S.H.I.E.L.D. (2011) #005
Complejo. Creo que esa es la mejor forma de definir no solo este número, sino que la serie misma. Si bien Jonathan Hickman se caracteriza en sus otras series por entregar información con gotero, alargando las revelaciones por varios números, en S.H.I.E.L.D. ocurre el fenómeno contrario. La primera miniserie servía como una presentación de los diversos personajes y el intrincado escenario en que se desarrolla la historia de la Hermandad del Escudo, mientras que esta segunda parte comenzó de inmediato a entregar respuestas a una velocidad vertiginosa, al punto de que se vuelve desconcertante y difícil de seguir todo con claridad, al menos en una primera lectura.
La propuesta visual de Dustin Weaver es difícil de leer, pues es la misma batalla ocurriendo en tres líneas temporales paralelas, donde poco a poco se establecen las diferencias según el destino de los personajes durante dicha batalla, todo hilado por Michaelangelo como constante en todo el caos. Así, éste logra sincronizar hacia el tramo final la Human Machine y subir a Leonid, formando un Hombre de Vitruvio espacio-temporal que lograría acabar con el conflicto eterno.
Sin duda en este número la palma se la lleva Weaver, entregando varias dobles páginas con una narración fragmentada a través de estas tres líneas temporales paralelas, donde pese a todo logra mantener una claridad narrativa en un delicado equilibrio. El adhereso de Hickman son los diálogos que emparentan a la vez que contrastan los hechos, a través del trío de hermanos conocido como el Último Califate.
Es ridículo pensar que Isaac Newton y Leonardo Da Vinci son los líderes en una guerra cósmica por el destino de la humanidad, pero de alguna manera Hickman y Weaver logran que esta ridiculez funcione de forma soberbia. Tras 7 años de espera, solo falta un número…
This is not how the world ends.
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