010
MicroReseñas Marvel 010
The Uncanny Inhumans #000
Avengers: Ultron Forever #001
Avengers #043
Uncanny Avengers #003
Guardians Team-Up #004
Rocket Raccoon #010
Guardians of the Galaxy #025
“The Black Vortex: Chapter 7”
Nova #028
“The Black Vortex: Chapter 8”
Legendary Star-Lord #010
“The Black Vortex: Chapter 9”
Cyclops #012
“The Black Vortex: Chapter 10”