it's mister moon

Una colección de reseñas de cómics.

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Secret Wars #001

“The End Times”

Secret Wars #001

Secret Wars 1

Por dónde comenzar… Vamos por lo fácil. El arte de Esad Ribic es soberbio. Su estilo pictórico, tan dado a la épica a gran escala, escenarios enormes y momentos emocionantes funciona a la perfección para este relato. Si soportan sus rostros con cara de puchero y le compran su exageración usual, se verán recompensados por personajes enormemente expresivos.

La grapa está plagada de batallas por todos lados, todas retratadas de forma magistral por el croata. Sumémosle el acertado coloreado de Ive Svorcina, el siempre genial Chris Eliopoulos en el rotulado y el cuidado diseño desarrollado por el mismo Hickman, y tenemos un apartado gráfico envidiable. Así deberían verse y sentirse los eventos editoriales.

34 páginas. Bastaron apenas 34 páginas para que Jonathan Hickman destruyera Earth-616 y Earth-1610, el Universo Marvel y Universo Ultimate. Y lo hace a lo grande, con una batalla campal sobre New York (no podía ser de otra forma), con bajas por todos lados, decisiones imposibles y sacrificios de nuestros héroes. Secret Wars #001 se siente bien, se siente correcto. Es exactamente lo que esperaba, y más; te transmite la escala enorme de los hechos, puedes sentir el verdadero peligro, estás viendo y experimentando el verdadero peligro, no son amenazas vacías de que “nada volverá a ser como antes” porque acabas de presenciar el fin de todo. Esta vez, verdaderamente, nada volverá a ser como antes. Este es el evento editorial del año, incluso de la década, y así es como debería hacerse: echando absolutamente todo a la parrilla, con una situación más grande que la vida misma (porque sino, ¿cuál es el sentido de hacer un evento que involucre a toda la plana editorial?), amenazas reales y una narrativa que acompañe la sensación de inevitabilidad.

Es interesante ver que no hay un protagonista real. La historia se dispersa entre varios personajes. Tal vez los que más figuran son ambos Reed Richards, Mister Fantastic y Maker, las dos grandes mentes tras cada “bando”, pero Hickman se las arregla para darle tiempo en viñetas a una decena de personajes, respetando sus voces y regalando varios momentos épicos. Desde los Guardians of the Galaxy hasta los X-Men, incluso The Punisher tiene su espacio para brillar… a su manera. ¡Y es la zorra!

Pero todo esto es “el relleno” del asunto. Por muy espectacular y ridículamente disfrutable que todo esto sea, sabemos que el Gran Plan Maestro es otro. Las maquinaciones de Maker con The Cabal, los planes secretos de Doctor Doom, las posibilidades que representa Cyclops con su Phoenix Egg, el destino final de The Raft. Las posibilidades son muchas y Hickman mueve los hilos con maestría, abriendo varios frentes no sólo para la serie central, sino que para lo que llegará a ser Battleworld.

¿Muchos halagos, tal vez? Pero cuando lean el número puede que me entiendan. De seguro a alguien no le gusta el primer número, y me encantaría saber por qué. Dejen sus impresiones en los comentarios y conversemos sobre el evento 😉


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Convergence: Superboy and the Legion of Super-Heroes #001

“My Home in the Sky”

Convergence: Superboy and the Legion of Super-Heroes #001

El disfrute de esta miniserie en dos partes, así como de la gran mayoría de tie-ins de este evento, dependerá en gran medida del nivel de nostalgia que se tenga por esta particular encarnación de los personajes. En ese caso, lamentablemente, no llega a conectar conmigo.

A pesar que soy un fan de la Legion of Super-Heroes, su encarnación pre-Crisis no es con la que estoy más familiarizado, y si bien conozco parte de su historia y entiendo las relaciones entre los personajes, el número parece poner sus fichas únicamente en evocar recuerdos de tiempos pretéritos en lugar de ofrecer algo con valor propio. El equipo creativo de E.G.O.s, una serie de Image Comics que toma elementos de la misma Legion, nos da su visión del futurista equipo de jóvenes héroes, pero no logra enlazar el espíritu optimista y juvenil que siempre han transmitido, incluso en sus horas más oscuras.

Lo más extraño tal vez sea el arte de Gus Storms, un tanto descuidado en las expresiones faciales y muy poco energético. A pesar que no hayan precisamente muchas escenas de acción, era tarea de Storms volver la tranquilidad y lentitud del relato en una lectura más dinámica, y lamentablemente falla en el cometido. Acompañado de unas tintas correctas de Mark Farmer y unos colores tan deslavados por parte de John Rauch, el conjunto final es algo débil, mas no terrible.

En cuanto al guion de Stuart Moore, Tenemos la situación ya archi-conocida: nuestros héroes han estado atrapados durante un año bajo un domo sobre la ciudad, privados de sus poderes y sin saber qué es lo que ocurre, hasta que el domo desaparece y reciben la mentada instrucción de Telos de enfrentarse a los campeones de otras ciudades.

Para condimentar tenemos algunas relaciones que quedaron en pausa indefinida cuando cayó el domo, a Brainiac-5 investigando incansablemente el problema presente, y por supuesto las tribulaciones de nuestro protagonista principal, Superboy. Extrañamente este es un Clark Kent bastante negativo, un tanto pesimista en algunas de sus reflexiones y muy egoísta en su forma de pensar. Por suerte Lightning Lass se lo hace ver, dándonos de paso un recorrido por algunos momentos clave del equipo. Cuando finalmente se abre el domo nos quedamos con un divertido cliffhanger, viendo a los Atomic Knights por las calles montando a sus dálmatas gigantes.

Puede que Convergence: Superboy and The Legion of Super-Heroes #1 sea un intento que se queda a medio camino, pero tengo esperanzas que la adición de los Atomic Knights le de el sabor suficiente para al menos cerrar esta historia con una mejor nota.


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X-O Manowar: Planet Death de Robert Venditti, Trevor Harisine y Cary Nord


X-O Manowar: Planet Death de Robert Venditti, Trevor Harisine y Cary Nord

La raza alienígena The Vine son los causantes que Aric de Dacia haya sido secuestrado y alejado de todo lo que conocía. Quien les robara la más sagrada y poderosa armadura, Shanhara, viaja a Loam, el hogar de los extraterrestres, para destruirlos y borrarlos del universo para siempre, donde se encontrará con más de lo que esperaba cuando se entera que la descendencia de su propia raza, los visigodos, aún viven como esclavos en este lejano planeta, el que al bañarse de guerra será conocido como Planet Death.

Retomando — ¡por fin! — las reseñas semanales dedicadas a la editorial Valiant Entertainment se une a mis esfuerzos el nuevo miembro del staff, ElZombi Rodros, coautor de esta reseña y con quien trabajaré en las próximas semanas para reencauzar y acelerar el flujo de reseñas. Sin más rodeos, pasemos a revisar “Planet Death”.


El Comic

Planet Death

X-O Manowar #009–014
Guionista: Robert Venditti
Artistas: Trevor Hairsine (#009–010), Cary Nord (#011–014)

Aric de Dacia, un visigodo del siglo V equipado con el arma más poderosa del Universo, es todo lo que se interpone entre la Tierra y su aniquilación a manos de una raza alienígena. Ahora, el día en que Aric pueda vengarse de sus captores ha llegado por fin, pero para hacerlo llevará la batalla hasta su propio planeta ¡Y no se detendrá hasta reducirlo a cenizas!


Crítica

Tras el ataque de Aric y Ninjak al MI-6 para eliminar del poder a los infiltrados Vine en “Enter Ninjak”, la flota invasora finalmente llega a la Tierra y trae un remanente de la vida pasada de Aric: Gafti, su amigo de la infancia.

Gafti es torturado en un intento de obtener información sobre Aric. El Sumo Sacerdote — hasta ahora, aún sin nombre — intenta oponerse al plan del Concilio Vine para destruir Shanhara, pero ante la negativa del Almirante Xylem decide volver con sus sacerdotes a su planeta natal, en un intento por detener toda esta locura. Mientras, el Comandante Trill y su batallón de X-O Commandos pretenden detener a Aric y recuperar la armadura sagrada Shanhara a toda costa.

Los dos primeros números actúan como un preludio al arco central. Con un ritmo rápido y sin descanso nos vemos enfrentados a un gran volumen de información y sucesos, aparentemente no muy relevantes, pero que vistos en perspectiva desde el estado actual de la serie — la cual ya alcanza los 42 números — sin duda se revelan de una importancia crucial. Creyendo haber perdido todo lo que alguna vez conoció, encontrarse con Gafti tiene un gran impacto en Aric, quien decide llevar la batalla al enemigo.

Así como pasaron 1.600 años en la Tierra desde el secuestro de Aric — gracias, Relatividad, qué grandes historias nos traes — , también han pasado 1.600 en Loam, donde el Sumo Sacerdote le cuenta la buena nueva a su gente: Shanhara ha escogido un guerrero capaz de vestirla, un humano, un esclavo. Pero durante el discurso, el mismo Aric vistiendo la armadura baja desde los cielos y descarga toda su furia contra cualquier Vine a la vista. Si el Sacerdote no murió fue gracias a la coincidencia y a su potente labia.

El Sacerdote le muestra a Aric que en estos 16 siglos los descendientes de su raza siguen viviendo en los jardines de Loam como esclavos para cultivar la tierra, y que si éste decide extinguir el planeta, también acabará con la vida de los últimos sobrevivientes visigodos. Aric se encuentra con una chica, Saana, quien porta el emblema de su tío Alaric, reconociendo así la herencia de su pueblo en este planeta y encontrando una razón para luchar además de la venganza.

“Planet Death” es una epopeya de venganza, esperanza y revolución, cargada con ciertos elementos teísticos con los que comienza y termina la historia. En 4 números, Robert Venditti nos presenta personajes importantes dentro del futuro de Aric, así como personajes secundarios que ayudan a presentar un contexto a la situación; conocemos por fin el origen de Shanhara — o al menos, el que la religión Vine proclama — , además conocemos más de su cultura y religión, incluyendo un amplio espectro de razas esclavas de estos colonizadores espaciales, así como su Consejo, quienes lideran a los suyos a través del miedo y la manipulación. Venditti hace un buen trabajo manteniendo un ritmo constante, sin tropezar con el volumen de información que debe entregar al lector, ni descuidar la acción cuando es necesario.

El artista Trevor Hairsine cumple su labor de retratar unas escenas crudas y descarnadas, como cuando Aric se enfrenta al Comandante Trill o cuando Gafti entra en escena, supliendo su dibujo un tanto feísta con un dinamismo y coreografías de batalla bastante buenas. Por su parte, Cary Nord se da el lujo de realizar unas ilustraciones muy detalladas, jugando con la composición de página incorporando elementos del Art Nouveau en ellas, además de inyectar más dinamismo a sus páginas; considerando además las diferentes razas alienígenas que debe plasmar en papel, no se queda corto al momento de mostrar emociones como determinación o miedo. Finalmente, el trabajo de Brian Reber y Moose Baumann al colorear a Hairsine y Nord, respectivamente, es bastante sólido. Particularmente, Baumann logra unas páginas muy coloridas y llamativas, influenciadas seguramente por la naturaleza vegetal y “floreada” de la cultura Vine.

Como nota aparte cabe mencionar que Dave Lanphear, quien había sido el rotulador de toda la serie hasta entonces, fue reemplazado por Dave Sharpe en el número #013, sintiéndose particularmente en el rotulado del lenguaje Vine, pasando de una tipografía cuadrada y amplia a una más orgánica y compacta. Si el cambio es positivo o no queda a decisión del lector.

A lo largo de este arco seguimos viendo la personalidad impulsiva que caracteriza a nuestro protagonista, así cómo éste va aprendiendo a manejar las distintas habilidades de la armadura que lo muestran, peligrosamente, como invulnerable. Es en estos números en que se va forjando en la cabeza del protagonista la idea de que puede lograr lo que sea con su impulso, su fuerza, su armadura, pero por sobre todo, su herencia visigoda en el arte de la guerra que tan bien maneja. Pero no es solo Aric quien deja su marca en la historia.

Entre los demás personajes vemos a un Consejo de actitud un poco auto-contradictoria, pero que es capaz de pulir un potente discurso final. También conocemos más del Sacerdote devoto a Shanhara, al igual que algunos Vine que no están dispuestos a enfrentarse a la armadura que alguna vez adoraron como su Dios. Las acciones del Sumo Sacerdote y el Comandante Trill tendrán largas repercusiones en la serie, tanto para los visigodos como para los Vine. Al mismo tiempo, Saana se convertirá rápidamente en un elemento influyente en las decisiones del guerrero de Dacia y el destino de los suyos. Quizás, si el arco hubiese sido más extenso, Venditti podría haber profundizado más en las otras razas que Aric se encuentra en este planeta, pero el guionista no pierde su tiempo y el asunto se concentra en la relación de Humanos y Vine, Shanhara y sus devotos, Aric y Saana.

Al cierre de “Planet Death” nos encontramos con un nuevo statu quo. Ahora los Vine ya no están en contra de Aric, y este mismo viaja a la Tierra con los esclavos humanos, su propio pueblo visigodo, rumbo a lo que alguna vez fue Dacia, en una peligrosa y altanera actitud. Aric recuerda sus responsabilidades como Rey, las que no solo se forjan en tiempos de guerra, sino también significan cuidar de su gente y protegerlos, esta vez con la poderosa armadura que consiguió.


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Secret Wars #002

“Doom Messiah”

Secret Wars #002

Secret Wars 2

Secret Wars #001 se centró en la Incursión final entre Earth-616 y Earth-1610, con los héroes de ambos mundos luchando por la supervivencia, para finalizar con la destrucción de todo. En Secret Wars #002 nos ubicamos en lo que ocurre después, en el nuevo mundo. Puede ser de perogrullo, pero dispararé spoilers como panes, así que si no quieren arruinarse las sorpresas no sigan leyendo; vayan a su tienda más cercana, lean el cómic y vuelven. ¿Ya volvieron? ¿Fue la raja, cierto? Ok, comencemos.

There was nothing. Followed by everything. Swirling, burning specks of creation that circled life-giving suns. God Doom… created the light.

Los seguidores de Jonathan Hickman ya conocerán esta historia de la creación, repetida al derecho y al revés durante su estancia en New Avengers, pero hay una clara diferencia. God Doom. En las primeras páginas de inmediato nos encontramos con una construcción de mitología y nueva lógica para un nuevo mundo. Desde los Thors hasta las Deadlands, desde los distintos reinos y sus barones hasta God Doom y su High Court. Todo es familiar a la vez que diferente, y todo calza. Cada cambio tiene sentido, es como un mundo hecho para un fanfic pero con una estudiada lógica tras toda la estructura que gobierna Doom.

Y eso es lo que más me gustó del nuevo mundo, esta suerte de creacionismo en torno a la figura de Doom, con cosas como las reglas territoriales y la ley que los Thor imparten. Eso y su Tribunal, compuesto por Stephen Strange, Valeria Richards y Susan Storm. Cada viñeta es un nuevo giro a lo ya conocido, una nueva sorpresa donde Esad Ribic lo da todo por impresionar y maravillarnos, y vaya que lo logra.

Pero toda esta harmoniosa creación peligra. La Foundation encuentra una Life Raft anterior a la creación de Latverion, seguramente la vista en la última página del número anterior, pero lo que finalmente encuentran dentro no es lo que esperábamos. The Cabal. Ahora es cuando la batalla por el nuevo mundo comienza.

Tras Secret Wars #002 las distintas series ambientadas en Battleworld darán inicio, poco a poco el nuevo mundo se expandirá hasta tomarse la línea editorial. La ambición de Hickman sigue sorprendiendo, entregando un asombroso relato que conocidos y extraños deberían poder disfrutar por igual. Hickman y Ribic lo bordan.


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MicroReseñas Marvel 009


MicroReseñas Marvel 009

New Avengers #032

New Avengers 32

WOW.

Este número cargaba con la promesa de entregarnos el enfrentamiento entre los llamados Multiversal Avengers y los Beyonders, una ambiciosa tarea que bien podía caer en saco roto y resultar en una decepción… ¡y vaya que cumple! Una de las entregas más emocionantes de lo que llevamos en “Time Runs Out”, donde cada uno de nuestros héroes se despide (¿hasta “Secret Wars”?) con un glorioso BANG, dejando un gusto agridulce al lector, con una incertidumbre en los hombros al no saber qué más podríamos esperar de esta historia.

Jonathan Hickman ha dado todo de sí para regalarnos una grapa emocionante y emotiva, cargada de heroísmo y momentos épicos a cada vuelta de página. Por supuesto, la grapa no es perfecta, pero creo que el objetivo es claro y lo cumple a cabalidad. Justamente, lo más débil puede que sea el arte. Mike Deodato, uno de los habituales en esta larga etapa de Hickman en los Vengadores, mantiene la calidad general que esperaríamos de él pero se queda corto en el imaginario visual, con unos Beyonders bastante cuadrados y algunos fondos algo aburridos, oportunidades desperdiciadas si consideramos el potencial que se encontraba en estas escenas. Con todo, el resto de personajes lucen como se debe, así que es un problema a medias.

Sin duda lo mejor del número, y por qué no decirlo, uno de los mejores hallazgos del guionista, ha sido la relación y compañerismo entre Hyperion y Thor. Cada vez que estos dos personajes están juntos, la página vibra con su sola presencia. La química que logran es tan buena que sería una terrible pérdida si no termina perdurando tras “Secret Wars”. Crucemos los dedos por que este hermoso cierre estilo Butch Cassidy & The Sundance Kid no sea lo último que vemos de ellos.


Guardians 3000 #006

Guardians 3000 6

Por números como este es que le tengo tanto cariño al trabajo de Dan Abnett. Se evita clichés de forma consciente (hasta se burla de tropos a estas alturas ridículos) y prefiere pasar a cosas más importantes: avanzar la historia. Y lo hace de forma simple pero (permítanme la hipérbole) maravillosa: toma consciencia de lo que está ocurriendo en la editorial y lidia con ello a su manera. Puede que al final del día su acercamiento no calce del todo con lo que Jonathan Hickman está planeando con sus incursiones y la venidera “Secret Wars”, pero desde el primer número la serie estuvo encaminada a esto, y se agradece la consistencia en el argumento y el pulso para navegar la historia hasta este punto.

Reemplazando a Gerardo Sandoval tenemos a Nico León, con unos lápices muy agradables, incluso más limpios que los de Sandoval. El encuentro de Geena Drake con “The Old Hunger”, Galactus para los amigos, nos da suficientes explicaciones para entender por fin qué es lo que está pasando (más o menos) con las inconsistencias temporales, y León la clava con un devorador de planetas casi fosilizado. El resto del número se ve igual de bien, acertando con las expresiones corporales y faciales. si se quedara León en lugar de Sandoval no me quejaría… aunque hay que admitir que se pierde esa energía innata de sus lápices.

Al parecer a Guardians 3000 le quedan solo dos números de vida. Disfrutémoslos a concho.


Thanos vs. Hulk #003–004

Thano vs Hulk 3
Thanos vs Hulk 4

Al final del día, esta historia era una mera excusa para darle un upgrade a Annihilus. Curioso, teniendo en cuenta que su nombre ni siquiera aparece en el título de la miniserie. Por lo demás, se agradece que Jim Starlin se tome el tiempo necesario para explicar los cómos y por qués de esta transformación, pero no sé si era necesario una miniserie de cuatro entregas para ello, tal vez con un oversized one-shot hubiera sido suficiente.

Como sea, tenemos un entretenido enfrentamiento entre Hulk y Blastaar, seguido de un entretenido enfrentamiento entre Hulk y Annihilus. Starlin tiene un ritmo enérgico que consigue mantener la atención por varias páginas, a pesar de que no ocurra demasiado. Las intervenciones de Pip the Troll son siempre divertidas, y aunque su participación es clave, se siente bastante de sobra en la mayor parte del relato, al menos no estorba.

Ahora nos dejan a la espera de Thanos: The Infinity Relativity, la continuación y verdadero foco de Starlin en esta pasada, donde tendremos a Thanos, Adam Warlock y el Annihilus upgradeado como personajes centrales. A ver qué sale de eso.


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MicroReseñas Indies 011


MicroReseñas Indies 011

The Legacy of Luther Strode #001

Legacy of Luther Strode 01

Tradd Moore es todo lo que importa. Las páginas de apertura, con un histórico Samson masacrando toda una legion de filisteos son para quedar sin haliento.

Ok, no del todo. The Strange Tale of Luther Strode fue el comic que inició la carrera en los comics de Justin Jordan. Desde entonces ha estado trabajando en DC Comics y haciendo más comics creator-towned. Su historia de un joven debilucho que, siguiendo el entrenamiento de un libro (“The Hercules Method”), se vuelve un ser hiper-musculoso, hiper-veloz e hiper-sensible a su entorno, pudiendo ver la composición muscular de las personas y más allá.

La última vez que vimos a Luther Strode y Petra Dobrev fue en The Legacy of Luther Strode. 5 años después, nos reencontramos con ellos, con Petra vuelta una experta en el manejo de armas de fuego, mientras Luther parece haber ganado un control aún mayor de sus extraños talentos. Juntos deciden ir tras otros con talentos como él, para intentar hacerlos entrar en razón y detengan la carnicería.

Lo que sigue es una serie de secuencias que no dejan otra opción más que arrodillarse a los pies de Tradd Moore. El guion se vuelve un conducto para que Tradd despliegue su talento, transmitiendo una energía apabullante, donde cada golpe se siente con firmeza y el dinamismo te contagia la euforia y velocidad de la acción. El coloreado de Felipe Sobreiro es perfecto sobre los lápices de Moore, compenetrándose en este arco como nunca antes lo hicieron en las dos miniseries anteriores.

40 páginas de contenido son una excusa para ver a Tradd hacer lo suyo la mayor cantidad de páginas posible, y este número lo logra. Ya llegaremos al meollo de todo este asunto, es claro que Jordan tiene una mitología construida que promete revelar por fin en esta última serie de Strode. Pero mientras, disfrutemos los lápices de Moore. Es como si el apellido viniera con talento.


The Surface #002

The Surface 02

Se agradece que a Ales Kot le guste hacer guiones tan cabezones, siguiendo la idea de ciencia ficción donde la realidad en la que viven los personajes puede que no sea más que una simulación. Poco a poco Kot rompe la cuarta pared con sus personajes y de alguna manera se comunica con ellos de forma directa, dialogando con ellos desde “fuera” del relato mismo.

Langdon Foss sigue una narrativa muy correcta, entrelazando la realidad aparente con la alteración que poco a poco va sufriendo esta misma. El velo de la realidad ya fue traspasado, pero lo que nos muestra no es la verdad misma, sino lo que posiblemente los protagonistas quieren que sea. ¿Pero quién dice que esta es una realidad menos válida? Jordie Bellaire da el toque final, como siempre coloreando de forma perfecta.

kot apuesta a lo grande, expandiendo sus ideas en el material complementario que engrandecen este universo de ficción. Con solo dos números ya tiene una realidad completa en sus manos. Lo divertido será ver cómo poco a poco la vuelve pedazos.


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East of West #027

“A Final Word”

East of West (2013) #027

La mierda golpeó el ventilador. Damn.

Cuando al fin The Chosen se han reunido por el llamado de Ezra Orion, quien se ha convertido en The Message mismo y se alza como un Dios entre mortales. Pero el choque de egos e intereses personales era inevitable y todo termina yéndose al carajo con una rapidez caótica.

Si en los últimos números me quejaba de que pasaban pocas cosas, aquí Jonathan Hickman nos compensa la lentitud con un nuevo cambio en el panorama. Alianzas se fortalecen y derriban, personajes mueren y cambian su destino, y una nueva guerra parece iniciar. El papel de los Elegidos desde ahora queda en una gran interrogante con todo lo ocurrido en este número, mientras hace tiempo que no sabemos de los demás Jinetes.

Algo que he notado es la baja en la calidad gráfica. El apartado artístico ha estado menos prolijo que al iniciar la serie, pero creo que en este caso la culpa es de Frank Martin; quien en un inicio hiciera un excelente trabajo de texturas y relieves, dándole profundidad al siempre directo dibujo de Nick Dragotta, pareciera que ahora se ha aburrido de tanto trabajo y se va por un acercamiento un tanto más simple. Para bien o para mal, supongo que es lo que tenemos ahora.

Me pregunto qué ocurrirá con esta serie desde ahora. Tras varios golpes de timón hasta ahora, uno más ya parece no sorprender tanto como en un principio, pero aún hay muchas piezas en la mesa poco exploradas que pueden darnos varias sorpresas. In Hickman we trust.


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MicroReseñas Marvel 001


MicroReseñas Marvel 001

Uncanny Avengers #001

Tras el desastroso evento que fue “AXIS”, el guionista Rick Remender debía recuperar su prestigio ante los lectores, quienes probablemente habían perdido confianza en el escritor con los diversos problemas que dicho evento presentó. Por suerte en el nuevo volumen de Uncanny Avengers tenemos al mejor Remender, ese que sabe sacar provecho de las relaciones entre sus personajes, que escarba en la continuidad y logra presentar carbón olvidado como diamantes relucientes.

La Unity Squad está hecha mierda. Captain America es un anciano. Thor es indigno. Wolverine está muerto. Havok sigue invertido y secuestró a Wasp. ¿Qué nos queda? Rogue, que perdió el control de sus poderes y tiene la esencia de Wonder Man en su mente. Doctor Voodoo, quien volvió al mundo de los vivos en “AXIS”. Sabretooth, quien está invertido desde el dichoso evento y arrepentido de toda una vida de violencia, robos y asesinato. El nuevo Captain America, recién adaptándose a las responsabilidades de su nuevo título. The Vision, que aún reciente a su ex-esposa Scarlet Witch, la cual junto a su hermano Quicksilver descubrieron en “AXIS” que Magneto no era su padre biológico. Como verán, un caos.

Y son justamente Pietro y Wanda Maximoff quienes dan inicio a esta nueva aventura. Cansados de ser manipulados y engañados toda su vida, deciden tomar cartas en el asunto y viajan a Counter-Earth, la contra-Tierra del High Evolutionary y sus New Men en busca de respuestas sobre su origen. Rogue reúne al escuálido Unity Squad y pretende ir en busca de su compañera de equipo para ayudarla, pero el hechizo de Doctor Voodoo para transportarlos es interrumpido y nos encontramos en la típica situación donde los miembros del equipo se encuentran separados, cada uno enfrentado a un peligro particular.

La acción es rápida, directa, nos ahorra preludios y explicaciones innecesarias y va directo al hueso, con una sucesión de gags y diálogos que llevan adecuadamente el ritmo del relato a través del número. Esto acompañado del espectacular arte de Daniel Acuña nos otorga una espectacular primera entrega, donde Remender logra redimirse de sus pecados en “AXIS”. Y es que Acuña está entregando probablemente el mejor trabajo de toda su carrera, desde sus números en el volumen anterior ha estado deslumbrando con un trabajo impecable, su paleta de colores logra atmósferas atrapantes… lo único que lamento es que seguramente necesite artistas fill-in, porque se entinta y colorea a sí mismo, y tanto trabajo no debe ser rápido.

En definitiva, un excelente debut, que esperemos nos de muchas alegrías como ocurrió con el volumen anterior —al menos para mí—.


Thor #004

La cuarta entrega de Thor viene con todo. Tenemos un enfrentamiento de Thor vs Thor, descartamos una posible candidata de quién está bajo el manto de la nueva Diosa del Trueno, se cierra el primer arco de esta nueva etapa y dos villanos parecen acordar un pacto peligrosamente amistoso para nuestros protagonistas.

Jason Aaron se peina con diálogos divertidos y emocionantes, manteniendo la dualidad mortal e inexperta de la nueva portadora de Mjölnir con sus diálogos internos, mientras nos muestra su fachada superheroica con épicas sentencias, dignas de Odinson. Asimismo, la condición de “encantada por el martillo” nos recuerda los orígenes de Thor en los comics, cuando Donald Blake perdía su forma de Dios del Trueno si estaba cierto tiempo sin contacto con el martillo. Aaron también otorga un actuar diferente a Mjölnir en manos de la nueva portadora, algo que el mismo Odinson —sí, así se hace llamar ahora— reconoce. Mjölnir la eligió, demostrando que siempre tuvo conciencia propia.

Estos cambios permiten contar historias desde un punto de vista fresco, con diferentes desafíos para la nueva Thor. El misterio de su identidad se mantiene, así como su destino a futuro, una vez Odinson vuelva inevitablemente a portar su martillo. Otra interesante aproximación que plantea Aaron es la corporación energética ROXXON y su multimillonario dueño Dario Agger, un minotauro disfrazado de humano que busca poder a toda costa. ROXXON lleva años en el Universo Marvel, pero es Aaron quien desde su volumen anterior ha estado explotando el verdadero potencial de la empresa, una suerte de Asgardia oscura en busca de poder a toda costa, con el dinero como fuente de su inagotable poder. Una interesantísima contraparte humana al trasfondo mitológico de Thor —a pesar que su líder sea un minotauro, sí—.

Pero no todo el crédito se lo lleva Aaron, ya que su compañero Russell Dauterman es quien realmente hace brillar este cómic, con unas hermosas páginas, llenas de detalle y energía. Salidos de la serie Cyclops para jugar en las ligas mayores con esta serie puntera, sus minuciosos lápices deslumbran con los colores que le proporciona Matthew Wilson, logrando una sinergia perfecta para esta cabecera. Esperemos que la dupla Aaron/Dauterman pueda mantenerse por varios números, aunque no me quejaría si Esad Ribic vuelve a aportar en la mitología nórdica —claro, después de terminar Secret Wars—.


Bucky Barnes: The Winter Soldier #004

Qué buen número. De primeras al abrir el comic me chocó el cambio de arte; Langdon Foss reemplaza al habitual Marco Rudy en sus labores por casi todo el número, y el cambio tan drástico en primera instancia me impactó de mala forma. Por suerte el arte de Foss es bueno. Pero no esperen un Reis, un Capullo ni un Quitely… Tal vez al que más se acerque sea a este último, mirándolo de lejos y con los ojos entrecerrados. Lo bueno de Foss no es la impecabilidad en su trazo ni pulcritud anatómica, sino que la expresividad; los colores de Jordan Boyd hacen que su alocado arte luzca como debe lucir, a fin de cuentas lo que retrata es un mundo extraterrestre 200 años en el futuro. Si han leído The Manhattan Projects, el arte de Nick Pitarra es un buen referente.

Entrando en materia, el cómic nos muestra un poco de lo que este Bucky Barnes del futuro tiene que contarnos: 200 años en su futuro logra la impensable paz universal. Explorando el multiverso en su recién iniciado retiro, se entera que un Bucky del multiverso —el de Tierra-616, el nuestro— morirá cuando no debería. Así se prepara para su última misión, que es lo que le llevó a contactarse con Daisy Johnson y condujo a nuestros protagonistas en un viaje a este curioso planeta, Mer-Z-Bow.

El embrollo temporal se cierra de vuelta en el presente, volviendo Rudy a las acuarelas, donde Daisy, buscando a Bucky para advertirle del peligro que corre se topa con… Crossbones. Desde el número anterior esta variable inesperada merodea las páginas, y tal parece que toca despejar algunas dudas en la próxima entrega.

Como dije, qué buen número, por lo inesperadamente agradable que resultó finalmente el arte de Foss, por las ideas multiversales espacio-temporales presentadas y en definitiva, porque Ales Kot es un seco.


All-New Invaders #014

A solo un número de terminar la serie, tal parece que algunas de las tramas de James Robinson quedarán pendientes, tal vez abiertas para ser continuadas en otra cabecera. Tras un emocionante número #012 y prometedor #013, All-New Invaders #014 toma el cabo suelto de lo ocurrido con Thomas Raymond, mejor conocido como Toro, el una-vez-jovenzuelo sidekick del Human Torch original. Curioso cameo del gato de Cannonball de los New Warriors incluido.

La nueva inhumana Red Cross se enfrenta a un grupo de neonazis en su natal Alemania, haciendo tiempo hasta que nuestros Invaders llegan a unírsele. Es aquí cuando los nuevos poderes del también inhumano Toro se manifiestan, en un confuso enfrentamiento… que da paso finalmente al malo de turno, Lash, otro inhumano.

Sí, inhumanos por todos lados. A un número de saber qué ocurrirá con la invasión marciana, con Killraven, con el imperio Kree, con los Eternals… nos meten más inhumanos. Al menos Steve Pugh mantiene su impecable nivel, un crack. Algo que decir a favor de Robinson es que supo diversificar el equipo de Invaders con las nuevas incorporaciones, logrando de forma orgánica y sobre todo inteligente meter a una japonesa-americana y una alemana negra al grupo. Ahora, a esperar el final.


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MicroReseñas Marvel 005


MicroReseñas Marvel 005

All-New Invaders #015

Como ya se sabía hace un par de meses, All-New Invaders llega a su fin en su entrega número 15. Y lo hace de forma satisfactoria y decepcionante a la vez. ¿Cómo es eso? Partamos por la historia.

Los últimos números habían estado preparando diversas tramas, a la vez que James Robinson escarbaba, como solo él (y Roy Thomas) sabe hacer, en el pasado de los protagonistas, el baúl de los recuerdos Marvel, personajes oscuros y olvidados, y presentaba nuevos personajes que sumar al legado de los Invaders. En ese sentido, si eres un nerd de la continuidad esto es porno en HD.

Ahora bien, el problema es que, justamente, presentó varias tramas que por espacio no se podrían resolver en la serie. Al tener un fin tan cercano en el horizonte no quedaba más que intentar atar todos los cabos que se pudiera de la mejor forma posible. Los más inmediatos son atendidos y nos enteramos a través de los mismos personajes lo que ocurre con éstos, como Tom Raymond uniéndose a los Inhumans, en un número cargado de sobreexposición, un mal necesario para la misión entre manos. Al mismo tiempo, las tramas más interesantes son lamentablemente las dejadas de lado, pues requerirían un desarrollo mucho mayor para llegar a buen puerto; así, nos quedamos con una vaga promesa de que “algún día” estas historias serán atendidas… Tal vez las descarten tras bambalinas, tal vez terminen olvidadas bajo la alfombra. La que más lamento es la trama de Killraven y los Marcianos, que era para mí la más atractiva de todas.

El arte de Steve Pugh mantiene su nivel, aunque en unos pocos paneles se perciben las prisas en terminar. Ausente tan solo 2 números (#007–008), se mantuvo impecable durante 13 de las 15 entregas que duró esta serie, algo más que destacable hoy en día, especialmente por el nivel de detalle que poseen sus lápices. Finalmente, los colores de Guru-eFX (la dupla Joe Weltjens y Lee Duhig) hacen un buen trabajo en crear atmósferas apropiadas, complementando el arte de Pugh.

Al final del día tenemos una conclusión satisfactoria, considerando todas las dificultades y desafíos que tenía Robinson frente suyo al momento de cerrar la serie. Aún así, es imposible no quedarse con cierto gustito amargo por lo que pudo ser y no alcanzamos a ver… Como consuelo nos queda ese hogareño cierre con Jim Hammond y Niels, su nuevo gato. Hasta la próxima, Invaders.


New Avengers #030

Durante Time Runs Out hemos tenido cambios drásticos, revelaciones como puños y giros rompecuellos número a número. Amor violento con Jonathan Hickman. Pero todo visto hasta ahora se queda corto con las revelaciones que nos trae Hank Pym desde “más allá”.

Cuando Steve Rogers y Reed Richards por fin se sentaron a conversar, pudimos conocer qué es lo que habían estado haciendo los Illuminati durante estos últimos 8 meses, resolviendo muchas de las dudas que teníamos los fans, pero aún quedaban algunas por resolver. La información que trae Pym consigo no sólo resuelve casi todas las dudas pendientes, sino que las verdades llegan como un combo en el hocico y un rodillazo al estómago propinados al mismo tiempo al lector.

El viaje por el multiverso de Pym es bastante informativo pues nos da cierto análisis “científico” de cómo funcionan e interactúan los universos entre sí, Hickman style. Es a través de su información recopilada y la propia narración de Hank que poco a poco llegamos a dimensionar finalmente… la cagadita (libre de spoilers) que está quedando. Ya sabíamos que el multiverso poco a poco moría, pero las cosas son horriblemente más serias, monstruosamente más violentas de lo que aparentaba.

Sabemos que Rabum Alal y los Ivory Kings (revelados en el último número como The Beyonders) eran las dos “facciones” enfrentadas en el Juego de Mundos, con todos los otros jugadores (Black Swans, Black Priests, Mapmakers, etc.) en el medio de todo… pero hasta ahora había una sensación de inevitabilidad, de “así son las cosas” que permeaba el relato; lo que por fin encontramos en los Ivory Kings es la perdición premeditada. Ya todo está perdido. ¿O no…?

La portada es engañosa, pues si bien tenemos una explicación algo más clara de cómo fue la última resistencia del Captain Britain Corps, esto no dura más de una página. En cualquier caso, la hermosa portada de Alan Davis es la zorra, vale la pena por sí misma. Hablando de arte, Dalibor Talajić nos entrega un trabajo decente, pero en un número con tanta (¡tanta!) información relevante me hubiera gustado que estuviera presente alguno de los secos habituales de la serie. Como siempre, Frank Martin hace un impecable trabajo… Si alguno recuerda mis quejas iniciales, el tipo terminó convenciéndome, sobre todo por el soberbio desempeño sobre los lápices de Nick Dragotta en East of West.

Solo dos meses más… El tiempo se acaba.


Uncanny Avengers #002

Partamos por decir que Daniel Acuña es un maestro de la viñeta, de una elegancia y pulcritud admirables y un manejo del color endiablado y preciso. No escatima en detalles cuando lo ve necesario, pero asimismo sabe cuándo reservarse a lo mínimo; más importante aún, el movimiento de sus figuras a través de las páginas es fluido y poseen expresiones que se sienten reales. En definitiva, el arte es de excelencia y nos vende la mitad del relato de inmediato.

La otra mitad corre por manos de Rick Remender. Tras un buen arranque en el número pasado, continuamos explorando la Counter-Earth del High Evolutionary. Aquí es cuando la cosa se pone interesante, pues Remender se dedica a hacer lo que mejor hace: desarrollar personajes. En este aspecto, eso sí, dependerá de qué tan fanático del personaje o qué tan receloso de la continuidad seas para poder disfrutar de este desarrollo, pues el escritor de Portland suele tomarse ciertas libertades para amoldar las personalidades o hechos del pasado para que se acomoden mejor a su historia. Como opinión personal, el resultado siempre ha valido la pena, así que no me quejo.

Retomando, es justamente con el High Evolutionary que la trama se desarrolla. Soberano indiscutido de Counter-Earth, su incansable búsqueda de la perfección genética lo ha llevado a desarrollar generaciones de New Men, para terminar aniquilándolos cada vez. De esto son testigos Victor Creed y Sam Wilson en carne propia, y Jericho Drumm a través de su percepción espiritual; las incontables almas de los muertos, víctimas de este interminable y enfermo experimento.

Es por ello que una pequeña resistencia clandestina de humanos, liderada por el Low Evolutionary, intenta en vano salvar a estos New Men destinados a convertirse en polvo. Sus planes cambian cuando Pietro y Wanda llegan al planeta, pero aún queda ver qué les depararán próximas entregas. El cliffhanger final nos asegura impactantes revelaciones para estos hermanos.

Remender se alza una vez más, dejando poco a poco atrás ese mal sabor de boca que fue “AXIS”. Uncanny Avengers #001 fue un buen refrescador de paladar, y ya con el #002 damos pisadas en tierra firme. Con una intrigante historia entre manos, no nos queda más que celebrar el regreso triunfal del bueno de Rick.


Fantastic Four #642–643

Tras Fantastic Four #014 la serie volvió a la numeración histórica con motivo de “el fin de los Cuatro Fantásticos”, por lo que los números siguientes fueron Fantastic Four #642 y #643.

Cuando James Robinson comenzó su etapa estaba algo escéptico, pues si bien su primer número tenía buena pinta, también comenzaba con la arriesgada promesa de “acabar” con la Primera Familia. Hoy, en lo que serían las entregas 15 y 16, puedo decir con cierta confianza que Fantastic Four tendrá un cierre digno. Robinson escarba en el pasado editorial y les saca jugo a las ideas abandonadas, característico de su obra. El último personaje que sacó del oscurantismo es Sleepwalker, del cual la verdad no tenía la menor idea, pero aún tendremos que esperar un número más para verlo realmente en acción.

A estas alturas, la verdad, no queda más que fluir con lo que queda de historia, que nos llevará al clásico enfrentamiento final con el “big bad villian” de turno y dará cierre a la serie, quién sabe por cuánto (apuesto por un regreso post-“Secret Wars”).

Qué más decir… El arte de Leonard Kirk excelente como siempre, mientras los colores de Jesus Aburtov siguen chirriándome a ratos, pero nada terrible. Nos quedan dos números, para qué quejarnos.


All-New X-Men #038

“The Black Vortex: Chapter 4”

Cuando empecé a leer el número estaba mentalizado con lo que había visto en las entregas anteriores de “The Black Vortex”, con arte de Ed McGuinness, Kris Anka, Valerio Schiti y Paco Medina. Un arte muy colorido, de líneas claras y figuras luminosas… todo lo contrario al trabajo de Andrea Sorrentino. La primera doble página de All-New X-Men #038 es espectacular, pero no aparecen personajes por lo que no podía juzgar comparativamente; las dos siguientes nos muestran a Gamora, Angel y Beast transformados por el Black Vortex y se siente de inmediato la diferencia en el arte respecto a los artistas anteriores. Al principio fue un cambio algo chocante; las dos páginas siguientes me convencieron un poco más, pero la doble página siguiente con Ronan vs. Gamora me enamoraron por completo. Los colores de Marcelo Maiolo quedan excelentes junto al trabajo del artista italiano.

Conozco a Sorrentino desde I, Vampire, donde estoy convencido que al final del día fue su trabajo lo que probó a público y crítica de que esa serie era una pequeña joya escondida en el reboot de la Distinguida Competencia. Su paso por Green Arrow junto a Jeff Lemire fue un breve momento de gloria para la cabecera del arquero, y cuando se fue a Marvel esperaba verlo en alguna serie que me interesara. Lamentablemente (para mí) Sorrentino cayó, como tantos otros talentosos artistas, en las garras de Brian Michael Bendis.

Ahora bien, como comenté en la reseña de Guardians of the Galaxy #024, el trabajo de Bendis me ha parecido algo mejor de lo hecho por él anteriormente en esa cabecera; aquí, esa calidad (que tampoco es para tanto) se mantiene más o menos digna. Lo que eleva realmente este número es el arte de Sorrentino, que logra con su estilo narrativo inyectar verdadera intriga, emoción y preocupación por los personajes en un momento, supuestamente, tan complicado. Igual que en I, Vampire, es Sorrentino quien vende completamente la historia al lector.

La trama avanza como uno esperaría en un crossover, no hay grandes sorpresas, aunque como ya dije la aparición de Ronan me dejó loco. De nuevo, gracias al italiano. El próximo número del crossover es All-New X-Men #039, esta vez con lápices de Mahmud Asrar, volviendo al look “normal” de la serie. Fue bonito mientras duró.

PD: Si se lo preguntan, la entrega #037 se aplazó por demoras hasta marzo. Cosas del comic.


Thor Annual #001

Tres historias breves, divertidas, bien construidas. Supongo que la mayor novedad es que CM Punk guioniza una de éstas historias, así que partamos por esa.

Rob Guillory es el artista de Chew, la hilarante serie de Image Comics; es también el autor de la portada variante que ven aquí arribita, para que se hagan una idea de su estilo. La historia que cierra este anual es una divertida aventura donde Mephisto intenta engañar a Thor, y Loki lo termina engañando a él de vuelta. Es una historia bastante ligera pero que da el aprobado, principalmente por el arte.

Jason Aaron junto a Timothy Truman nos cuentan un cumpleaños de King Thor, junto a The Girls of Thunder, sus tres nietas. Son muy divertidas, tienen un encanto que Aaron sabe transmitir con facilidad. Con la Tierra largo tiempo abandonada, Thor la atiende a diario como su moribundo jardín personal, así que sus nietas se las arreglan para prepararle un regalo muy especial. Una historia con mucho corazón, que abre esta entrega.

Finalmente, Noelle Stevenson y Marguerite Sauvage nos dan una muy amena historia sobre la nueva Thor y los Warriors Three, quienes someten a la nueva portadora de Mjölnir a una serie de pruebas, las cuales nuestra heroína resuelve de formas que los guerreros no esperaban. De a poco Thor se gana el respeto y el corazón de los asgardianos y los lectores.

No son la gran cosa, pero así son casi siempre estas entregas anuales, algo ligero sin demasiada ambición.


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MicroReseñas Marvel 004


MicroReseñas Marvel 004

Avengers World #017

Tras los blandísimos tie-ins con “AXIS”, donde lo único interesante que ocurrió fue la resurrección de Cassie Lang… ¡y nadie lo tomó en cuenta!, en Avengers World #017 nos situamos antes del salto de 8 meses que tomaron las series vengadoras de Jonathan Hickman. Este número se centra en Izzy Kane a.k.a. Smasher y Sam Guthrie a.k.a. Cannonball, la joven y esperanzadora pareja que Hickman nos presentó durante su épica “Infinity”.

Para los que estén al tanto con Avengers y New Avengers, aquí nos enteramos cómo es que ambos vengadores se encuentran en el Imperio Shi’ar al empezar “Time Runs Out”. Es un relato ligero, una historia unitaria de manos de un ascendente Frank Barbiere que aprovecha un cameo de los Starjammers para meterle más contenido a un guion algo débil, principalmente en las motivaciones iniciales de Izzy. El lado más fuerte se encuentra en el arte de Marco Checchetto, siempre una carta segura.

Unas dosis de acción, algo de desarrollo para la relación y futuro de estos personajes y un arte de calidad sostienen esta entrega un mes más. Próximo número: Sunspot.


Legendary Star-Lord #009

“The Black Vortex: Chapter 3"

A ver… Problemas. Legendary Star-Lord #009 sufre de las dolencias clásicas de un crossover: falta de un desarrollo real y consciente de los hechos, en lugar de una simple concatenación de situaciones; números entre series intercambiables, homologándose entre las involucradas sin aportar señas propias de identidad al conjunto; un ritmo acelerado y a tropezones, sin tiempo para la reflexión o contemplación realista de parte de los personajes; y consecuencia de esto último, los personajes se convierten en meras fichas en un tablero que los lleva del punto A al punto B para avanzar la trama, entre otros problemas formales.

El arte de Paco Medina es impecable, lo único que no me convence es el coloreado de Juan Vlasco, pero en términos generales funciona. Tema aparte son los rediseños de varios personajes, que de seguro levantarán muchos comentarios negativos pero que por la naturaleza del crossover tienen toda la pinta de ser temporales (aunque la verdad, desearía que el de Gamora se quedara). Pese a todo, esta entrega se siente mucho más equilibrada que The Black Vortex: Alpha #001 del mismo Sam Humphries, a quien le quedó grande la tarea de presentar todo en un solo número. Aquí se le ve algo más cómodo, a pesar que el elenco innecesariamente numeroso se nota más un estorbo que un plus.

En definitiva, un número modelo de crossover, con todo lo malo que uno podría esperar… y aún así sosteniéndose en un mínimo aceptable.


Rocket Raccoon #009

Quién lo diría, la serie que tenía la pinta de ser la más “challa” de los recientes spin-offs de los Guardians of the Galaxy ha resultado ser probablemente la mejor equilibrada. El humor que Skottie Young imprime en sus guiones calza perfecto para Rocket Raccoon (personaje y serie). Es un buen equilibrio entre el ácido humor de Keith Giffen en su reintroducción al personaje y la desenfadada interpretación de Bradley Cooper, sin caer en los excesos de ninguno y que creo dejará a los fans de los cómics y las películas satisfechos por igual.

Cómo no, tenemos el ya imprescindible “I am Groot” ocasional, del cual por suerte Young sabe no abusar. De hecho, en este y el número anterior Groot queda fuera de la acción (aunque permanece central en el motor de esta historia) y pasamos a acompañar a Rocket junto a Jink, una guerrera del gélido planeta en que se desarrolla esta historia.

Young es suplido en la mesa de dibujo por Filipe Andrade, un excelente artista que junto a los colores del habitual Jean-François Beaulieu logra imprimir su propio estilo a la serie sin desentonar con el de Skottie. Poseedor de un pincel muy expresivo, logra que momentos de quietud y mera conversación mantengan tu interés, retratando un escenario familiar a la vez que ajeno, siempre recordándonos que estamos en un planeta lejano al nuestro. Las escasas escenas de acción están muy bien tratadas, poniendo énfasis en el impacto y dinamismo de los golpes más que en la narrativa secuencial misma, logrando efectivas páginas rompedoras con el ritmo visual general.

Me molestó el pseudo-retconeo sobre la primera vez que se conocen Groot y Rocket, insinuando que fue en una ocasión diferente a lo visto en Annihilation: Conquest — Star-Lord, pero creo que puedo vivir con ello. Creo.

En definitiva, un relato en dos partes bien construido y con un apartado artístico de lujo. Honestamente, si Andrade se quedara en lugar de Young no me quejaría en absoluto.


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