¡Ya estamos cerca del fin! El próximo mes termina este arco, y luego viene el arco final. He seguido esta serie desde que comenzó el 2013, y ha sido un viaje increíble en cada maldita entrega. Esta, por supuesto, no es la excepción.
Un más que necesario descanso es lo que encontramos en esta entrega. Estamos en la historia “de reconciliación”, donde Grant y Sara se ven, víctimas de una agencia de terapia de pareja interdimensional, forzados a reconectar con sus emociones y reflexionar sobre todo lo que han tenido que vivir, no solo desde el comienzo de la serie, sino que tras años de un matrimonio dañado por los egos y heridas de su pasado.
Un más que necesario descanso es lo que encontramos en esta entrega. Estamos en la historia “de reconciliación”, donde Grant y Sara se ven, víctimas de una agencia de terapia de pareja interdimensional, forzados a reconectar con sus emociones y reflexionar sobre todo lo que han tenido que vivir, no solo desde el comienzo de la serie, sino que tras años de un matrimonio dañado por los egos y heridas de su pasado.
Desesperada por la falta de dinero para poder operar a su padre adoptivo Red, la joven y decidida Glory se embarca en una misión para robar el dinero recibido como soborno por unos policías corruptos. Pero su misión tendrá más complicaciones de las que tenía pensado, lo que desembocará finalmente en una sorpresa que ni ella ni nosotros como lectores nos esperábamos.
Tras meses de descanso, por fin regresamos a Black Science y nos encontramos en un difícil punto: Kadir hizo funcionar su máquina que pretendía mover la realidad en la que se encontraba —la de nuestros protagonistas— fuera del eververso, para así liberarlo de los constantes cruces entre realidades.
Tiempo sin leer la serie… increíble como ocurren tantas cosas en unos cuantos números. El ritmo que Rick Remender y Wes Craig imprimen a la historia es siempre frenético, como si fueras en un auto colina abajo sin frenos. Hay momentos para la reflexión, pero este número definitivamente no es uno de ellos.
Esta semana damos un salto al pasado, en los tiempos del primer arco cuando vimos a Marik luchar como gladiador en la ciudad pirata de Poluma. Aquí conocemos a Io, uno de sus compañeros, con un intrigante pasado que se toma el protagonismo del número al darnos unas cuantas sorpresas que, como promete Rick Remender, tendrán importantes repercusiones en el devenir de este arco y seguramente de los eventos a largo plazo.
Por ser una miniserie puede que se entienda, pero la historia avanza extrañamente acelerada. Puede parecer raro que me queje, pues siempre me quejo de lo ridículamente extenso que son los guiones de Bendis, pero a este número puede que le hubieran beneficiado algunas páginas de más.