¡Por fin! Tuvimos que esperar unos cuantos años para tener una nueva serie regular de Shadowman, y hasta ahora este volumen había sido un tanto decepcionante, recorriendo lugares comunes de sus etapas previas sin presentar algo realmente innovador. En esta entrega, finalmente, tenemos elementos que rompe el molde y nos presentan algo que no habíamos visto hasta ahora.
Shadowman continúa su labor de reinstaurar la mitología del personaje, esta vez trayendo los abettors (inspitadores) al ruedo. Sigo sin tener del todo claro hacia dónde quiere ir Andy Diggle con esta historia, pero al menos Baron Samedi, el villano prometido para esta primera historia, hizo por fin su aparición.
La influencia de Baron Samedi es mayor de la que nuestros héroes esperaban, por lo que buscan su origen para ayudar a la comunidad inocente. Mientras, de fondo se entreteje un juego de poder entre un grupo de millonarios que se inclinan ante Samedi, quienes creen que Shadowman es la clave para solucionar su incertidumbre ante el eventual regreso de Master Darque.
Tras cuatro años sin serie propia y luego de una larga estancia en el Deadside, Jack Boniface por fin regresa al mundo de los vivos con una nueva serie de Shadowman.