El blog de Bauty

En este rincón vas a encontrar pensamientos aleatorios que quisieron ser escritos. Todo, aunque no suene como tal, es una opinión.

“Reject modernity, return to monke”

Hace tiempo que una idea ronda mi cabeza. Bueno, no es una idea, es una lista de cosas por hacer o que estoy haciendo ya.

Por ejemplo, he vuelto a comprar DVDs y BluRays. Cada vez tolero menos las plataformas de video bajo demanda, las condiciones de uso son como poco draconianas, y aunque “compres” algo, no es tuyo. No es la primera vez que utilizo este símil, pero joder, es que la idea de comprar una película en formato físico y que el pavo que me la ha vendido en MediaMarkt pueda venir a mi casa cuando dejen de vender esa película para llevársela no es que me encante, sabes? Así que he decidido volver a la vieja confiable. Para mas inri muchas ahora te meten anuncios por la cara aunque pagues por ellas, que tiene bemoles la cosa.

También he decidido imprimir mis fotos. Evidentemente todo pasa por una selección de lo que merece ser impreso, pero mi 2025 va a terminar tratando la galería del móvil como tratábamos los negativos del carrete. Es que lo de que mis fotos estén “en la nube” no me flipa tampoco, cosas de saber que eso de “la nube” es una granja de servidores y que una ráfaga solar o algo así y todos esos maravillosos recuerdos que tengo inmortalizados en forma de imagen se van al traste.

Y con las redes sociales... Las redes sociales. He decidido volver a un modelo algo mas arcaico. Ahora mismo las redes sociales comerciales son eso, comerciales. Hay pasta de por medio, y cuando hay pasta las interacciones genuinas desaparecen. Cuantas veces has visto en Instagram un post de un colega tuyo esta semana? Pues se supone que iban de eso, copón, de subir cosas para tus colegas y de ver lo que subían. O para una comunidad de personas reales. Ahora todos queremos ser influencer, y no mientas, que tu también has querido serlo igual que yo. He decidido huir de esa vaina. Si, en Mastodon no hay cuatrocientos millones de usuarios, pero tampoco hay influencers y, por tanto, no hay gente cobrando para meterte en la cabeza una idea o un producto. Hay gente de verdad. Y no, el puto Bluesky no es la panacea, es Twitter con otra pinta, pero si no usa el protocolo ActivityPub porque quiere ser una red centralizada, y por ende controlable por unos pocos. Una VC con ideas que parecen loables sigue siendo una VC, y quiere su pasta de vuelta.

Porque el tema es que en toda esta vaina hay dos cosas en común.

La primera es la simple: Tu no eres dueño de absolutamente nada, y para poder acceder a algo dependes de demasiadas variables. Ahora mismo si quiero ver una película o mis propias fotos dependo de un internet estable, y está ahí, pero no está garantizado. Sin embargo, “a la antigua usanza”, solo tengo que arrimarme a la estantería. Otra cosa es que me quede sin luz, pero puedo ver fotos o leer un libro a la luz de una vela (con los ebook nunca caí, el tacto del papel... En fin). Y que yo quiero ser dueño de lo que compro, no quiero alquilar en perpetuidad. Lo mismo es aplicable a las redes sociales, sabias que tus posts en Instagram son propiedad de Meta?

La segunda es un poco mas intrincada. Y es el tema de los datos. Mis datos. Todo lo que haces en internet deja un rastro que se usa para identificarte. No a ti como individuo, sino a ti como potencial comprador. Que te gusta, que no te gusta, que te provoca un sentimiento en un sentido o en otro... Para recomendarte cosas. Y siempre he sido muy de buscar por mi cuenta. Toda la musica que me gusta, absolutamente toda, sale de lo que yo he encontrado por mi cuenta, no por lo que me haya recomendado una plataforma de streaming. O por recomendaciones de amigos, donde ha quedado eso? Recomendarle a un colega tal o pascual grupo, o pasarle algo y que lo escuche. O la radio, la gente sigue escuchando, y mucho, la radio. Para mas inri, eso ha hecho que se “fabrique” el entretenimiento en base a las tendencias: Si la gente escucha los 30 primeros segundos de una canción para decidir si les gusta, la promoción va a ir en base a ese engagement y por ende todo lo que se produzca va a meter la leña en esos 30 segundos para poder ser promocionada. Y lo mismo con las series, y con las películas. Has visto algo que te haya molado de verdad en los últimos 15 años? Probablemente pocas cosas.

En este apartado quiero dedicarle un párrafo mas a los influencers. Los influencer son personas que cobran, o aspiran a cobrar, en base a influenciar a otros. Obviamente. Y como saben como influenciar? Pues con los datos que se recogen de la gente. Y como influencian? Pues muchas veces con política o tema social, y demasiadas veces de tapadillo. Y ahí la movida se vuelve un poco mas siniestra, y me gusta menos. Porque si el influencer de turno dice que hay que odiar o amar algo, quienes le sigan porque aspiran a ser influencer van a decir las mismas cosas. Mentalidad de bot. Lamentablemente el bandwagoning y la mentalidad de rebaño son cosas que están mas que estudiadas y demostradas y no podemos huir de ello... Pero si tenerlo a ralla. O era raya? Que mas da. Tampoco es que piense que las, llamémoslas, redes sociales alternativas son la panacea y no hay nadie dando la chapa, pero se que esa gente es real y no a sueldo de, ni busca mi engage. También me parece preocupante, he tenido idas y venidas con Twitter y el auge que se vio de influencer de izquierdas en 2015 es ahora el mismo auge de las cuentas de chavales con NN en el nick ahora. A lo mejor son modas, pero por citar a Bill Maher... A lo mejor hay que poner de moda el decir “no tengo ni puta idea de este tema y me voy a reservar mi opinión”, porque yo también tengo opiniones sobre todas las cosas, pero me las reservo para el lugar al que corresponden, porque que bonito es eso de arreglar el mundo chocando una cerveza con los amigos.

Que bonito es pasar las paginas de un album de fotos, y que bonito es poner una peli que tienes tu en tu casa y que no te puede quitar nadie. Reject modernity, return to monke.

Me echabais de menos?

No lo creo. Soy consciente de que nadie, o muy poquita gente, me ha leído nunca. Y es normal, llevo escribiendo blogs (en plural) desde que tengo acceso a un teclado y un modem, y aunque muchas veces he usado como excusa mi falta de constancia cuando me he dado de bruces con el escaso alcance que han tenido, creo que a mis 36 años es hora de enfrentar la dura realidad: No se escribir.

Bueno, si se escribir porque no soy un analfabeto, pero nunca he hecho un esfuerzo por intentar hacerlo mejor; ya sabes, condensar ideas, que se me da especialmente mal, y expresarlas de una forma legible por alguien mas aparte de mi mismo. No estamos hablando de escalar el Everest pero, sencillamente, nunca me ha apetecido.

No es mi rollo, yo escribo porque muchas veces una idea aleatoria revolotea mi cabeza y me apetece escribirla para leerla después, y para eso no hace falta hacer un curso para “escribir como Fulano de Mengánez”; pero eso al final lleva a otra realidad como la antes mencionada que termina imponiéndose: no puedo dejar de hacerlo, me gusta escribir esas ideas aleatorias que revolotean en mi cabeza. Si no lo hago en un blog lo hago en Twitter, ahora X, donde la limitación de caracteres me la juega y termino escribiendo cosas que borro después porque se dan malinterpretaciones o porque he insultado a alguien.

Muchas veces he pensado, porque si hay una cosa que hago quizá demasiado es pensar, que ya que no me lee nadie podría hacer un podcast, o directamente hacerlo en vídeo. Ganaría en espontaneidad, eso desde luego, y total es gratis. Pero lo de ser espontáneo no se me da; consumiría mucho tiempo porque tendría que hacerme un guión, aprendérmelo y recitarlo bien. Y es un tiempo del que dispongo, pero con el que soy demasiado volátil en cuanto a en qué lo invierto. Amén de que, si nadie lo va a ver, va a ser una inversión enorme en algo que va a tener una recompensa escasa, porque ni siquiera yo mismo me voy a ver u oír. Pero releerme si me gusta, porque me gusta lo que escribo ya que escribo sobre lo que pienso, y me gusta lo que pienso.

Así que al final siempre, siempre, vuelvo a caer. Pero esta vez no, le he dado muchas vueltas a la movida esta de tener o no tener redes sociales (porque soy muy de tener una calentada y borrarlo todo 3 meses), y me he rendido a la ultima de las realidades que voy a mentar hoy: Si voy a volver, pues vuelvo de una y no me vuelvo a ir.

Esta vez voy a no borrar nada, si me tiro seis meses sin escribir quiere decir que en esos seis meses ninguna idea ha echado raíces para que la plante aquí, pero siempre aparecerá una que me fuerce a ponerla en negro sobre blanco. Y mejor aquí que darle la chapa a los cuatro o cinco amigos que estén dispuestos a leerme.