Siendo sincero, el número anterior se escapó de mi radar y no lo reseñé, pero tampoco ocurría demasiado; básicamente veíamos el creciente arrepentimiento de Beatrice, conduciéndonos hacia el episodio 6, “Lullaby in Frogland”. Pero este número… Oh, boy.
Este número nos narra la historia del Leñador, de cómo llegó a vivir en los bosques con su esposa e hija y el desafortunado giro que tendrían sus vidas en una espectacular muestra de mala fortuna. Es una historia trágica, con la que logramos por fin entender el dolor del leñador y el miedo que siente hacia La Bestia y su desalentadora situación.
Pat McHale, junto a Amalia Levari, se lucen con un excelente guion, llevando por fin el cómic en su última entrega un paso más allá de la mera entretención y complemento casual, volviendo este número tan relevante como cualquiera de la serie animada misma. Jim Campbell como siempre logra capturar la identidad visual de la serie y plasmarla en el papel, otorgándole personalidad a los personajes en sus trágicos destinos.
Un gran cierre para esta miniserie. Y ahora sí, imperdible para los fans.
Rick and Morty #008
En un inesperado cambio, en lugar de continuar la historia del número anterior tenemos una suerte de… especial de festividades, con Rick y Morty en una realidad alterna celebrando Blumbus, una distorsionada Navidad al puro estilo Rick and Morty.
El habitual CJ Cannon es reemplazado en sus labores artísticas por el guionista de la serie, Zac Gorman, con un estilo más sucio y descuidado si se quiere, pero con más personalidad, alejándose un poco de la habitual apariencia heredada de la serie animada. Me agradó bastante y no me molestaría para nada verlo más seguido participando en el apartado visual.
Es una historia entretenida con el clásico humor marca de la casa, creando una hilarante aventura festiva. Si esto era un relleno, me declaro conforme.
Ivar, Timewalker #011
HOLY. SHIT.
En lo que sea probablemente el mejor número de la serie hasta ahora, Fred Van Lente se luce con una emocionante historia donde las coincidencias no existen. Por más que luchen por evitar lo peor, tal parece que el destino de Ivar y Neela está condenado a repetirse de alguna manera u otra. Los sabios de Faraway — que conocimos hace tiempo en Archer & Armstrong — vuelven a entrar en escena, y tal parece que tendrán una importante repercusión en el futuro de la serie y de nuestros héroes.
La labor de Pere Pérez es buenísima, resolviendo con inteligencia los desafíos del número; el recurso de las líneas temporales encapsuladas en su propia burbuja es una ingeniosa forma de visualizar lo que está ocurriendo a causa del Null Generator. Como siempre el humor es parte importante y las bromas en esa primera doble página son tantas que da gusto.
Queda un solo número para cerrar “Ending History”. ¿Qué nos depara el futuro… si es que aún hay uno?
X-O Manowar #042
Aric debe enfrentar una difícil decisión: elegir un bando para detener la guerra entre los humanos y los vine. Acudiendo al sacerdote vine, nuestro visigodo favorito sopesa su historia con Shanhara hasta ahora para averiguar qué es lo mejor para poder evitar el derramamiento de sangre.
Cerrando “Exodus”, este es un número donde pasan pocas cosas, pero de forma intensa. Rafa Sandoval hace un excelente trabajo en cada página, otorgando personalidad a los personajes y a las naves de batalla de cada raza. La progresión de la historia que ha creado Robert Venditti es una que sigue una lógica orgánica, permitiendo a la serie crecer de forma natural a través de los diferentes arcos; desde el debut hasta hoy, todo está conectado de una manera inteligente.
Y hablando de desarrollo orgánico, en el próximo arco Aric se aliará una vez más con Ninjak para acabar con vine plantings, tal como comenzó todo esto en “Enter Ninjak”. Aplausos para Venditti.
Como era de imaginarse, el enfrentamiento de inhumanos y mutantes poco a poco intenta centrarse en los NuHumans. El evento ha tenido sus momentos entretenidos, la pelea está (relativamente) bien justificada y cada número progresa de forma visible la trama en lugar de estirar el chicle descaradamente, así que pese a que no me engancha totalmente, no puedo negar que la labor de Charles Soule y Jeff Lemire es bastante competente.
Conocí a Javier Garrón en la reciente serie del joven Cyclops y su trabajo es muy bueno, dinámico y refrescantemente expresivo, pero lamentablemente aquí los coloristas no logran sacarle partido, llegando incluso a bajarle el nivel. A ver si se estabiliza este aspecto.
No me di cuenta y se me terminó la serie. Por alguna razón pensé que seguiría, pero visto lo ocurrido tiene todo el sentido del mundo que este fuera el número final, donde James Robinson termina de atar cabos sueltos y deja terreno fértil para que otros guionistas continúen a los personajes en otras series. En ese sentido, Robinson es muy buen jugador de equipo, ya que deja elementos para que cualquiera pueda continuar con ideas nuevas.
La parte que lamento es que casi nadie lo hace. Ocurrió lo mismo con su All-New Invaders, serie que le cancelaron por las bajas ventas y donde se vio forzado a comprimir las historias finales a la vez que cerraba los pocos arcos argumentales que pudo. Quedaron historias para continuarlas en otro lugar, pero hasta ahora aún no ocurre, y me temo que ocurra lo mismo con los personajes del Squadron.
Bonito final, con su toque de emotividad usual… pero me siento un poco decepcionado. Jeff Lemire suele crear momentos de alta tensión emocional y conectarlos con entretenidas dosis de acción que, en conjunto, logran momentos memorables, sobre todo en el cierre de una historia. Aquí creo que se queda algo corto en ambos aspectos, si bien el lado emotivo está presente y es parte clave del clímax y desenlace del número y la miniserie, por alguna razón no se sintió tan potente como lo fue en ”The Valiant”, ni la acción alcanzó niveles tan altos como en ”The Analog Man”. Pese a todo, es un buen cierre (por ahora) para Bloodshot y sus aventuras desde que inició Lemire con Bloodshot Reborn.
La etapa de Jason Aaron con el Dios (y Diosa) del Trueno ha sido espectacular, así que no había más que confiar en lo que haría con la anunciada “Asgard/Shi’Ar War”.
Pues hoy comenzó… Esperaba más.
Todo comienza con un ataque del Imperio Shi’Ar hacia Asgardia, con un objetivo específico que involucra a nuestra protagonista. Lamentablemente no nos enteramos de nada más, por lo que quedará esperar un mes completo para entender mejor la situación. Pese a esto hay dos puntos que añaden interés al comienzo del número y en el cliffhanger del cierre, y el arte de Dauterman es siempre un disfrute. Solo espero que esta anunciada guerra sea con todo y no se quede corta, Marvel tiene un historial de grandes guerras cósmicas.
Un número mudo cargado de energía y sangre, eso es lo que nos entregan Jonathan Hickman y Nick Dragotta. La sincronía de Dragotta con el colorista Frank Martin permiten que este número resulte tan bien como lo hace.
Básicamente es un gusto que Hickman y Dragotta se dan, pues si bien hace progresar la historia — sin duda habrán graves consecuencias tras los hechos de este número — , perfectamente podrían haber contado lo mismo en un par de páginas. Pero que esto sea así no significa que el número no valga la pena, al contrario; la habilidad narrativa de Dragotta es todo un goce que te deja con ganas de mucho más.
No hay mucho más que agregar, ni siquiera Hickman se atreve a estorbarle a su compañero. Simplemente quedo enormemente ansioso por leer próximo número.
Qué grande es East of West.
Rick and Morty #009
Dos números atrás la historia comenzaba con fuerza y viendo la segunda parte aquí, este arco tiene un gran potencial. Explotando el potencial de los multiversos, enriqueciendo a los personajes y dándoles una mirada fresca desde un punto de vista diferente.
Las ideas de Zac Gorman son un tanto clichés, pero su misma naturaleza son parte del chiste; de hecho, aprovecha la personalidad de Rick para burlarse de ellas. CJ Cannon hace un buen trabajo como siempre, aunque debo decir que la mirada al interior de la Rebelión se sintió algo decepcionante… no sé si esa fue la intención de los autores o simplemente no les resultó. Como sea. La historia de complemento es breve y directa, con una curiosa reflexión sobre la vida y la muerte, con Marc Ellerby en los lápices.
Lo mejor del cómic es que nos permite sobrellevar mejor la enorme espera que tenemos por delante para la próxima temporada. Que siga por muchos números más.
The Death-Defying Doctor Mirage: Second Lives #001
Casi un año tuvimos que esperar para que llegara una segunda miniserie de Doctor Mirage. De la mano de Jen Van Meter, Roberto De La Torre y David Baron, el mismo equipo de la primera miniserie, por fin tenemos la continuación de las aventuras del matrimonio de Shan y Hwen.
Al final de la miniserie anterior, Shan lograba recuperar el espíritu de su fallecido esposo Hwen; ahora, ayudados por su manager, buscan un pergamino que tendría un ritual para que el espíritu de Hwen pueda ser tangible y así marido y mujer puedan volver a abrazarse una vez más. Pero las cosas se complicarán cuando una copia del pergamino oculte más de lo que nuestros héroes esperan.
La relación entre los personajes es muy entretenida, tienen una química sumamente natural, realmente se sienten como una pareja trabajando junta, a pesar de su estado actual. Los aspectos esotéricos también están muy bien llevados, incorporándolos de forma lógica en la trama, sin restregarte términos rimbombantes en la cara solo para simular una erudición ficticia; a Doctor Mirage, lo que diga le crees.
Respecto al arte, la escena de la boda es un tanto confusa en cuanto a narración visual, pareciera que Roberto De La Torre no quiso preocuparse demasiado al respecto y a ratos perdía el foco de atención en cada viñeta. De entrada me chocó lo poco prolijo de su trabajo, al menos en las primeras páginas; su estilo se caracteriza por tener cierta suciedad y poca definición intencional, pero la gracia es equilibrar esto con un resultado satisfactorio, y aquí no siempre lo cumple, algunas viñetas parecen bosquejos sin terminar. Con todo, De La Torre sigue siendo un buen artista y el balance final resulta positivo, los personajes se ven interesantes, fluyen a través de la página y sus expresiones son naturales; cuando le sumas los colores de David Baron el resultado final es, dentro de todo, satisfactorio.
Al final del día, es un bienvenido retorno de Shan Fong-Mirage. Van Meter y De La Torre prometen una nueva entretenida miniserie.
Bloodshot Reborn #009
Increíble final para “The Hunt”, un número cargado de acción, sangre, pólvora y una excelente caracterización de personajes. Los puntos fuertes de Jeff Lemire son llevados con estilo a través de cada página, haciendo incapíe en la redención de Ray Garrison, su sacrificio al asumir el manto de Bloodshot y el apoyo que significa Magic para él, mientras la detective Festival queda en medio del fuego cruzado.
Partamos por lo negativo. Butch Guice pierde la precisión de los primeros números, lo más seguro por los plazos de entrega, lo que resulta en figuras y detalles con un acabado un tanto descuidado. Guice es preciso en las poses y expresiones, sin fallar en proporciones anatómicas, por lo que el único gran problema es la definición final.
El arco de la detective Festival queda a medio camino, esperemos que para ser retomado en historias futuras. Es un personaje con una historia atractiva y con potencial para buenas historias.
Lemire le da un cierre satisfactorio a este arco, que si bien puede resultar un tanto predecible, es coherente con el desarrollo de nuestro protagonista en estos nueve números. Es interesante que con lo poco que cambia Lemire del personaje logra darle una identidad mucho más humana y fácil de empatizar, a pesar de seguir siendo a grandes rasgos el mismo de siempre. Son los detalles los que hacen la diferencia.
Ahora se viene “The Analog Man”, un arco ambientado en el futuro y se ve la raja. ¡Que llegue pronto!
Rai #012
Las piezas del dominó comienzan a caer en un espectacular cierre al arco actual. New Japan y Father se enfrentan al ataque decisivo y simultáneo de distintas facciones en diversos sectores de la megalópolis flotante, con consecuencias impactantes.
Algo que me llama la atención de las decisiones tomadas por Matt Kindt es el poco protagonismo que tuvo Rai en este tercer arco. Puede que la serie se llame Rai, pero el número de personajes involucrados es considerable, tomándose su tiempo para profundizar de forma homogénea en todos. Por otro lado, la evolución del trabajo de Clayton Crain es notable, ganando confianza y soltura número a número. Su estilo digital es perfecto para la historia, e incluso en ambientes naturales logra desenvolverse con soltura.
Otro potente final de arco argumental en Rai, cerrando “The Orphan” en una nota alta y dejándonos con el tremendo cuello hasta abril del próximo año, cuando la editorial lance el evento del año: 4001 A.D.
Ivar, Timewalker #012
Primero, quisiera aclarar que mi compañero Zombi Rodros ya reseñó varios de estos cómics por aquí. Este soy yo poniéndome al día con mi querida editorial.
Otro poderoso final — esta semana me tocó revisar muchos finales — nos deja Valiant. Esta vez también es el final de la serie, quedándonos con una bonita maxiserie de 12 entregas y un futuro Deluxe que ya veo tirando pinta en mi librero.
Fred Van Lente cierra de forma redonda un relato emocionante, lleno de energía, imaginación y humor, pero sobre todo de poderosos momentos emotivos entre los protagonsitas Ivar Anni-Padda y Neela Sethi. El guionista se desenvuelve con naturalidad entre la comedia, acción y drama, cambiando entre éstas con una facilidad refrescante. El trabajo de Pere Pérez se mantiene en correcto, ya que no destaca en ninguna característica en especial, pero tampoco tiene ningún problema particular. Sus personajes son, por decirlo de alguna manera, perfectos en su simpleza. Probablemente lo que mejor trabaja Pérez sean las expresiones, lo que sin duda es un agregado importante en los momentos emocionales a la vez que permite venderte de mejor manera las bromas.
Ahora, Van Lente se nos va de la editorial. Esperemos que vuelva pronto, para seguir narrando las aventuras de los hermanos Anni-Padda. Se extrañará su buen sentido del humor y sensación de la aventura.
Wrath of the Eternal Warrior #002
Segunda entrega de las aventuras del Eternal Warrior en el otro mundo, el lanzamiento del momento en la editorial.
La historia avanza muy poco, pero a cambio profundiza en el pasado de Gilad y su familia, el peso emocional que cada integrante carga y lo difícil que es la odisea que espera a nuestro héroe, no solo por los monstruos a los que deberá enfrentarse, sino por los sacrificios que deberá hacer para regresar al mundo de los vivos y seguir luchando por un mundo mejor. Gilad Anni-Padda se perfila como el héroe definitivo, dispuesto a renunciar a una vida en su paraíso personal y atravesar el mismo infierno con tal vez luchar por los demás. Antes ya me resultaba un personaje interesante, ahora tiene todo mi respeto y admiración.
El arte secuencial de Raúl Allén — asistido por Patricia Martín — destaca nuevamente, cargando la mayor parte del peso narrativo con viñetas mudas y transiciones elegantemente ejecutadas. La mayor parte de la información, sobre todo emocional, nos llega a través del arte; si les gusta el estilo de David Ajá, tan de moda últimamente, entenderán más o menos por dónde van los tiros.
Un buen guion sumado a un impecable trabajo artístico no dejan lugar a dudas, Wrath of the Eternal Warrior es una lectura más que recomendada. Ansioso por leer más.
Imperium #011
Joshua Dysart continúa impresionándome con una historia arriesgada y brillantemente ejecutada. El imperio que construyó Toyo Harada se vino abajo cuando los Renegades de Peter Stanchek lo expusieron a todo el mundo; ahora, su jugada final se ve en peligro cuando debe entrar en su bóveda de sueño por 24 horas y los Vine Plantings toman la oportunidad para desatar a LV-99 y desplegar un ataque a gran escala en su contra. El castillo de cartas de Harada tiembla peligrosamente.
Las páginas de CAFU son bastante buenas, en general es un narrador visual correcto y en la primera mitad del número se mantiene contenido en un estilo muy simple; pero cuando Sasha comienza su plan y desata a LV-99, CAFU lo hace con él. La acción, destrucción y energía en las últimas viñetas son emoción pura. Lo mismo ocurre con los lápices de Juan José RyP, su representación de LV-99 es brutal, retratando la naturaleza salvaje del monstruo Vine.
Con otra excelente entrega, Imperium se mantiene como mi serie favorita de la editorial Valiant y una de mis lecturas imperdibles.
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Ninjak #010
Comienza “Operation: Deadside”, el nuevo arco argumental de Ninjak. Tras perder a 20 hombres en una misión al Deadside — una dimensión donde vagan los muertos, espíritus errantes y otros seres diabólicos — el MI-6 le encarga a Ninjak que se aventure para recuperar un activo robado por una criatura mágica. La premisa es excelente, principalmente porque vaticina el esperado regreso de Shadowman tras su última miniserie a mediados del 2014.
El número está narrado por Neville Alcott mientras entrega en retrospectiva a sus superiores los detalles de la misión realizara por Ninjak, acompañado de una “especialista” en la materia, Punk Mambo, hechicera vudú creación de Peter Milligan durante su breve etapa en Shadowman. Lamentablemente, este recurso narrativo resulta en una historia un tanto fría, restándole emoción a las acciones a medida que las va contando Alcott. Pero no todo está perdido, la historia en sí misma es entretenida, el arte de Doug Braithwaite es realmente excelente — logra un mucho mejor acabado en lápiz que sus últimos trabajos, que sufrían con la falta de entintado — y la química entre los personajes da para mucho.
Como historia de complemento en los ya clásicos The Lost Files tenemos “The Legend of the Magpie”, narrándonos la leyenda de un ser que busca artefactos de poder en el Deadside para Master Darque… El destino de Shadowman tras la miniserie End Times. El arte de Juan José RyP, a estas alturas un habitual en Valiant, es como siempre excelente, con un nivel de detalle muy enriquecedor. El nuevo diseño de Shadowman se imponente en sus lápices, muy cargado a lo tribal y alejado de la simpleza y elegancia del diseño tradicional.
El balance final es bastante positivo. La historia central se siente un tanto blanda por el tipo de narración empleado, pero esperemos que el próximo número se afirme con más dosis de acción. Pero lo que realmente esperamos es otra cosa: que Ninjak se cruce con Shadowman. Can’t wait!!
Unity #025
Sentimientos encontrados. Es lo que mejor resume esta entrega.
Como número final de la serie, la editorial decidió armar una antología con varias historias breves realizadas por distintos autores, conmemorando a los personajes y el concepto de Unidad. Comenzando por Quantum & Woody y pasando por Eternal Warrior, Livewire, Ninjak y X-O Manowar, son historias breves cargadas de humor y compañerismo.
Hay tantos estilos diferentes que cuesta destacar uno. Probablemente con los que más me reí fueron las intervenciones de Daniel Kibblesmith y Karl Moline, con chistes de una página estilo documental educacional con nuestros héroes incentivando a niños a conductas cuestionables. Lo genial es que con tanto autor hay para todos los gustos, de verdad creo que es difícil que no les agrade este número.
Pero lo mejor del número es el broche de oro con el que cierra un número, una historia escrita e ilustrada por Matt Kindt, guionista de la serie. Es su emotiva despedida a la serie, los personajes y sobre todo a los lectores.
El número se puede leer sin problemas sin haberse leído los números anteriores, así que los invito a echarle un vistazo a la muestra de talentos y personajes que representa este número. Es una entretenida y agradable presentación un lector novato.
Aquel que cruce el umbral que abandone toda esperanza, porque Deadly Class te romperá el corazón. Rick Remender y Wes Craig se encargan de arrebatar de tus manos todo aquello que te importa, tirarlo al suelo y pisotearlo con desdén. Al menos así me sentí al terminar este número, el cual tiene una serie de giros y muertes inesperadas que te dejan helado y con un unas ganas enormes de leer el próximo número, el cual no saldrá hasta dentro de unos cuantos meses… ¡¿Por qué, Remender, por qué?!
En el último número nos quedamos con Willie y Marcus en el tejado, enfrentados por culpa del examen final y todas las manipulaciones en las que se han visto envueltos. Los ex mejores amigos tienen una charla sobre todo lo que han tenido que pasar este último año y lo nefasto que es toda esta situación. Por otro lado, sabemos un poco más de la infancia de Billy, a la vez que conocemos por fin el trasfondo de Petra y sus oscuras motivaciones. Finalmente, Kendal y Stephen deciden confrontar a Shabnam y salir de su complicada situación. Decir que todas estas tramas terminan mal sería restarle méritos porque HOLY SHIT que se va todo al carajo de forma espectacular.
Remender y Craig juegan a un delicado equilibrio de expectativas, donde uno tiende a esperar lo peor para estos personajes, y aún así nos sorprenden, esto gracias al buen balance que logran en el desarrollo de los personajes y las dosis de revelaciones número a número. Un ejemplo claro es el de Petra; puede que la revelación sobre su pasado y sus verdaderas intenciones se sientan forzados para algunos, como si hubieran sido agregadas ahora sólo porque era necesario para justificar una decisión de último minuto, pero creo que el timing fue bien elegido por parte de Remender, ya que así el nuevo giro es mucho más impactante e inesperado. De haber conocido su historia familiar antes, puede que la situación se hubiera telegrafiado de antemano y la sorpresa no hubiera sido tal.
Deadly Class es una serie que no hace más que sorprenderme y mantenerme al borde del asiento, y no puedo recomendarla con más énfasis. Creo que lo dije antes, puede que LOW sea la mejor serie de ciencia ficción de las que Rick Remender está escribiendo ahora, pero Deadly Class es su mejor serie.
Ninjak #016
Ya vamos en la tercera parte del arco “The Siege of King’s Castle”, y debo decir que no estoy muy sorprendido. Roku se ha encargado de arruinar la vida de Colin King en todos los frentes posibles, arrebatándole todo lo que daba por sentado: su castillo, sus armamento, su financiamiento, su trabajo, sus aliados, incluso su identidad. Despojado de todo lo que lo definía hasta entonces, Ninjak va en búsqueda de Roku para devolverle el favor.
Con una premisa así, de verdad esperaba algo más emocionante. Estamos ante la típica historia de “pez fuera del agua”, con Colin arreglándoselas como puede dando dificultosos pasos rumbo a su venganza, pero lo que prometía ser una inteligente y refrescante historia me ha parecido bastante plana y simplona.
Por una parte el arte de Diego Bernard es sumamente blando, sin nada especial que lo haga destacar. No es para nada malo, Bernard se maneja bien en las secuencias de acción y ocupa encuadres dinámicos para mantener el interés en las escenas más estáticas de diálogo, poniendo énfasis en las expresiones faciales, pero el excesivo — y peor aún, poco interesante — uso de negros, el fino y débil entintado de Allison Rodrigues y el poco llamativo coloreado de Ulises Arreola se encargan de quitarle cualquier atractivo a los lápices del artista brasileño.
Por otro lado, el guion de Matt Kindt es bastante cliché, llevándonos por una serie de ataques contra maleantes de distinta calaña mientras el protagonista los tortura para extraerles la información necesaria, escalando de los callejones y bajos fondos a los peces gordos. Peor aún, el cambio de ambiente hacia Venezuela no influye absolutamente en nada en la historia misma, desarrollándose de la misma manera que lo podría hacer en algún barrio corrupto de Estados Unidos y desaprovechando una locación interesante. De nuevo, no es un guion terrible, los diálogos son más que correctos y todo fluye de forma coherente, pero a Kindt esta vez le falta la chispa e inventiva de los arcos anteriores.
Respecto a la historia de complemento en los ya clásicos “The Lost Files”, el arte de Andrés Guinaldo junto a las tintas de Brian Level y el coloreado de Chris Sotomayor funcionan mucho mejor, haciendo de una historia, la verdad, un tanto aburrida — por predecible… de nuevo, Kindt, ponle ñeque — algo bastante entretenido de leer.
Esperemos que el último número restante mejore mi percepción, pero si hay algo que me tiene emocionado respecto a Ninjak es el próximo arco, “The Fist & The Steel”, con una historia ambientada en el futuro con Gilad de co-protagonista, justo como pudimos ver en Book of Death. ¡Imperdible!
4001 A.D. #002
Un número muy entretenido, aunque bastante liviano en acontecimientos. La historia básicamente se reduce a Rai y sus aliados enfrentándose a Father y logrando abordar a New Japan, para cerrar con un cliffhanger que pone en duda el éxito de su misión. A pesar de esto, el increíble trabajo de Clayton Crain lo vuelve todo un acontecimiento a leer.
Tenemos un enfrentamiento ridículamente divertido, entre Rai manejando una X-O Armor gigante y Father convirtiendo a New Japan en un dragón robótio gigante. El arte de Crain y su estilo hiperrealista nos venden todo esto de una manera que ningún otro artista podría, con viñetas que parecen verdaderos fotogramas de una película de ciencia ficción. Increíble.
Entrando a lo que es trama misma, como dije en un principio hay muy poco de lo que hablar. Lula Lee pareciera tener su destino sellado como la nueva Spylocke, mientras que el cliffhanger final nos prepara para otro enfrentamiento potencialmente entretenido. De verdad que este número no fue más que Rai luchando con Father hasta que lograron entrar a New Japan y… ahí quedamos.
Matt Kindt hace progresar la historia a paso lento, respaldado por el talentoso Crain, dejándole espacio para lucirse. Solo espero que la conclusión de este evento llegue a buen puerto; como mínimo, nos ha dejado una emocionante propuesta y excelentes personajes, de los que espero ver mucho más en un futuro. Not pun intended.
4001 A.D.: Bloodshot #001
Como siempre, el excelente trabajo emocional de los personajes de Jeff Lemire se lleva los aplausos, y esto es mucho decir considerando que el protagonista de este número es una inteligencia artificial.
Aunque no suelo hacer resúmenes demasiado específicos de los cómics, en esta ocasión se me hace necesario realizar una contextualización de la historia hasta este punto, pues presenta ciertas diferencias importantes que pueden generar dudas respecto a su retrato en números pasados.
En el one-shotBook of Death: The Fall of Bloodshot #001 vimos los últimos días de Ray Garrison, con el portador de los nanites que lo convertían en Bloodshot finalmente encontrando una pacífica muerte tras toda una vida de violencia. Hoy, en el año 4001, Bloodshot no es más que una literal reliquia en un museo, sobrepasado por la tecnología del futuro. En el contexto del evento 4001 A.D., la dictatorial inteligencia artificial Father que gobierna la ciudad flotante de New Japan ha comenzado a expulsar sectores de la ciudad hacia la Tierra, en un intento desesperado por combatir un virus que busca quitarle el control. En uno de estos sectores se encuentra la tecnología de Bloodshot en exhibición como pieza del museo de tecnologías anticuadas. Los estruendos del sector colapsando mientras se estrella a la superficie de la Tierra despiertan la aletargada I.A. de los nanites y nuestra historia comienza.
Lo que más me cautivó de este número fueron las ingeniosas ideas para hacer funcionar la idea de Bloodshot en el año 4001, considerando que Ray falleció quién-sabe-cuántos años atrás. Detalles como la impresora 3D de material biológico para obtener un cuerpo huésped y la razón para que solo tenga la cabeza del original son un entretenido toque. Pero, sin duda, lo mejor es la misión final de esta I.A., que cruzará medio planeta caminando de ser necesario solo para llevar su pesada carga a destino. Muy característico de Lemire, lo que mueve la historia son los deseos de sus personajes, incluso cuando ya dejaron el mundo de los vivos, en una emotiva y efectiva historia. Además, el dibujo de Doug Braithwaite, quien regresa del one-shot anterior en Book of Death, logra evocar de forma visual esa nostalgia y melancolía que transmite la historia, formando una continuación perfecta para The Fall of Bloodshot #001 a la vez que la dupla deja el terreno preparado para una nueva era del Soldado del Mañana.
La verdad es que no necesitan leer nada para poder entender esta historia, pero sin duda se ve beneficiada de un conocimiento previo del personaje, como mínimo del one-shot del evento Book of Death, para conectar a un nivel emocional con todo lo que ocurre. Aún así, es un brillante acercamiento a una historia que perfectamente pudo tornarse muy fría por el contexto tecnológico futurista y el historial su protagonista o carente de emoción de haber tomado un acercamiento enfocado en la acción pura y dura; ambas opciones hubieran sido válidas, a la vez que obvias, y me alegra que Jeff Lemire haya estado a cargo pues, fiel a su sello autoral, logra poner al corazón de los personajes en el centro de todo. Fascinante.
Qué agradable ver que Peter Milligan regresa de vez en cuando a trabajar en Valiant Entertainment. Tras su paso inicial por la fallida Shadowman temía que el escritor británico se mantendría al margen, pero ya es su tercera incursión en el Universo Valiant, enriqueciéndolo con su peculiar visión.
En la miniserie Britannia, los demonios, druidas y encantamientos son parte de un mundo supersticioso pero que intenta transicionar hacia la “racionalidad”. El protagonista, héroe romano Antonius Axia, es enviado a la inóspita Britannia durante el período del emperador Nero a investigar unos misteriosos asesinatos de legionarios, perfilándose como el primer detective de la historia mientras su investigación y deducciones guían el relato hacia su entretenido final, cargado de sangre y revelaciones.
Me hizo falta alguna conexión con el Universo Valiant general, tal vez para sentirse ligada y de cierta manera justificada su existencia en esta editorial en vez de cualquier otra… pero reconozco que es más una petición de fan de la continuidad que una real falencia, pues se sostiene muy bien como trabajo aislado.
Durante el 2011 Unlimited Cómics comenzó a sacar sus colecciones de superhéroes. Emocionado por la novedad, comencé a expandir mis lecturas en papel a los famosos .cbr y llegué a Green Lantern Corps de Dave Gibbons, Peter Tomasi y Patrick Gleason. Desde entonces mi amor por el arte de Gleason no ha hecho más que crecer.
Poniéndome al día Batman and Robin, mi siguiente lectura por supuesto era Robin: Son of Batman. La aventura en solitario del artista es una muy liviana en tono y pretenciones, con un guion plagado de errores esperables de un primerizo pero que no echan por tierra el resultado final, y todo por supuesto compensado con un arte maravilloso, brindando a cada número el encanto y carisma de su trazo. Así da gusto.
El tercer capítulo tiene como… “personaje invitado”, por ponerle algún nombre, a The Collector (y a Fin Fang Foom, aunque de forma bastante extraña), y para seguir en la misma línea en el cuarto le toca a The Grandmaster.
El tercero muestra lo importante que es Rocket para el equipo, el tener un hogar y familia en tus amigos, y el saber apreciar a los que tienes cerca. Mientras, el cuarto explora la amistad y rivalidad entre las dualidades de sus integrantes, Star-Lord vs Rocket por la capitanía en la nave Milano, y Gamora vs Drax por el título de guerrero más hábil, saliendo reforzados al final de estas experiencias. ¿Ven el patrón?
Son episodios muy formulaicos, sin grandes sorpresas, donde todo ocurre de forma predecible, siguiendo tramas más que probadas, solo que con los Guardians protagonizándolas.
Espero que en algún momento los guiones mejoren. La animación es respetable, la música es piola y el uso de los temas setenteros ("Walk Away” de Blue Swede en el S01E03 y “The Boys are Back in Town” de Thin Lizzy en el S01E04) le da una vibra que se ve muy poco en este tipo de series. Lo único que necesita es guiones sólidos. Inviten a Dan Abnett, Andy Lanning, Keith Giffen, Steve Englehart… ¡Jim Starlin!
Sería la gloria.
Mientras eso no ocurra, la serie seguirá un camino de mediocridad un tanto preocupante… Si todas las reseñas tendrán que ser así, mejor nos reservamos hasta que haya algo realmente reseñable. Hasta entonces.
PD: Sí, puse esa captura solo para mostrar a los Unowns.