<!DOCTYPE html> ¡Me olvidé ayer! Rectificando ahora mismo. Creo que se volverá un tanto monótono esto, y es que Jonathan Hickman me tiene atrapado con sus series. Pero bueno, por algo me hice este tumblr, para no vomitar toda mi verborrea en El Multiverso 52. Lo genial de East of West, eso sí, no es sólo el trabajo de Hickman. El artista Nick Dragotta, potenciado por Frank Martin con una hermosa paleta, muy colorida pero contenida en una gama cromática medio pastel, se luce en cada número con unos diseños impresionantes, narrativa explosivamente dinámica y un ingenio puesto a prueba panel a panel. Desde que lo conocí en FF (junto al mismo Hickman) y en la miniserie de Dead Girl (incluida en el omnibus X-Statix de Peter Milligan) ha tenido un largo camino, y es en East of West donde ha alcanzado un nivel espectacular. Tiene mucho de intriga política, es como un Game of Thrones mezclado con western steampunk minus el steam. Siempre me impresiona el enorme elenco que puede manejar Hickman como si nada. Hace poco vi una entrevista suya, donde decía que en Marvel se enfoca en crear guiones plot driven, es decir impulsados por la trama, en vez de character driven, impulsados por los personajes. Su argumento era que no quería crear historias donde un personaje evolucionara y sufriera cambios hacia cierta dirección, para que luego viniera otro guionista y volviera a revertir estos cambios a su estado original. Es una postura válida, que le permite trabajar de forma eficiente en la editorial (y aún así en su run con los Fantastic Four siento que estaba mucho más motivado por la relación padre-hijo de Nathaniel, Reed y Franklin). Pero en sus proyectos independientes es diferente. Son sus personajes, puede hacer y deshacer a gusto. Y si bien sigue con su foco macro, tono grandilocuente y problemas más grandes que la vida, siempre se basa en lo que ocurra con los personajes, su interacción con los demás y las consecuencias de sus acciones. Si no les gusta el estilo de Hickman en Marvel tal vez deban probar su trabajo independiente. Y ya me alargué mucho, así que 10–4.UN CÓMIC AL DÍA — Día 6
UN CÓMIC AL DÍA — Día 6
East of West (2013) #016
<!DOCTYPE html> Muy entretenido número, protagonizado en su totalidad por Maximus junto a The Unspoken y Lineage. Por fin están pasando cosas más entretenidas en esta serie, lo cual siempre se agradece. Eso sí, lo que más me llamó la atención fue el impresionante parecido del arte de Kim Jacinto al del increíble Olivier Coipel; aunque Jacinto ya había ilustrado números anteriores no se había notado tanto su similitud hasta este número, donde ya no me cabe duda que el filipino imita sin asco al veterano francés. En cualquier caso, por suerte que esto sea un tie-in de Inhumans vs. X-Men no es impedimento alguno para disfrutar este número.UN CÓMIC AL DÍA — Día 25
UN CÓMIC AL DÍA — Día 25
The Uncanny Inhumans (2015) #018
<!DOCTYPE html> Algo grande se acerca. Orion, el profeta de El Mensaje, anuncia la palabra a los Elegidos, y todos se preparan para el inevitable enfrentamiento en el horizonte. Suenan los tambores de guerra, el caos se siente en el aire. Jonathan Hickman y Nick Dragotta siempre han sido bastante gráficos en demostrar la violencia y crudeza que domina el mundo de East of West. La tortura que Orion propina a su víctima para escribir El Mensaje a los Elegidos es sumamente violenta, y Dragotta retrata con detalle, pero al mismo tiempo con cierta sutileza, su sufrimiento. Si algo tuviera que criticarle a Dragotta es el excesivo uso de líneas negras de fondo para ciertas viñetas de impacto, en teoría funcionan pero en la práctica se vuelve visualmente aburrido. Lo más interesante del número es adivinar qué es lo que planean los Jinetes del Apocalipsis, sin duda preparándose para enfrentarse a la amenaza de Death y su hijo. La verdad poco ocurre en esta entrega, pero son pasos necesarios para preparar el terreno de lo que se vendrá en los próximos números; sin esto, todo parecería quizás muy apresurado o gratuito. Podemos ver a varios personajes prepararse mental y físicamente para la tormenta pronta a estallar. Un número lento pero necesario. Dragotta y Hickman ya nos tienen en su juego, no nos pongamos regodiones a estas alturas del partido. Por fin termina el arco del “Mundo sin Rick”, con el estilo característico de la serie. Lo que pudo ser un cierre emotivo, impactante o deprimente, nos deja finalmente una burla hacia el lector y la serie misma, con un guion auto-consciente dispuesto a reírse de sus propios clichés y manerismos heredados de la serie animada. La historia es un tanto obvia, pero tiene suficiente acción y emoción para disfrutarla como corresponde, así que me declaro satisfecho dentro de las espectativas. El cómic no pretende acercarse a los niveles de genialidad de la serie animada, sino que entretenernos livianamente jugando con el universo de posibilidades que esta animación ofrece. En la segunda historia tenemos a Jerry reencontrándose con Rick J19-Alpha-7, también conocido como Doofus Rick o “el Rick tonto”. Es un gran día que Jerry y Doofus Rick comparten una vez al mes, en una relación padre-hijo y de amistad que le ofrece un cariño que Jerry parece no obtener de ninguna otra parte. (Dato curioso: La info oficial denomina la dimensión de Doofus Rick como J19-ζ-7 (Zeta), pero el cómic la denomina como J19-α-7 (Alfa). ¿Serán acaso dos “Ricks tontos” diferentes, de dimensiones similares?) Como siempre una entretenida y ligera lectura, especial para aplacar la horrible espera de la próxima espera.MicroReseñas Indies 052
MicroReseñas Indies 052
East of West #024
Rick and Morty #010
<!DOCTYPE html> Final de ”The Fist & The Steel”, el arco que prometía darnos más de este entretenido bromance. Algo… curioso, por llamarlo de alguna manera, ocurre aquí. Se supone que el arco se centraría en la longeva amistad entre Colin y Gilad, algo que vimos por primera vez en el especial Book of Death: The Fall of Ninjak #001. En cambio, aquí obtuvimos un team-up más entre ambos héroes ambientado en el futuro, mientras que lo realmente importante ocurría en el presente. En ese sentido quedé con gusto a poco, y es extraño que en un solo one-shot hayamos obtenido mucho más que en los cuatro números que duró este arco. La historia era atractiva, aunque la ejecución fue bastante pobre (y culpo a Khari Evans por ello). Espero que el arco que viene ahora logre repuntar porque la serie se ha visto bastante debilitada… Pero antes, ¡número silencioso!UN CÓMIC AL DÍA — Día 31
UN CÓMIC AL DÍA — Día 31
Ninjak (2015) #021
<!DOCTYPE html> Las hermanas Tajo y Della sufren un drástico cambio en su destino al final de este número. Al mismo tiempo Lena, su cuñada, se perfila como un importante personaje de cara al futuro. Cómo ambas tramas se cruzan es un spoiler imporante, así que mejor omitamos comentarios por ahora. La historia ha bajado un poco su velocidad, después de los frenéticos dos primeros arcos con los que Rick Remender y Greg Tocchini nos bombardearon de información y acción desenfrenada. Las tramas de las gemelas y Stel han avanzado de a poco… hasta el final de este número, que por Dioh que no me esperaba que llegáramos a esto. Sí, creo que en este número se telegrafió desde el principio lo que podía ocurrir, pero no esperaba que fuera todo tan rápido ni mucho menos tan eficientemente. Perdonen por hablar tan ambiguamente, pero no quiero arruinarles el disfrute de este número, que parece recuperar la celeridad que había caracterizado a la serie. Más que conforme. Livewire y los H.A.R.D. Corps continúan con su redada a las embarcaciones con cargamento vital para la misión de Toyo Harada, en un intento desesperado por mellar su implacable avance. Entra en escena Gravedog, soldado desertor de los H.A.R.D. Corps al servicio de Harada, dispuesto a acabar con sus antiguos compañeros en pos de sus obtusos ideales. Algo que me gusta de Imperium es que en cada número la mierda golpea el ventilador — como que no suena tan bien en español… — con escenas cargadas de acción y violencia desmedida, mientras los protagonistas luchan en escenarios donde las apuestas son altas y los resultados no solo significan la muerte de alguien, sino que el control mundial se balancea entre Harada y los demás. Tensión a mil en cada vuelta de página, un logro apabullante por parte de Joshua Dysart, crear un cómic tan adictivo que marea. La calidad del arte en la serie ha bajado bastante en manos de Khari Evans, a quien nunca consideré un gran artista en primer lugar… aún así, hay secuencias interesantes, pero que con lo limitado de recursos narrativos que parece ser Evans, se ven finalmente eclipsados por sus puntos negativos. No es que sea terrible, pero se acerca a un nivel mediocre y baja notablemente la vara que habían impuesto los artistas anteriores. Por suerte, poniendo el guion y el arte en una balanza, el excelente trabajo de Dysart no se ve perjudicado por el de Evans, entregándonos, una vez más, un excelente número de Imperium. Y ya van…MicroReseñas Indies 065
MicroReseñas Indies 065
LOW #013
Imperium #015
<!DOCTYPE html> Aunque vine enormemente escéptico, debo reconocer que salí agradablemente sorprendido. El volumen anterior de Legendary Star-Lord fue una enorme decepción, ya que el trabajo de Sam Humprhies se limitó a transformar a Peter Quill del reacio líder y noble héroe que amamos en Annihilation a un bandido espacial en busca de fama y fortuna con un buen corazón — trabajo ya iniciado por el despreciable de Bendis, por lo demás — . Aquí, en cambio, saltamos a la juventud de Peter trabajando en la NASA, intentando ganarse un lugar entre los astronautas para poder ir a las estrellas y buscar su venganza contra los asesinos de su madre. Lo que nos encontramos es a un enérgico Peter, una versión alejada de lo visto en la gran pantalla, tomando su propio camino en este revisado “origen secreto”. A pesar de estar cargado de los clichés habituales de este tipo de narrativas, el equilibrio alcanzado es bastante aceptable y hacen funcionar la historia; además, el excelente trabajo de Javier Garrón no viene nada de mal, retratando a un Peter carismático y problemático, luchando por destacar. Debo admitirlo, Star-Lord #001 es una agradable sorpresa. Solo espero que Humphries no lo arruine. Honestamente no sabía qué esperar, y debo admitir que este primer número fue una grata sorpresa. Desde que se unió a los Guardians of the Galaxy, la vida de Flash Thompson ha tenido un drástico cambio, logrando por fin controlar al simbionte y volviendo a Venom un agente del bien en el espacio. Ahora, siguiendo un misterioso mensaje que recibió directamente en su mente, Flash se lanza en una aventura de rescate clamando ser un Agente del Cosmos. ¿Quién es la misteriosa voz? ¿Qué es un Agente del Cosmos? ¿Qué quieren de Venom? Estas son las interrogantes que nos presenta Robbie Thompson para la serie, prometiéndonos altas dosis de aventura y misterio. Acompañando a Thompson está el argentino Ariel Olivetti, siempre efectivo en impresionar con su trabajo visual, muy detallado y logrando corregir en parte su problema habitual de verse tan estático. Los extraterrestres de Olivetti son convincentes, permitiendo que la historia se sienta más real. No se ilusionen esperando a los Spaceknights de ROM porque, al menos por lo visto en esta primera entrega, no hay relación alguna. Fuera de eso, Venom: Space Knight #001 fue un prometedor debut, me declaro interesado. Estaré atento a próximas entregas. Finaliza Hail Hydra, y termina la larga etapa de Rick Remender con la franquicia Captain America y con Marvel. Es un final un tanto amargo, pues Ian Rogers tiene un confuso destino… y el cierre que tenemos los lectores nos deja con sentimientos encontrados. Remender disfruta hacernos sufrir, así que eso no es sorpresa; en lugar de darnos un final feliz, el guionista se dedica a analizar algo que todos hemos pensado: lo inútil de la labor superheroica si los villanos están constantemente arrancándose de prisiones y volviendo a repetir sus fechorías una y otra vez. A través de esta incómoda verdad, Remender nos muestra la alternativa en forma de este dominio en Battleworld, en que los buenos perdieron y la mayoría de los héroes se ha rendido. Y es un mundo indeseable. Remender y Roland Boschi dan un digno cierre a esta miniserie, como dije uno amargo, pero inteligente y fuera de lo común. Y eso se agradece. Contrario a lo que pensé el número anterior, este sí es el final de la miniserie. Y es una interesante sorpresa, revelando al fin la razón de Groot para querer viajar a la Tierra. Aquí tengo sentimientos encontrados… pues, una vez más, cambian el origen de Groot. Por una parte es un tanto agotador este constante revisionismo, pero el cambio de Jeff Loveness es bastante efectivo, especialmente para el cierre de la historia. Un final íntimo y emotivo, mostrando la bondad de Groot quien, siendo honestos, cambió radicalmente de lo que era antes a lo que vemos hoy, todo gracias a su versión cinematográfica… El trabajo de Brian Kesinger me sorprendió gratamente durante esta miniserie, y este cierre me lo confirma, así que espero grandes cosas de él en la editorial. Estoy algo cansado de tantos cambios, así que ni siquiera me dedicaré a compararlo con sus últimas versiones… solo disfrutaré el bonito final. Les recomiendo hacer lo mismo.MicroReseñas Marvel 043
MicroReseñas Marvel 043
Star-Lord #001
Venom: Space Knight #001
Hail Hydra #004
Groot #006
<!DOCTYPE html> Cuando Carol Danvers y su equipo de Alpha Flight investigan una misteriosa nave espacial que apareció en la órbita terrestre, deberán lidiar con los misterios que esta nave abandonada alberga, así como los peligros que esperan a la vuelta de cada oscuro pasillo. Tara Butters y Michele Fazekas toman el concepto de la nave espacial abandonada propia de Alien — de forma bastante explícita, con un monólogo interno de Carol mencionándolo — y le dan un toque propio, tomando las claves más divertidas de éste y adaptándolas a lo que la historia necesita. A esto sumémosle el arte de Kris Anka, quien hace un trabajo fenomenal durante todo el número. Un excelente manejo de las sombras permite que nos adentremos de forma creíble en lo desconocido y perturbador de la misteriosa nave, pero con el delicado estilo de Anka y los vibrantes colores de Matthew Wilson, la narrativa no hace más que captar nuestra atención con un precioso trabajo artístico. El trazo blando y natural de Anka le viene de perillas al personaje. Por otro lado, los diálogos resultan muy naturales, permitiendo que la historia fluya y la interacción entre los personajes sea realista y acorde al contexto y personalidades involucradas. En este sentido el trabajo de Butters y Fazekas cumple con creces, desarrollando además un conflicto diplomático paralelo que crece a medida que avanza la historia, y le otorga un papel relevante a Abigail Brand, una tarea a mi parecer necesaria para no volver a la hasta ahora comandante por default de todo lo relacionado con la defensa de incursiones extraterrestres frente al nuevo papel de la titular Captain Marvel. La nave extraterrestre en cuestión realmente es alienígena para todos, con una estructura biológica y controles orgánicos que realizan interfaz con la misteriosa raza y son difíciles de entender, al menos en un primer contacto. A veces resulta ridículo con qué facilidad nuestros héroes pueden manejar cualquier tecnología alienígena, así que es de agradecer el que los guionistas no se fueran por recursos facilones al momento de abordar estas escenas y pudieran desarrollar y explicar los procesos para adaptarse a esta particular situación. Puede que el cómic se llame Captain Marvel, pero esta es una serie coral con Carol Danverscomo líder de un grupo de personalidades diversas y vivaces, con un enorme legado en Alpha Flight y un cautivador temperamento en Brand, además de nuevos personajes como Wendy Kawasaki. Tras unos — para mí — aburridos volúmenes de la pluma de Gail Simone, por fin puedo decir que Captain Marvel es una lectura entretenida y recomendada. La historia tras los grabados de Groot es finalmente revelada, y… no podía ser peor. Es una historia que no es interesante, ni intrigante, ni entretenida, ni sorpresiva. Los grabados del árbol parlante favorito de los asistentes al cine se traducen en una suerte de cacería de pistas al más puro estilo Memento que nos conducen a través de toda la galaxia. A raíz de esto tenemos algunos cameos “sorpresa” que se notan a leguas no están ahí más que para hacer el chistecito fácil por una viñeta, lo cual resulta un tanto molesto por lo descaradamente comercial y formulaico que resulta. Peor aún, todo esta narrativa y aventura se traduce finalmente en NADA cuando la pista que lo lleva al paradero final de su amigo se lo topa de casualidad en la tele. Así de ordinario. Sí, me imagino que probablemente esa era parte de la broma del número, pero como lector me resulta una pérdida de tiempo e interés por la serie. Dicho sea de paso, Lord Rakzoon es tan fome como insoportable. De nuevo, me imagino que es parte de la broma, pero conmigo no parece funcionar. Espero que el próximo número, al parecer el final de este breve arco inaugural, repunte con un cierre digno para lo que han sido dos números que me han dejado mucho que desear. Me pregunto si me puse demasiado amargado o exigente… No puedo ser solo yo, ¿o sí? Súper fome. Cuando pensaba que la serie por fin se pondría interesante, Sean Ryan se esfuerza por decepcionarme con un blandísimo e irrelevante número. Se supone que Sam Alexander es un joven enérgico y divertido, optimista ante todo… y cómo me desagrada ahora, en solo 4 números. La aparente amenaza del hijo de Mole Man se la sacude — me imagino que temporalmente, pero aún así — como si nada. La interacción con Ms. Marvel y Spider-Man se descarta en un pestañeo. El conflicto familiar queda en una predecible y poco atractiva pausa. Todo mal. Por lo menos Cory Smith hace un trabajo más que aceptable en el apartado artístico, nuevamente destaco la habilidad del artista de retratar a los adolescentes como tales y no como adultos disfrazados de niños. En general el dibujo es más que correcto, aunque los colores de David Curiel no terminan de convencerme por completo. Como dije, una completa decepción. ¿Tal vez esperé demasiado de la serie? Le doy hasta el fin de este arco para convencerme de quedarme. El joven Peter Quill debe lidiar de la mejor manera posible su nueva situación como conserje espacial en la nave de Yondu, a la vez que intenta ascender de posición entre su grupo de piratas y aprende poco a poco a desenvolverse en la sociedad intergaláctica. La misión autoimpuesta de Sam Humphries para esta historia es la de aunar todos los orígenes conflictivos del cómic y el cine en uno solo, coherente y conciliador. Y debo decir que hasta ahora ha hecho un muy buen trabajo en ello. El origen místico y new age original de Steven Englehart ya no tiene sentido en el contexto cultural actual, y al momento de sumar al personaje a la continuidad principal de la editorial, la propuesta de Chris Claremont y John Byrne se sentía desactualizada al contrastarla con el panorama cósmico de la Marvel actual. Así que, contrario a lo que normalmente ocurre, este retconeo de orígenes es tan necesario como bienvenido. Por otro lado, Javier Garrón como siempre se muestra espectacular. Logra entregarnos personajes expresivos, de lenguaje corporal claro, expresiones naturales y una fluidez en los movimientos que da gusto. El coloreado de Antonio Fabela cierra el círculo con una paleta llamativa y agradable, que se vale de colores brillantes y diversos para recordarnos constantemente que estamos lidiando con extraterrestres de todo tipo. Aún está por verse cómo es que pasamos de un veterano y experimentado veterano de guerra cósmico dispuesto a todo por proteger la galaxia de potenciales amenazas a un bandido y mercenario caradura y picaresco — y de verdad espero que Humphries se atreva a darnos la explicación que el mediocre de Bendis jamás pudo — pero en lo que a orígenes se trata me declaro, por ahora, más que conforme.MicroReseñas Marvel 053
MicroReseñas Marvel 053
Captain Marvel #001–002
Rocket Raccoon and Groot #002
Nova #004
Star-Lord #003
<!DOCTYPE html> Emocionante número, con numerosas escenas de batalla, varios encuentros entretenidos y algunas sorpresas interesantes… pero nada de enorme relevancia. Los engranajes de esta Secret Wars continúan girando, llevándonos de la tensa calma del número pasado a los inevitables enfrentamientos y revelaciones de los últimos dos números. Es interesante destacar que este número fue probablemente el más cargado de humor en lo que va del evento central, un humor bien manejado que aligera la tensión tan presente durante todo el número, sin quitarle seriedad a lo ocurrido. Notables los ejemplos de Mister Sinister y la reacción de los zombis frente a Black Panther, ingenioso y divertido. Como siempre, el trabajo de Esad Ribic es impresionante. Más aún aquí, donde vemos numerosos frentes de batalla. Creo que la máscara de Captain Marvel es lo que le queda más extraño, pero su Mister Sinister, Thors, Hulks y zombis son todo un deleite visual. Es un número meramente de transición, pero necesario para no sufrir la sensación de que nos perdimos algo importante, como suele criticársele a Hickman. Ahora viene lo bueno. Tras 3 números desarrollando el misterio tras los diversos ataques en Utopolis y la traición de Nighthawk a Hyperion, tenemos el desenlace final de esta escalada de violencia. Marc Guggenheim utiliza divertidos paralelismos con The Dark Knight Returns para el enfrentamiento final entre Hyperion y Nighthawk — incluyendo un claro guiño en el título, “The Dark Night Falls” — dándoles un giro coherente al cómo y por qué de todo esto, metiendo incluso a Galactus en cierta forma. El escuadrón de Star Brands de Nutopia y el Thor Corps también se ven involucrados, tirando toda la carne a la parrilla para ofrecernos un gran final. De hace un buen rato que Carlos Pacheco está luciéndose en Marvel. Con Mariano Taibo, su nuevo entintador regular, Pacheco parece haberse reencontrado con su mejor versión, la que perdimos cuando Jesús Merino decidió seguir por su cuenta. Frank Martin da los toques finales con un coloreado muy “terroso”, cargado en rojos y naranjos, que vienen bien al tono crepuscular de la historia. Pero lo que más disfruté de esta miniserie fue el inteligente guion de Guggenheim. Aprovechando la mitología del Squadron Supreme/Sinister, del New Universe e incluso de DC Comics, crea dominios interconectados que se ven involucrados en esta guerra de poder entre Hyperion como Barón de Utopolis y Nighthawk como la mano que mueve los hilos en las sombras. El clásico enfrentamiento entre Superman y Batman, llevado al extremo de una forma ingeniosa y bajo un prisma poco usual. Rápida, inteligente y divertida, Squadron Sinister es una de las tantas miniseries que hacen que toda la movida editorial que ha significado Secret Wars valga completamente la pena. Ahora espero con más ansias la venidera serie regular Squadron Supreme, de la mano de James Robinson y Leonard Kirk. Otra miniserie que termina en una nota alta. Thanos, Guardians of the Galaxy, Nova Corps, el Infinity Gauntlet y un guion ajustadísimo son los ingredientes para esta excelente historia en cinco partes. Tenemos un enfrentamiento final entre Thanos y… ¿Thanos? Anwen es sin duda la estrella de toda la historia, es en torno a su optimismo y fuerza de voluntad para continuar que toda la historia progresa, y como no podía ser de otra forma, es gracias a ella que la historia tiene un final feliz. El trabajo de Dustin Weaver y Gerry Duggan en el guion es muy ingenioso, tomando como inspiración los elementos cósmicos de Marvel pero usándolos para construir su propio relato, alejándose de la idea facilista de simplemente repetir los mismos hitos de la saga original que da nombre a esta historia. Asimismo, el trabajo de Weaver reimaginando la apariencia de los personajes es muy efectiva, llevándolos a su terreno con claras influencias de los mechas japoneses, que funcionan muy bien en el relato general. Gran miniserie, una digna adición al rincón cósmico de Marvel que tanto me gusta. Continuando con la revelación del número anterior, Ultimate Thor y Thor The Unworthy se apresuran en volver a Doomgard para aclarar finalmente todo el misterio. Nuestra actual Thor de la continuidad principal, Jane Foster, tiene un papel crucial en el desarrollo final de los hechos. Jason Aaron nos regala un potente cierre, con varias peleas entre Thors conduciéndonos a lo que veremos luego en las páginas de Secret Wars #007, con los Thors marchando hacia Doomstadt. Chris Sprouse se luce con elegantes líneas y figuras sólidas y detalladas, usando amplias viñetas para generar la sensación de epicidad necesaria para esta historia. Poderoso final, con una carga emocional que entrega un cierre bastante efectivo. Si esta es la última vez que veremos a Thorlief Golmen, el Ultimate Thor, fue una despedida en todo lo alto. If they be worthy.MicroReseñas Marvel 042
MicroReseñas Marvel 042
Secret Wars #007
Squadron Sinister #004
The Infinity Gauntlet #005
Thors #004
<!DOCTYPE html> Me pasó algo curioso con Onyx. Leyendo el prefacio entendí más claramente lo ocurrido el número anterior que leyendo el cómic mismo. Puede que la historia sea buena — y lo es — , pero desde el primer número que siento que a Chris Ryall le falta pulir más sus guiones, a ratos muy expositivos, a ratos un tanto confusos. Saliéndome de esto, que es la gran crítica que le tengo a la serie, la historia progresa rápidamente a un buen ritmo. Gabriel Rodríguez hace un excelente trabajo, y mi única queja es que Jay Fotos usa una paleta a ratos algo aburrida. Solo queda un número, lamentablemente. Considerando la trama de la historia quedaría cerrada, pero aún así cruzo los dedos por que a futuro veamos más de Onyx. Es un gran personaje, con potencial para más. 8House #005 genera muchas más dudas de las que ya teníamos, sin ninguna respuesta a cambio. Yorris se encuentra en un mundo extraño a causa del parásito oculto en la Curse Stone que utilizaron en ella. Esto nos lleva a conocer a Aulian, Yu-Reye y The Hyden. También conocemos a un grupo de pintorescos personajes, parte del manicomio donde fue enviada Yorris. ¿Cómo conecta todo esto con nuestro relato central? Lamentablemente, habrá que esperar hasta la próxima entrega, que lamentablemente no sale hasta el próximo año. El trabajo de Fil Barlow y Helen Maier es visualmente impresionante, al igual que en el número anterior, así que si bien no entendemos mucho de lo que ocurre al menos podemos disfrutar a concho cada página. El número trae como complemento una reimpresión de “Aquarine”, una historia corta publicada en Dark Horse Down Under #001 el año 1993. Barlow crea, improvisando página a página, un relato que evoca la mitología creacionista, con una suerte de diosa guardiana guiando a la humanidad y otorgándole el conocimiento para evolucionar como cultura. Intrigante historia de 8 páginas, con un arte hermoso. Un buen complemento para una, francamente, confusa historia. Mientras Tess Solomon planea una forma de liberar a Lord Vine-99 para que cumpla su objetivo final de eliminara a Toyo Harada, su madre Sasha, antigua miembro de la Vine Planting Liberation Army, le cuenta al resto de los vine plantings — y de paso a nosotros, el lector — cómo ocurrió el primer encuentro entre Harada y un Vine. El arte pasa de CAFU en el presente a Juan José RyP en el pasado, quien ha estado trabajando bastante para la editorial. Yo feliz. CAFU es cumplidor como siempre, haciendo un trabajo bastante correcto; por otro lado, Juan José nos muestra un relato crudo y violento, con la crudeza de las guerras en que ha intervenido Harada. Otro mes más que caigo ante los encantos de Joshua Dysart. ¡Qué gran guionista! Con el poco espacio que hay, creo que James Asmus hace un buen trabajo en reflejar la personalidad de cada uno de los protagonistas, manteniendo una coherencia temática con lo que hemos visto hasta ahora en el equipo. Recupera un cabo semi-suelto de las Armor Wars y se las ingenia para crear una amenaza con una presentación, desarrollo y desenlace satisfactorios en apenas 2 números, lo que no es menor. Por supuesto, no es el mejor número de la serie, mucho menos en el arte. Karl Moline y Mark Pennington no pasan del aprobado en cuanto a narrativa, a pesar de un resultado muy tosco, con líneas gruesas y figuras a medio definir. Pese a ello es un arte con personalidad, así que no todo es negativo. Ahora solo nos queda el número final de la serie, que promete ser extra-grande y cargado de humor. ¿Qué depara el futuro para el equipo Unity? Solo el tiempo lo dirá. La tensión crece cada vez más en Bloodshot Reborn. A un número del final de “The Hunt” el peligro asecha a Magic, mientras Ray intenta llegar a tiempo para ayudarla. Los detectives Festival y Hoyt descubren más sobre el pasado de Bloodshot y consiguen una pista que los lleva al último objetivo, pero ¿podrá Ray llegar a tiempo antes que ocurra un desastre? En el apartado artístico Butch Guice mantiene un buen trabajo, pero más desprolijo que el visto en el número anterior. La química con los colores de David Baron no es mala, pero de nuevo, podría ser mejor. El gran mérito de Guice es que hace personajes creíbles, figuras con gravitas, lo que suma muchísimo al trabajo de construcción que hace Jeff Lemire. El número tiene muchas revelaciones sobre los orígenes del Project Bloodshot, pero que curiosamente poco y nada afectan sobre lo que nosotros como lectores percibimos de nuestro protagonista. Aún no sabemos su verdadero origen, quién fue en su vida pasada ni cómo llegó al proyecto, y tampoco creo que sea realmente necesario averiguarlo. Lemire ha sabido jugar con esto de forma que el misterio y las motivaciones de Ray se mantengan relevantes para el lector, e incluso ahora que Magic y él mismo saben la verdad, nosotros seguimos sin conocerla… y la lectura no se ve afectada en absoluto. No tengo idea cuándo nos revelarán finalmente estas verdades, pero a diferencia de lo que pensaba en la etapa anterior del personaje, bajo la pluma de Lemire no estoy apurado en conocerlas. Gran serie. Grandes autores. Si aún no la lee, no sé qué mierda espera.MicroReseñas Indies 042
MicroReseñas Indies 042
Onyx #003
8HOUSE #005
“YORRIS Part II”
Imperium #010
Unity #024
Bloodshot Reborn #008
<!DOCTYPE html> Te amo Tradd Moore. Cada vez que leo algo ilustrado por Tradd no puedo más que derretirme en elogios hacia él. La coherencia y fluidez narrativa a través de las páginas, su atención a los detalles, la energía y dinamismo que inyecta a las viñetas… todo funciona de forma soberbia. Su trabajo es simplemente brillante, y deben haber muy pocos artistas en la industria que posean su talento para las escenas de acción, donde sientes la velocidad de los movimientos o el peso de los golpes de forma tan palpable. La guinda como siempre es el hermoso coloreado de Felipe Sobreiro, muy simple y brillante, apoyando la narrativa sabiendo dónde colocar el realce. Por suerte el guion de Justin Jordan es digno de su dibujo, especialmente por The Shooter, el atractivo personaje que posa en la portada. Su personalidad es divertida, un agradable cambio después de haber interactuado solo con psicópatas sedientos de sangre en números anteriores. La historia de complemento narrando el “origen” de los gemelos vistos en la primera entrega también está bastante bien, mostrando las dotes de guionista de Tradd Moore. Ojalá esta práctica le permita a futuro realizar trabajos como autor completo, no me imagino más que maravillas. Stephen Green en los lápices es un cambio bienvenido al estilo de Moore, mucho más tradicional y calmado, pero no por eso menos efectivo. Sumado a la paleta y textura que Sobreiro le aplica dan un agradable toque final. Lamentablemente, Jordan nos comunica en las páginas finales que la próxima entrega de la miniserie se aplaza hasta enero del 2016, y los dos números finales saldrán en marzo y mayo… Será una espera agónica, pero de la que cuando esté todo terminado seguro ya nos habremos olvidado. Yo ya quiero comprar mi Deluxe recopilando las tres miniseries. Otra entretenida entrega de Onyx. La historia de Chris Ryall y Gabriel Rodríguez progresa de forma interesante, moviendo a los personajes hacia un nuevo conflicto, mientras intentan lidiar con la espora alienígena. En las primeras páginas somos introducidos a un elemento que probablemente sea de gran importancia en la trama: mutados, fetos humanos alterados con ADN animal para crear una clase obrera obediente que se encargara de cubrir las necesidades que tiene la sociedad humana futurista. Un problema que vuelve a surgir, y mencioné en la entrega anterior, es un tono un tanto condescendiente por parte de Ryall en sus guiones. Tal vez sea cosa mía, pero siento que explica más de lo necesario, bajando la velocidad de la historia para llevarnos de la mano a través de ésta, especialmente cuando se trata de Onyx. A pesar de ello la trama es atractiva y los personajes principales, Onyx y Loner, son interesantes y complejos, e incluso considerando este pequeño problema la narración fluye de forma agradable, logrando que uno nunca pierda el interés en la lectura. En cuanto al dibujo, Rodríguez se luce una vez más con una gran labor. Sus diseños son geniales, la acción es narrada con una claridad excelente, se nota que hay planificación tras cada viñeta. Incluso en páginas cargadas de personajes es fácil seguir lo que ocurre, gracias al contraste entre los personajes, cargados de detalles y tinta en sus uniformes tecnológicos, versus los fondos más abstractos y tenues, ayudado en esto por el colorista Jay Fotos. Respecto a este último, sólo me gustaría que su paleta de colores no fuera tan cargada a los tonos ocre y se atreviera con algo más de saturación en algunos elementos clave. A pesar de ello la dupla logra un excelente trabajo, con una doble página como lo más destacado. Onyx #002 continúa el buen hacer de la primera entrega por parte de Ryall, Rodríguez y Fotos. La historia promete, y solo puede ir mejorando. Si aún no lo leen, no sé qué esperan. Ahora sí, shit just got real. La cacería de Ray Garrison -nombre provisional- por el resto de infectados con sus nanites continúa, y da un inesperado giro cuando se acerca al próximo objetivo. Mientras, su relación con Magic lentamente se desarrolla… Lo peor de todo es que gracias a The Fall of Bloodshot #001 ya sabemos el inevitable desenlace de esa relación… El drama crece con cada número, ¿por qué nos haces esto, Lemire? TT A Jeff Lemire le encantan las relaciones humanas, y a los detectives no los iba a dejar de lado. Conocemos un poco del pasado de la agente Festival, y su relación profesional con el agente Hoyt tiene un inesperado bache en el camino. Butch Guice toma las riendas de la historia trayendo su usual acercamiento realista, con un acabado más sucio e informal alejado del detallismo de Mico Suayan. Me gusta Guice, y aunque usa fotorreferencias o derechamente fotos procesadas en varias viñetas, logra mezclarlas relativamente bien con sus tintas, obteniendo un resultado que funciona. Me gusta especialmente su Ray, un tipo duro con una barba de 3 días, tu típico héroe de acción noventero. Como dije, shit just got real. ¡Esto se pone bueno! La misión de Ninjak por desmantelar Weaponeer y derrotar a los Shadow Seven sigue firme, y esta vez le toca enfrentarse a Sanguine. Uno de los más duros miembros, Sanguine posee un pasado interesante y bien construido, además de ofrecer una entretenida pelea. Matt Kindt se ha preocupado que cada miembro tenga un trasfondo relevante, con motivaciones creíbles para hacer lo que hacen, y tener las habilidades que tienen. En este sentido, me gusta como Kindt integra la mitología Valiant de otras franquicias en su historia y los mezcla de forma tan natural. En el pasado de Weaponeer y los Shadow Seven, incluso del mismo Ninjak, se alzan las figuras de Master Darque y el Bleeding Monk. Solo espero que esto no quede en meros cameos y sea algo más que un mero coqueteo con ideas ajenas. A veces el trabajo del colorista es crucial, y creo que esta vez falla. Juan José RyP tuvo una intervención pequeña un par de números atrás, pero esta vez es el artista principal, y si bien está lejos de ser un trabajo terrible, tampoco logra destacar de forma particular. Un punto positivo es su tendencia a los detalles, especialmente a los fondos, intrincados y bien trabajados; pero como decía, el color falla y Ulises Arreola, el colorista habitual de esta serie, lamentablemente no se mezcla bien con los lápices de RyP. Una agradable sorpresa fueron los flashbacks de este número, dando nueva luz sobre la familia de Colin King, especialmente sobre el mayordomo de la casa, esa figura abusiva que, al final, ocultaba más de lo que mostraba a simple vista. Como es habitual, “The Lost Files” es un intrigante vistazo al pasado de Colin. Por fin llegamos al inicio de su entrenamiento… Entrenamiento forzado, por lo visto. Stephen Segovia entra a reemplazar al habitual Butch Guice, quien se cambia a Bloodshot Reborn, y hace una gran labor. Ya van 3, quedan 4. Y comienza “Ending History”, tercer arco argumental de Ivar, Timewalker. Y comienza de forma bastante curiosa: son exactamente las mismas páginas iniciales de Archer & Armstrong #001, ilustradas por Clayton Henry, donde Fred Van Lente nos narraba parte del origen de la inmortalidad de los hermanos Anni-Padda. Pero como este es un comic sobre viajeros temporales, es momento de cambiar la historia. Neela Sethi viaja a este crucial momento y… toma prestado a Ivar. Tras los eventos del último número, el multiverso se ha salido de control, y cualquier realidad alternativa que pueda existir, existe. Gracias a esto, vemos ideas tan ridículas como vikingos payasos, con cuernos de guerra / de bicicleta. Aquí la verdad me exploté en risa, hace rato Van Lente no nos entregaba un número tan divertido como éste. Otro momento particularmente divertido es cuando Neela se encuentra por primera vez con Neela, quien al no tener aún un chip traductor -ya saben, el accesorio que todo viajero intergaláctico e interdimensional debe tener- no entiende su idioma y solo leemos diálogos en “Lorem ipsum”. Ni les explico lo que me reí. Al final del número nuestros héroes se encuentran en una realidad donde el Imperio Saurio domina la Tierra, T-Rexes con trajes del Imperio Romano incluidos. Aquí de nuevo exploté en risas, particularmente por unos ganchos metálicos que utilizan los T-Rex para tomar las cosas… ya saben, por sus brazos cortos. Hilarante. En este arco tendremos al genial Pere Pérez, con su estilo claro y limpio. Lamentablemente tendrá que lidiar con el coloreado de Andrew Dalhouse, quien de hecho empeora el pulcro oficio de Pérez; ya me había acostumbrado a a él en algunos de sus trabajos, pero aquí, conociendo de antemano el estilo de Pérez, sé que estaría mejor con un colorista diferente, más limpio y con una paleta más llamativa. A pesar de ello, los diseños e intrincados detalles en fondos y personajes logran resaltar, consiguiendo un buen producto final. “Ending History” comienza con una buena entrega, cruzo los dedos por que los próximos números sean igual de divertidos. PD: Pucha que son bonitas las portadas de Raúl Allén. Una entrega extra larga nos deja Rai #010, con bastante historia que disfrutar. Matt Kindt ha escrito varias series para Valiant, y poco a poco ha ido construyendo una mitología propia de la cual sacar provecho. Hay guiños a <a href=“http://www.elmultiverso52.com/etiquetas/book-of-death-the-fall-of-ninjak/" data-href=“http://www.elmultiverso52.com/etiquetas/book-of-death-the-fall-of-ninjak/" class=“markup—anchor markup—p-anchor” rel=“noopener” target=”blank”>The Fall of Ninjak #001, un enlace temático con la primera entrega de Rai y los engranajes de los personajes van calzando de forma natural. Rai debe adaptarse al mundo en la Tierra, mientras sus aliados se recuperan y reagrupan lentamente. El inevitable y muy anticipado encuentro con Eternal Warrior se acerca, pero el camino no será fácil, aunque en el camino gana algunos nuevos aliados que lo pueden ayudar en su cruzada. Clayton Crain se desenvuelve bastante bien en este entorno, de hecho puede que me guste más su aproximación visual a un mundo devastado que a una tecnópolis súper avanzada. Curioso. Rai ha ido mejorando bastante con el tiempo, afirmándose como un gran relato de redención y búsqueda de identidad. Puede que les suene a tópicos demasiado manidos, pero la perspectiva que entrega un súper-androide del futuro engañado en su misión por un líder todopoderoso para controlar a un pequeño grupo de privilegiados mientras el resto del mundo se va al carajo es lo que le otorga el encanto final. Gran dupla la de Kint y Crain, ojalá continúen un buen rato. ¿In…teresante final? La verdad no fui un fan de este arco desde que comenzó, bastante extraño y con una villana desagradable de leer que, peor aún, fue la narradora de todos los putos números. Imagínense esa persona que les cae mal, que no soportan. Ahora imaginen a esa persona contándoles una historia. Bastante desagradable, ¿no? Como sea, el final tuvo un interesante giro con un curioso personaje. Pero tampoco se puede decir mucho más. War-Monger está finalmente fuera de juego, solo quedan 3 números y llega el final de la serie. Ahora viene la revancha de los Armor Hunters. Wait, what?MicroReseñas Indies 033
MicroReseñas Indies 033
The Legacy of Luther Strode #003
Onyx #002
Bloodshot Reborn #006
Ninjak #007
Ivar, Timewalker #009
Rai #010
Unity #022
