<!DOCTYPE html> La entretenida serie Ghost Racers baja un poco las revoluciones para contarnos el origen secretwareano de Robbie Reyes, y aunque el origen es inteligente y aprovecha el lore tanto de Battleworld como de Ghost Rider, la historia pierde algo de ritmo. El arte de Juan Gedeon es enérgico, aunque a veces un tanto confuso; por ejemplo, presenta a un nuevo personaje, amigo de nuestro protagonista, con exactamente el mismo corte de pelo y color de polera, solo que de piel más clara y sin la marca de Robbie en la frente… Las escenas de acción (carreras, básicamente) también sufren un poco, pero aquí funcionan mucho mejor. El trabajo de Felipe Smith con Robbie sigue bien, aunque esta vez se pegue un leve tropiezo. La Justice League malvada de Marvel sigue en la conquista de dominios, con la “trinidad” maquinando cada uno por su lado y avanzando en sus propias agendas. Marc Guggenheim tiene claro lo que quiere contarnos y no pierde tiempo en ello, utilizando a los Frightful Four para medir una vez más la efectividad del Squadron Sinister, a la vez que hace avanzar la trama. Las intrigas son el ingrediente principal de esta serie, y el arte de Carlos Pacheco le da la atmósfera deceíta necesaria para así poder explorar esta torcida versión de los más grandes héroes de la Distinguida Competencia. Definitivamente, una lectura tan entretenida como recomendable. El ahora maestro Shang-Chi se suma al Torneo de las Trece Cámaras para conseguir el título de emperador, para así sacar a su déspota padre del trono y ayudar a sus ahora estudiantes, los marginados de las distintas escuelas. Tendrá que superar las difíciles pruebas que le impondrá el emperador, intentando debilitarlo lo más posible antes que llegue a él. En su camino estará acompañado por Kitty, rebelde e impulsiva, quien servirá como su apoyo moral en los difíciles combates. La historia que nos cuenta Haden Blackman tiene un claro camino de redención, con dosis de venganza y, por supuesto, muchos duelos de artes marciales. Hay ingeniosos análogos para las distintas escuelas que se enfrentarán por el título, desde el maestro T’Chala del Panther Clan, hasta el Savage Lord Namor de los Salones de Atlantis. Con esto condimentan los duelos de Shang-Chi, retratados de forma enérgica por Dalibor Talajić, con una fluidez a través de la página que es de agradecer. Master of Kung Fu es una lectura diferente y atractiva, posible solo gracias al contexto de Secret Wars y que deberíamos disfrutar a concho mientras dure. Como es de esperarse de Peter David, divertidisimo número. El duelo entre Avengers y Defenders termina de forma poco usual, con peleas por el amor de una mujer, competencia de beber incluida. Ambos equipos unen fuerzas para continuar con la investigación sobre Martin Hargood, y se dirigen a las instalaciones de Alchemax. Entre varios gags acompañando una trama ágil y ligera, conocemos más del funcionamiento de este dominio, pero la historia progresa muy poco respecto al número anterior… lo cual no es malo, siempre que los guiones sigan tan divertidos. El gran punto débil sigue siendo el arte de Will Sliney, aunque poco a poco se le ve mucho más cómodo y suelto, además uno se va acostumbrando a su estilo, que funciona bastante bien para lo que requiere la historia, desarrollada en una ciudad futurista y tecnologizada. Este mismo equipo continuará post-Secret Wars con Spider-Man 2099, y si esto es una muestra de lo que veremos, sin duda será una serie a tener en cuenta.MicroReseñas Marvel 023
MicroReseñas Marvel 023
Ghost Racers #002
Squadron Sinister #002
Master of Kung Fu #003
Secret Wars 2099 #003