Going uphill: the first months in a new language
Velasco, Popocatépetl e Iztaccíhuatl
[Spanish version below]
There comes a point in your history with a target language when everything becomes easy. You have a basic vocabulary, you know your way around tenses, you can understand -if not one hundred percent, at least sufficiently- movies, TV shows, books, podcasts, etc. You can enjoy real content, intended for native speakers of the language, even if it’s stuff for teenagers, and then you can devote yourself to pleasure, to spending time with cultural objects that really interest you. It’s as if you’ve reached the top of the mountain and now you can jump off, an easy slide, a snowball effect. Your vocabulary, your inner grammar, your whole knowledge of the language grows without you even realizing it. Soon, subtle and complex sentences come out of your mouth without the slightest effort, or you can read a whole paragraph without even thinking that you are reading a foreign language. You’ve done the hardest part and now everything progresses naturally.
However, the first few days are a different experience. Nothing is natural. The target language is a barrier, a strange material that does not allow itself to be manipulated. You slowly learn separate words, with no idea how to put them together into a coherent sentence. Looking at a page of text is a maze, and listening to two native speakers talking to each other is merely noise. You are going uphill. This is probably the most difficult and dangerous stage in learning a language. Sure, at first you are highly motivated, excited, everything is new, and you can already see yourself in the future, speaking and understanding with ease. That thrill of the new can evaporate at the sight of the first obstacles. The mountain is steep and high, and sometimes it seems easier to give up the desire to climb it.
In my experience, there are three main ways to undergo this necessary stage. The first, obviously, is to give up altogether. The second is to try to stay motivated, to try to keep a constant practice, to do something every day no matter how little, to trust the process, to trust your brain, to keep interacting with the language, to persevere, until one day, sooner or later, three or six or nine months later, you can see the top, you can see how everything is going to be easier. The third is to stay in this stage indefinitely. This is something that I have seen happen with several of my students: the first signs of indecision, lack of confidence, lack of energy. There is little constancy, little desire to face challenges. Days go by and there is no progress and everything remains the same.
This uphill journey is necessary in all language learning. The only thing you can decide is how much time you are going to spend there. If you are determined, if you have a constant practice, this stage will be brief. If your practice is inconsistent, if days go by and you haven’t read or heard a single sentence in the target language, you’re going to stay put, the months will pile up and your knowledge of the language will remain a fragile camp on the hillside. Maybe you take a few lessons with a teacher or group, maybe you have a textbook on your desk, some flashcards in the drawer: at the end of the month, you can count in minutes the time you spend studying.
Uphill is not a good place to be, be sure not to idle there. Keep a consistent practice, do something every day, trust your process, have fun, do things that are enjoyable: children’s books, animated movies, comic strips, use apps, videos. There are many options, even at beginner’s level, to have a pleasurable practice, which is the best way to have a constant practice, and hence, to get to the top fast.
[Please note that the Spanish and English versions are not an exact match]
Llega un punto en la relación con un idioma en que todo se vuelve fácil. Tienes un vocabulario básico, conoces tu camino en los tiempos verbales, puedes entender, si no al cien por ciento, de manera suficiente las películas, programas de televisión, libros, podcasts, etc. Es decir, puedes disfrutar de contenido real, pensado para nativos del idioma, ya sean libros para adolescentes, y entonces puedes dedicarte al placer, a pasar tiempo con objetos culturales que realmente te interesan. Es como si hubieras llegado a la cima de la montaña y ahora pudieras tirarte, un deslizamiento fácil, un efecto de bola de nieve. Tu vocabulario, tus estructuras de frase, todo tu conocimiento del idioma crece sin que te des cuenta. Pronto, frases sutiles y complejas salen de tu boca sin el menor esfuerzo, puedes leer un párrafo entero sin siquiera pensar en que estás leyendo un segundo idioma. Hiciste lo más difícil y ahora todo avanza de manera natural.
Sin embargo, los primeros días son la experiencia distinta. Nada es natural. El idioma es una barrera, un material extraño que no se deja manipular. Aprendes palabras separadas, sin tener idea de cómo reunirlas en una oración coherente. Ver una página de texto es un laberinto, y escuchar a dos nativos hablando entre ellos es meramente ruido. Estás yendo colina arriba. Esta es probablemente la etapa más difícil y peligrosa en el aprendizaje de un idioma. Claro, al principio estás muy motivado, emocionado, todo es nuevo, y te puedes ver a ti mismo en el futuro, hablando y entendiendo con facilidad. Esa emoción de lo nuevo puede durar muy poco ante los primeros obstáculos. La montaña es empinada y alta, y a veces parece más fácil renunciar al deseo de escalarla.
En mi experiencia, hay sobre todo tres maneras de vivir esta etapa necesaria. La primera, obvio, es renunciar. La segunda consiste en tratar de mantenerse motivado, tratar de mantener una práctica constante, hacer algo cada día por más poco que sea, confiar en el proceso, confiar en tu cerebro, mantener la interacción con el idioma, perseverar, hasta que un día, tarde o temprano, tres o seis o nueve meses después, puedes ver la cima, puedes ver cómo todo va a ser más fácil. La tercera es permanecer en esta etapa indefinidamente. Es algo que he visto suceder con varios de mis estudiantes, aparecen los primeros signos de indecisión, de pereza, falta de confianza, falta de energía. Hay poca constancia, pocas ganas de enfrentarse a los retos. Empiezan a pasar los días y no hay progreso y todo sigue igual.
Este camino colina arriba es necesario en todo el aprendizaje de lenguas. Lo que puedes decidir es cuánto tiempo vas a pasar allí. Si estás determinado, si tienes una práctica constante, esta etapa va a durar poco. Si tu práctica es inconstante, si pasan días y no has leído o escuchado una sola frase en el idioma objetivo, vas a quedarte a vivir en ese lugar, van a acumularse los meses y tu segundo idioma seguirá siendo un frágil campamento en la ladera. Quizás tomas algunas lecciones con un profesor o grupo, quizás tienes un libro de texto en tu escritorio, algunas flashcards en el cajón: a final de cuentas, puedes contar en minutos el tiempo que pasas con el idioma objetivo.
Colina arriba no es un buen lugar para estar, no te quedes allí. Mantén una práctica constante, haz algo todos los días, confía en tu proceso, diviértete, haz cosas que sean divertidas: libros para niños, películas animadas, tiras cómicas, usa apps, videos. Hay muchas opciones para tener una práctica placentera, lo que es la mejor manera de tener una práctica constante, el mejor modo de llegar a la cima rápidamente.
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