Una colección de reseñas de cómics.
Tras arruinarse lo que hubiera sido el segundo día de la FIC Santiago 2016, con mi compañero de web Linken fuimos a Espacio Shazam para intentar cubrir lo que serían las mesas improvisadas donde Zach Howard, Adriana Melo, Marcio Takara y Andrés Accorsi estarían dibujando y vendiendo material. Fue en esta diluviada tarde que, escarbando entre cajas de cómics un tanto desordenadas, me encontré con La Mano Izquierda.
Cuando Star-Lord y Thanos regresaban a fines del 2012 en Avengers Assemble de Bendis, muchos nos preguntamos ¿y dónde está Nova?
Mi mujer se compró esta historieta argentina el 2013 en Mar del Planta durante el TRImarchi, el evento de diseño gráfico más grande de Latinoamérica. Cuando nos fuimos a vivir juntos, éste y otros cómics se sumaron a la biblioteca del hogar, y me llamó poderosamente la atención su portada —la cual hoy reconozco con facilidad como obra de Julián Totino Tedesco—. Recién hoy me di el tiempo de leerlo.
El choque de titanes continúa en Divinity II #003, con Adam y Myshka debatiendo sobre los límites de sus poderes y las implicaciones de éstos en la realidad del tiempo-espacio, mientras llevan un pulso —o un gallito, como le decimos en Chile— interdimensional. A pesar de lo denso y aburrido que pueda sonar eso, en realidad es un relato dinámico, con un vaivén entre ambos personajes que mantiene el interés del lector en cada página.
En la entrega anterior aprendimos sobre el primer —y pequeño— Rai, creado por Father para lidiar con las inquietudes que surgían en New Japan. En este número damos un salto a alrededor del año 3.550, tras varias generaciones de Rais adaptándose a las necesidades que el contexto sociopolítico que se alza en la ciudad satélite dicta.
Los días de Battleworld llegan a su fin cuando los dominios del mundo construido por God Emperor Doom comienza a venirse abajo como piezas de dominó. En cada rincón de su reino la rebelión se desata, y hay un solo nombre que resuena tras todo este caos: Reed Richards. ¿Cómo fue el fin de Secret Wars? ¿Cumple las expectativas? ¿Qué ocurre con el Universo Marvel?
Una temática recurrente en el mundo superheroico es la del héroe incomprendido. Aquel que tiene súper-poderes, pero evita llamar la atención e intenta llevar una vida normal; o bien defiende a los inocentes, a pesar de ser visto con malos ojos por las demás personas. Marvel tiene varios ejemplos de ello, como Punisher o Hulk, quienes actúan a pesar de las opiniones negativas de los que se supone están del lado de los buenos. Pero sin duda alguna, el principal estandarte de este tipo de héroes son los X-Men.
Casi sin darnos cuenta, llegamos al season finale de Rick and Morty, en un episodio cargado de sorpresas y emociones. Pero ahora es momento de hacer el balance final. ¿Cumplió esta segunda temporada las expectativas impuestas por el brillante primer ciclo de la serie, o acaso la magia se diluyó en un intento por repetir la fórmula?
Otro sólido episodio de Rick and Morty*, donde el metahumor y la violencia desmedida son protagonistas. Sin asco y sin vergüenza el capítulo parte mencionando lo agradable que es volver a lo clásico, con Rick y Morty viajando solos en el espacio como en los viejos tiempos. Y con esa misma actitud la historia nos arrastra a una parodia espiritual de The Purge, en un planeta de ¿gatos? antropomorfos viviendo en una sociedad estilo amish donde una vez al año hay una purga donde no hay leyes ni límites y se matan entre ellos.
Una ligera mejora respecto al primer episodio nos entrega “Knowhere to Run”. Tal vez solo sea yo, pero esta entrega se siente más cohesionada; hay menos enlaces forzados a la película, y a cambio obtenemos más desarrollo de la trama y algunos elementos más sacados de los cómics, lo cual siempre agradeceré. Si el primer episodio se preocupaba de establecer la dinámica de personajes y los paralelismos con la adaptación al séptimo arte para atraer al público novel, en este el tono general fluye de mejor forma.