The Dying & The Dead (2015) #004
Tras un tiempo no despreciable de ¡¡20 meses!! de espera, por fin llega a nosotros la cuarta entrega de The Dying & The Dead. Y como pasó tanto tiempo y se deben haber olvidado de lo que ocurrió en los números anteriores, permítanme referirlos a las reseñas de los números #001, #002 y #003.
Las páginas de apertura son extremadamente simples pero cumplen su función de forma excelente: intrigar. Apenas los Baduri entran en escena la situación cambia y vemos su extraña influencia sobre las personas, así como la ausencia de esta al momento de retirarse.
Esta vez retomamos la historia donde quedó en la segunda entrega, con nuestro grupo de abuelitos naftalina camino a su misión imposible. Aquí nos llevan a un flashback “back in the days”, cuando este grupo de viejos soldados eran enviados a una misión clasificada que pretendía cambiar el destino de la Segunda Guerra.
Ahora bien, aunque eso suena a idea repetida — que lo es — , lo entretenido es el enfoque de Jonathan Hickman, siempre jugando a la grandilocuencia. Los personajes se van definiendo a través de sus acciones, enfrentándonos a personas con dimensión y profundidad que deben tomar decisiones difíciles y se ven marcados por estas.
Como ya es habitual, los trazos de Ryan Bodenheim son limpios, claros y concisos. Su combinación con los colores de Michael Garland es siempre un disfrute, si bien en este número el resultado final es particularmente apagado, más que nada porque salvo la la mencionada excelente apertura, no hay momentos que requieran un quiebre visual tan notorio. Finalmente, Rus Wooton rotula como es habitual a su estilo, austero y directo, enfoque que funciona con la simpleza visual del cómic.
Vaya si fue una espera larga. Vamos, Hickman, no nos haga esto de nuevo, hay demasiadas dudas por resolver.
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