La suerte está echada. Tras haber identificado a Kirby como el perpetrador, envían a Stella a capturarlo. Al verse contra las cuerdas, presenciamos el punto de quiebre que nos hace exclamar un ¡BIEN CTM! enorme. Desde ahora, la aventura de ambos protagonistas realmente empieza, y desde ya podemos ver algunas semillas plantadas para lo que serán futuros desafíos que éstos deberán enfrentar en su desenfrenada huida por New California.
Estados Unidos se fue al carajo. Una serie de explosiones nucleares en distintos puntos del territorio dejan al país en ruinas, y la posterior guerra civil acrecienta aún más la precaria condición de sus habitantes. El lugar que mejor se adapta y termina sacando provecho de la situación es New California, la nueva superpotencia y bastión de los excesos americanos.
“The Body” es una interesante miniserie que explora distintas facetas de la vida de James Bond. El super agente secreto entrega su cuerpo y alma a la reina y el país, pero ¿qué consecuencias tiene esto sobre él? La sobreexigencia que se autoimpone lo vuelven el mejor en el campo, pero esto deja huellas en su cuerpo y mente que muchas veces no tienen tiempo de sanar por completo.
Days of Hate es la historia de un Estados Unidos en un futuro cercano, donde la radicalización política detonó en una polarización extremista, con numerosos atentados luchando contra un estado que roza el totalitarismo. Aleš Kot nos da pequeños vistazos de cómo ha cambiado el escenario global. Tras una breve contextualización, somos lanzados en la acción y seguimos a los protagonistas y vemos el país a través de sus vivencias, percibiendo así un mundo completamente realizado que sirve como tapete para esta historia.
Wolf #002 es mucho más tranquilo que el número anterior, no entrega mucha más información, pero se siente más agradable y fácil de seguir. Wolfe tiene que lidiar con Anita Christ y comienza a darle vuelta a una serie de sucesos que siente no pueden ser mera coincidencia. Y poco más. Pero es atractivo de leer, los personajes son intrigantes, y —por suerte— Aleš Kot no busca que sus personajes suenen irreverente en cada globo, los diálogos son divertidos sin tener que forzarlo.
Las virtudes del primer número —que son muchas— se mantienen aquí, pero lamentablemente también sus debilidades. Marco Rudy es un excelente ilustrador, arriesgado en sus composiciones y muy imaginativo en los recursos narrativos que utiliza, pero muchas veces este huracán de ideas y técnicas terminan empantanando la lectura viñeta a viñeta. Aún así, esta serie está demostrando una calidad muy alta, bien por las hermosas acuarelas de Rudy, bien por las excelentes ideas y giros que plantea Aleš Kot.