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MicroReseñas Marvel 047


MicroReseñas Marvel 047

Starbrand and Nightmask #001

Como lector relativamente nuevo — me metí a los cómics recién el 2011 — , estoy en un constante descubrimiento de lo que es la historia de las editoriales y personajes. Conozco lo mínimo del New Universe que Jim Shooter creó a mediados de los ’80 para Marvel; mi mayor exposición al concepto fue lo poco que rescató Jonathan Hickman para su excelente etapa en Avengers y New Avengers. En consecuencia, Starbrand y Nightmask fueron dos personajes que inmediatamente llamaron mi atención y capturaron mi imaginación: su potencial era muy intrigante, teniendo a un joven inseguro con el poder de defender la Tierra con sus propias manos y un ser lleno de conocimiento práctico pero con nula experiencia de vida. Su química bajo la pluma de Hickman era entretenida, prometían mucho.

Luego llega esta serie. Del señor Greg Weisman solo conozco Kanan: The Last Padawan, que mi compañero Toripe ha disfrutado mucho, por lo que es una buena referencia. Kevin Conner y Adam Blackveil tienen diálogos divertidos, la trama avanza a un buen ritmo, tiene un cameo de Squirrell Girl y los villanos que aparecen al final prometen un enfrentamiento emocionante para el próximo número, además de abrir un potencial misterio para nuestros héroes. Entonces, ¿qué falla?

Mi gran problema con este número es el arte. No conozco a Dominike “Domo” Stanton, y por lo que veo en internet tampoco ha hecho muchas series, siendo su mayor trabajo Fanboys vs. Zombies para BOOM! Studios. Aunque no es un estilo que me guste, puedo respetar sus decisiones estilísticas como señas de identidad; mi problema es con la representación de edades. Contrario a lo que le ocurre a la mayoría de artistas superheroicos que son incapaces de dibujar a un adolescente como tal, Stanton hace a todos los personajes jóvenes parecer apenas unos quinceañeros, pero según la historia nuestros dos protagonistas están entrando en la universidad, por lo que deberían estar entrando en la juventud. Se ven de 12 cuando tendrían 18.

Pese a esto los guiones de Weisman no son malos, así que la serie puede sostenerse con ello si se mantiene a un buen nivel y tal vez con un cambio de artista la cosa mejore. O que Stanton afine su pluma. Hasta entonces, no pasa del correcto, bordeando el mediocre.


Squadron Supreme #001

Presentados en la historia que conectaba los demás teasers en Avengers #000, James Robinson y Leonard Kirk comienzan a lo grande y sin rodeos con el nuevo Squadron Supreme, compuesto por miembros de mundos muertos tras las Incursiones que desencadenaron en Secret Wars. Dispuestos a defender la única Tierra que les queda a toda costa, no temen tomar medidas extremas como la de este número.

Si aún no saben quién muere en este número no les arruinaré la sorpresa, pero si ya lo leyeron o lo vieron en internet — malditas fanpages que spoilean todo sin aviso — sabrán que no fue alguien sin importancia. Algunos estarán de acuerdo en que lo merecía, otros no; lo realmente importante son las consecuencias que desencadenará y el mensaje que envía el Squadron Supreme con sus acciones. Además, no nos engañemos, tarde o temprano volverá de entre los muertos.

Curioso que en Avengers #000 el equipo adquiere el edificio y empresa de un conocido personaje, pero al parecer nadie prestó demasiada atención a este hecho hasta ahora, que resulta bastante esclarecedor tras lo visto. Estoy siguiendo a James Robinson desde que volvió a Marvel en los All-New Invaders y Fantastic Four — me salté su Spider-Man: Family Business — y hasta ahora ha hecho un gran trabajo. Aunque tiene sus peros, el balance final, al menos para mí, ha sido siempre satisfactorio. Squadron Supreme al parecer mantendrá el nivel, si es que no lo superará, ya que la premisa es ambiciosa, los personajes sumamente atractivos y la acción e intriga están aseguradas.

Parte central en lo bien que se siente este número es el gran trabajo de Leonard Kirk. Me he topado con algunas críticas a su trabajo durante su etapa en Fantastic Four, pero en general son nimiedades, como alguna expresión un tanto extraña, fácilmente perdonables. Durante los FF estuvo coloreado por Jesus Aburtov, quien tenía unas decisiones de colores que nunca terminaron de convencerme del todo; esta vez el colorista es Frank Martin, quien antes me desagradaba y terminó de enamorarme con su trabajo en East of West. Martin coloreó a Carlos Pacheco en la reciente Squadron Sinister, enmarcada en Secret Wars, lo que ayuda a una transición visual bastante adecuada considerando las medidas extremas de esta agrupación de supuestos héroes. Con Martin, los lápices de Kirk lucen mejor que nunca.

Potente inicio para una prometedora serie. Le tengo mucha fe a Robinson y Kirk. Lectura recomendada y a tener en cuenta.


Venom: Space Knight #002

Flash Thompson es un personaje bastante atractivo. Un ex-soldado que perdió sus piernas en servicio, tomó el manto de Venom para hacer el bien mientras luchaba con su alcoholismo. Hoy, como miembro de los Guardians of the Galaxy, viaja a través del cosmos ayudando a todo aquel que lo necesite. Un tipo de buen corazón, humilde, siempre dispuesto a ayudar. Robbie Thompson logra transmitirnos su simpleza en este par de números, ahora dándole una nueva misión hasta ahora sumamente ambigua.

Esta vez nos explican un poco más el tema del Agente del Cosmos, pero de forma muy superficial. Lo interesante es que lo hacen un par de seres que también portan simbiontes, o como les puso Bendis en Guardians, Klyntar. Pareciera que lo del Agente del Cosmos está vinculado con la naturaleza pacífica de los klyntar; me pregunto si habrá mayor explicación al respecto a futuro… eso espero, de lo contrario sería sumamente anticlimático.

Una vez más Ariel Olivetti impresiona en cada viñeta. Su nivel de detalle y realismo es increíble, aunque a ratos le juega en contra con figuras un tanto estáticas. Pero cualquier problema lo compensan sus extraterrestres, tan expresivos como se puede.

Sigue sin impresionarme, pero hasta ahora me está agradando esta nueva serie. Solo espero que de a poco crezca en ambiciones y se atrevan a algo que salga de lo usual, entonces valdrá realmente la pena.


Star-Lord #002

Tal como dije en el número anterior, tenía mis reparos ante esta serie. Ya tengo claro que Star-Lord ya no es el mismo personaje del que me enamoré en Guardians of the Galaxy de Dan Abnett y Andy Lanning, así que esta vez venía con una disposición más abierta. Lo único que le pedía a la serie es que fuera entretenida, con buenos diálogos, una trama atractiva y personajes interesantes. Hasta ahora, ha cumplido.

Peter se robó una nave espacial de la NASA y quedó varado en el espacio; mientras intenta reparar la nave es atrapado por los Ravagers de Yondu, así que tendrá que arreglárselas para mantenerse con vida frente a estos piratas espaciales.

Absorbiendo cada vez más elementos de su versión cinematográfica, Peter Quill poco a poco queda finalmente definido como personaje. Debido a sus orígenes editoriales fuera de la continuidad oficial de Marvel, desde que fue incorporado a Earth-616 su historia ha sido retocada cada vez que se ha visto abordado. Esta vez mi deseo es que esta historia de origen sea la definitiva, al menos parece que Sam Humphries construirá unos cimientos sólidos y llevará la trama a buen puerto, puede resultar en una buena lectura y hasta ahora se nota que es una historia que realmente tiene ganas de contar.

Otro punto interesante en este número es Yondu. Nuevamente inspirado por su contraparte cinematográfica, este no es el mismo Yondu Udonda de los Guardians of the Galaxy originales, ni debería; en cambio, se atisban ciertas marcas únicas, como la razón tras su cresta corta y su historia como pirata.

Pero independiente de cómo resulten finalmente los guiones, lo que no defraudará será el arte de Javier Garrón. Dinámico, expresivo, detallista, preciso, con personalidad, lo que le pidan este español lo tiene. Sobre todo, tiene una habilidad natural para retratar a personajes jóvenes reflejando de forma correcta su edad, algo que es realmente difícil de encontrar. Garrón llegará muy lejos, tiene el mismo potencial que Russell Dauterman, y ya lo vemos a este último ilustrando The Mighty Thor. Hasta que nos quiten a Garrón para alguna otra serie de mayor perfil — RUEGO que no sea para una de Bendis — , sepamos disfrutar lo que está haciendo aquí — y lo que hizo en Cyclops, a pesar de los guiones flojos — .

De verdad me está gustando la serie, estoy gratamente sorprendido hasta este punto. Ojalá siga así.


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